"El derretimiento de hielo marino antártico preocupa por el modo tan rápido en que se produce".
La base de la cadena trófica o alimenticia se está modificando en aguas costeras al oeste de la Península Antártica, lo que podría traer grandes cambios en los organismos que se alimentan del fitoplancton o en las pequeñas microalgas que viven en el mar.
Esta evidencia se publica por primera vez un artículo de la revista Science, que se basa en información recogida desde 1978 por satélites y muestras de campo. Los responsables del estudio, un grupo internacional de científicos, trabajan en el proyecto Palmer, especializado en investigación ecológica a largo plazo en este continente austral.
Uno de los autores del artículo, Martín Montes (Uruguay, 1971), asegura, por ejemplo, que especies de pingüinos como los adelia podrían desaparecer en algunas regiones de la Antártida en los próximos años. Por otra parte, Montes señala algunos de los principales problemas que afectan a este continente, como su rápido deshielo o la contaminación, y recuerda la importancia para la humanidad de conservar este ecosistema único.
Su investigación publicada en Science demuestra la disminución de los niveles de fitoplancton en los últimos 30 años en la Antártida. ¿Qué consecuencias tiene este fenómeno?
Las consecuencias inmediatas se pueden traducir en cambios en la cadena trófica. El estudio ofrece una explicación razonable acerca de por qué están cambiando de ubicación geográfica algunas especies de pingüinos, como por ejemplo los adelia, y por qué el krill ha disminuido en la zona norte del Península Antártica Occidental (WAP en sus siglas en inglés).
¿Y qué puede ocurrir si estos animales se mueven de su hábitat o si disminuye el krill?
En el peor escenario, se podrían producir extinciones locales de las especies citadas. En otros organismos no se sabe; todo depende de si se pueden adaptar o no a la falta de krill y sustituirlo por otro alimento.
¿Por qué se ha producido esta disminución?
La disminución se ha debido principalmente a dos causas: por un lado, al aumento de nubosidad en la zona norte del WAP, que está relacionado con una mayor intensificación de vientos que soplan de norte a sur y que traen aire más cálido y húmedo a esta región seca y fría. Por otro lado, al aumento de mezcla vertical de la columna de agua debido a una mínima cobertura de hielo y vientos más fuertes. Estos impactos negativos son mayores al norte de WAP y mayores que impactos positivos al sur.
¿Hasta qué punto esta disminución está motivada por el impacto de la actividad humana?
No está cuantificado, pero se sabe que el Antártico y otras zonas oceánicas se están acidificando en la superficie, como consecuencia de una mayor presencia de dióxido de carbono (CO2). Hay rastros de que ese CO2 disuelto en parte es humano, digamos el 50%.
Las fracturas de las placas de la Antártida parecen cada vez más frecuentes. Por ejemplo, el puente de hielo que unía la plataforma Wilkins con la Península Antártica se ha roto. ¿Cuál es la magnitud de este problema?
El motivo más importante de preocupación es el modo tan rápido en que se está dando. La mayor rotura se ha producido en la zona oeste de la Península Antártica, pero también hay roturas en otras zonas, como la barrera de hielo Larsen, en el mar de Weddell. Las consecuencias pueden ser graves dentro de 50 ó 100 años, como la subida del nivel del mar, cambios atmosféricos, regulación de CO2 atmosférico, posible pérdida de especies marinas, etc.
Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), publicado en la revista Nature, afirma que el deshielo en la Antártida y Groenlandia podría causar un aumento "catastrófico" del nivel de los mares. Sin embargo, otros científicos creen que el aumento del nivel del mar no será tan elevado como se dice ni producirá consecuencias tan graves. ¿No hay certeza de qué puede pasar?
No conozco ese estudio. El mayor referente para estos temas es el doctor Vaughan en Inglaterra. La mayoría apunta a un aumento de más o menos un metro (75 centímetros) en 50 años, pero según algunos modelos puede aumentar hasta dos metros en ciertas regiones. El número final no se sabe, porque hay un intervalo muy grande de 50 centímetros a dos metros, debido a diferencias entre los modelos y los errores de cálculo. Por ejemplo, las últimas estimaciones señalan que el nivel del mar se elevará en promedio 35 centímetros en los próximos 100 años. Hay mucha incertidumbre en los modelos y esto es lo más preocupante en mi opinión.
Se habla también últimamente de limitar el turismo a esta zona. ¿Tan elevado es el número de visitantes?
No es elevado si lo comparamos por ejemplo con el que mueve Cancún. Sin embargo, a pesar de haber menos turismo en la Antártida, es verdad que la cantidad de turistas que baja de los cruceros es cada vez mayor. El impacto es más bien local, pero puede también contribuir a la reubicación de algunas colonias de pingüinos, ya que se destruyen nidos, se tocan crías que luego son abandonadas por sus padres, etc.
¿Qué otros problemas afectan a la Antártida?
Si hablamos de aquellos causados por el hombre, podemos mencionar también la sobrepesca de krill en la zona más al norte de la Península Antártica, contaminantes orgánicos como hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH), que son traídos por la atmósfera y, en un futuro, la extracción de petróleo.
A pesar de estos problemas, la Antártida puede parecer muy lejana, sin efecto en nuestras vidas cotidianas. ¿Está equivocado quien piensa así?
Sí. De la Antártida dependemos para la regulación de nuestro CO2 atmosférico desde tiempos geológicos, y muchos animales de la Antártida también forman parte de ecosistemas de bajas latitudes, como por ejemplo ballenas. La circulación oceánica también depende de la formación de aguas marinas profundas en este continente.
¿Hasta qué punto tiene que haber un impacto en esta zona para que se detenga la circulación oceánica?
El papel de la Antártida es menor con respecto al Atlántico Norte en la formación de aguas profundas y su circulación. Si pasa algo, ocurrirá primero cerca de Groenlandia. No obstante, de producirse este cambio no lo veríamos nosotros, porque en teoría tendría lugar dentro de 1.000 años.
¿Qué podemos hacer los consumidores para solucionar los problemas de la Antártida?
Si realmente lo que está pasando es debido a los humanos, de lo cual hay muchos indicios, deberíamos volver a lo natural y no usar más máquinas que usen energía no renovable o productos sintéticos no presentes en la naturaleza. Una solución ecológica coherente sería consumir productos orgánicos y que se degraden, y consumir sólo para cubrir nuestras necesidades básicas y volver a la época preindustrial, o empezar otra cultura en otro planeta.
¿No son unas soluciones demasiado extremas?
Usted me pregunta cómo se soluciona, y esa es mi opinión. Obviamente, cambiar esos hábitos llevará tal vez generaciones, y será gradual. Ahora bien, si la pregunta es cómo darle un toque cosmético al asunto, hay muchas soluciones ingenieriles.
Alex Fernández Muerza - www.consumer.es - EROSKI
La base de la cadena trófica o alimenticia se está modificando en aguas costeras al oeste de la Península Antártica, lo que podría traer grandes cambios en los organismos que se alimentan del fitoplancton o en las pequeñas microalgas que viven en el mar.
Esta evidencia se publica por primera vez un artículo de la revista Science, que se basa en información recogida desde 1978 por satélites y muestras de campo. Los responsables del estudio, un grupo internacional de científicos, trabajan en el proyecto Palmer, especializado en investigación ecológica a largo plazo en este continente austral.
Uno de los autores del artículo, Martín Montes (Uruguay, 1971), asegura, por ejemplo, que especies de pingüinos como los adelia podrían desaparecer en algunas regiones de la Antártida en los próximos años. Por otra parte, Montes señala algunos de los principales problemas que afectan a este continente, como su rápido deshielo o la contaminación, y recuerda la importancia para la humanidad de conservar este ecosistema único.
Su investigación publicada en Science demuestra la disminución de los niveles de fitoplancton en los últimos 30 años en la Antártida. ¿Qué consecuencias tiene este fenómeno?
Las consecuencias inmediatas se pueden traducir en cambios en la cadena trófica. El estudio ofrece una explicación razonable acerca de por qué están cambiando de ubicación geográfica algunas especies de pingüinos, como por ejemplo los adelia, y por qué el krill ha disminuido en la zona norte del Península Antártica Occidental (WAP en sus siglas en inglés).
¿Y qué puede ocurrir si estos animales se mueven de su hábitat o si disminuye el krill?
En el peor escenario, se podrían producir extinciones locales de las especies citadas. En otros organismos no se sabe; todo depende de si se pueden adaptar o no a la falta de krill y sustituirlo por otro alimento.
¿Por qué se ha producido esta disminución?
La disminución se ha debido principalmente a dos causas: por un lado, al aumento de nubosidad en la zona norte del WAP, que está relacionado con una mayor intensificación de vientos que soplan de norte a sur y que traen aire más cálido y húmedo a esta región seca y fría. Por otro lado, al aumento de mezcla vertical de la columna de agua debido a una mínima cobertura de hielo y vientos más fuertes. Estos impactos negativos son mayores al norte de WAP y mayores que impactos positivos al sur.
¿Hasta qué punto esta disminución está motivada por el impacto de la actividad humana?
No está cuantificado, pero se sabe que el Antártico y otras zonas oceánicas se están acidificando en la superficie, como consecuencia de una mayor presencia de dióxido de carbono (CO2). Hay rastros de que ese CO2 disuelto en parte es humano, digamos el 50%.
Las fracturas de las placas de la Antártida parecen cada vez más frecuentes. Por ejemplo, el puente de hielo que unía la plataforma Wilkins con la Península Antártica se ha roto. ¿Cuál es la magnitud de este problema?
El motivo más importante de preocupación es el modo tan rápido en que se está dando. La mayor rotura se ha producido en la zona oeste de la Península Antártica, pero también hay roturas en otras zonas, como la barrera de hielo Larsen, en el mar de Weddell. Las consecuencias pueden ser graves dentro de 50 ó 100 años, como la subida del nivel del mar, cambios atmosféricos, regulación de CO2 atmosférico, posible pérdida de especies marinas, etc.
Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), publicado en la revista Nature, afirma que el deshielo en la Antártida y Groenlandia podría causar un aumento "catastrófico" del nivel de los mares. Sin embargo, otros científicos creen que el aumento del nivel del mar no será tan elevado como se dice ni producirá consecuencias tan graves. ¿No hay certeza de qué puede pasar?
No conozco ese estudio. El mayor referente para estos temas es el doctor Vaughan en Inglaterra. La mayoría apunta a un aumento de más o menos un metro (75 centímetros) en 50 años, pero según algunos modelos puede aumentar hasta dos metros en ciertas regiones. El número final no se sabe, porque hay un intervalo muy grande de 50 centímetros a dos metros, debido a diferencias entre los modelos y los errores de cálculo. Por ejemplo, las últimas estimaciones señalan que el nivel del mar se elevará en promedio 35 centímetros en los próximos 100 años. Hay mucha incertidumbre en los modelos y esto es lo más preocupante en mi opinión.
Se habla también últimamente de limitar el turismo a esta zona. ¿Tan elevado es el número de visitantes?
No es elevado si lo comparamos por ejemplo con el que mueve Cancún. Sin embargo, a pesar de haber menos turismo en la Antártida, es verdad que la cantidad de turistas que baja de los cruceros es cada vez mayor. El impacto es más bien local, pero puede también contribuir a la reubicación de algunas colonias de pingüinos, ya que se destruyen nidos, se tocan crías que luego son abandonadas por sus padres, etc.
¿Qué otros problemas afectan a la Antártida?
Si hablamos de aquellos causados por el hombre, podemos mencionar también la sobrepesca de krill en la zona más al norte de la Península Antártica, contaminantes orgánicos como hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH), que son traídos por la atmósfera y, en un futuro, la extracción de petróleo.
A pesar de estos problemas, la Antártida puede parecer muy lejana, sin efecto en nuestras vidas cotidianas. ¿Está equivocado quien piensa así?
Sí. De la Antártida dependemos para la regulación de nuestro CO2 atmosférico desde tiempos geológicos, y muchos animales de la Antártida también forman parte de ecosistemas de bajas latitudes, como por ejemplo ballenas. La circulación oceánica también depende de la formación de aguas marinas profundas en este continente.
¿Hasta qué punto tiene que haber un impacto en esta zona para que se detenga la circulación oceánica?
El papel de la Antártida es menor con respecto al Atlántico Norte en la formación de aguas profundas y su circulación. Si pasa algo, ocurrirá primero cerca de Groenlandia. No obstante, de producirse este cambio no lo veríamos nosotros, porque en teoría tendría lugar dentro de 1.000 años.
¿Qué podemos hacer los consumidores para solucionar los problemas de la Antártida?
Si realmente lo que está pasando es debido a los humanos, de lo cual hay muchos indicios, deberíamos volver a lo natural y no usar más máquinas que usen energía no renovable o productos sintéticos no presentes en la naturaleza. Una solución ecológica coherente sería consumir productos orgánicos y que se degraden, y consumir sólo para cubrir nuestras necesidades básicas y volver a la época preindustrial, o empezar otra cultura en otro planeta.
¿No son unas soluciones demasiado extremas?
Usted me pregunta cómo se soluciona, y esa es mi opinión. Obviamente, cambiar esos hábitos llevará tal vez generaciones, y será gradual. Ahora bien, si la pregunta es cómo darle un toque cosmético al asunto, hay muchas soluciones ingenieriles.
Alex Fernández Muerza - www.consumer.es - EROSKI