miércoles, 10 de febrero de 2010

Campaña labolsadepapel: la alternativa sostenible

Fabricantes de papel y bolsas de papel se unen en una iniciativa para educar en el consumo sostenible.

La campaña labolsadepapel une a fabricantes de papel y de bolsas de papel para posicionar a la bolsa de papel como la alternativa más sostenible y fomentar su uso responsable, siguiendo las directrices del Plan Nacional Integrado de Residuos del Mº de Medio Ambiente en materia de disminución de las bolsas comerciales no biodegradables.

Potenciar la bolsa de papel supone situar a España entre los países más avanzados en la utilización de bolsas comerciales renovables, reciclables y biodegradables.

La web www.labolsadepapel.com, uno de los ejes informativos de la campaña, recoge información sobre la bolsa de papel y promueve la educación en el consumo sostenible. Se han editado asimismo diferentes publicaciones con contenidos específicos dirigidos a la Administración Pública y a organizaciones empresariales, sociales y medioambientales. También se realizarán acciones informativas con diferentes sectores de la distribución y el comercio y jornadas de formación en diferentes ciudades de España y Portugal.

El consumidor del siglo XXI, cuando puede elegir, prefiere el papel

El consumidor del siglo XXI, cada vez más implicado en la defensa del medioambiente, prefiere el papel frente a otros materiales de embalaje, por considerarlo la opción más sostenible.

Según una encuesta realizada por Ipsos para España y otros seis países europeos, el 79% de los consumidores creen que el papel es más agradable de manejar y tocar. El 93% están de acuerdo en que el papel es sostenible y se debería de usar más como embalaje y el 86% de los ciudadanos afirman que, si para un mismo producto pueden escoger entre un embalaje de papel o de otro material, escogen el de papel.

La bolsa de papel potencia la imagen de marca del comercio

Desde el punto de vista del comerciante, la bolsa de papel es un excelente vehículo para proyectar la imagen de marca de su comercio y dice mucho acerca de su compromiso medioambiental.

El 80% de los consumidores considera que la marca impresa sobre papel es más atractiva y el 85% de los transeúntes se fijan en los mensajes impresos en las bolsas de papel que ven por la calle, según un estudio de Media Analyzer Software & Research.

Los fabricantes nacionales de bolsas de papel ofrecen mil y una posibilidades en gamas, tamaños y modelos de bolsas para que todo tipo de comercio y establecimiento pueda contar con la bolsa de papel más adecuada a sus necesidades.

Con la bolsa, juega tu papel para frenar el cambio climático

Un estudio realizado por IVL Swedish Environment Research Institute para identificar la huella de carbono de los diferentes tipos de bolsas que se utilizan en el comercio, concluye que la bolsa de papel tiene una huella de carbono negativa (por debajo de cero), por lo que resulta la opción más ecológica.

Las plantaciones de árboles para fabricar fibra de papel son grandes sumideros de CO2 y ayudan a frenar el cambio climático. Las 430.000 hectáreas destinadas a la producción de madera en España para el sector papelero suponen la fijación anual de 7,5 millones de toneladas de CO2, aproximadamente el 2% de las emisiones totales que se producen en el país.

Ese carbono sigue almacenado en la bolsa de papel y a través del reciclaje se va ampliando el plazo de ese secuestro de carbono. Un kilo de papel almacena 1,3 kilos de CO2.

Con la bolsa, juega tu papel en el reciclaje

Recuperamos y reciclamos el 69% de las bolsas papel que consumimos. España es líder en reciclaje y el papel es el material que más se recicla en España. La industria papelera española garantiza el reciclaje de todo el papel que depositemos en el contenedor azul.

La mejor contribución del ciudadano al consumo responsable de papel es su colaboración con el proceso de reciclaje, separando el papel usado de otros residuos y depositándolo en los contenedores azules. De este modo, damos a nuestro papel usado una nueva vida y contribuimos al ciclo de aprovechamiento sostenible de un recurso natural. Pero, aunque por error o descuido no depositáramos la bolsa de papel en el contenedor para su reciclaje y acabara en la naturaleza, se biodegradaría en tan solo un periodo de entre 2 y 5 meses.

Nuestro futuro o el futuro de la biodiversidad

Asistí hace dos semanas a la Conferencia Europea sobre biodiversidad en Madrid a raíz de la presidencia española de la Unión Europea. Hubo un aforo considerable, excelentes ponentes y un único objetivo a tratar, poner freno a la perdida de la biodiversidad en Europa. Demasiado ambicioso. Durante estos últimos años no se ha podido conseguir el objetivo de detener la desaparición o disminución de especies, y se pretende ahora que desde este año al 2020 se haga el trabajo no realizado durante estos últimos 10 años. Ambicioso. O no, Todo depende de la voluntad política.

Porque hablemos claro, en realidad a pesar de tener una legislación ambiental europea y nacional buena, esta no se aplica. Y por que no se aplica? Por falta de voluntad política. Podemos cambiar las leyes, modificarlas, rehacerlas, pero si no se aplican, de que sirven? Y ahí esta el problema. Hay una incomprensible incongruencia entre políticas sectoriales, y la defensa del medio ambiente, y en este caso la biodiversidad queda relegada al último lugar.

Nuestros políticos, nuestros alcaldes, nuestras instituciones, deben querer tener la voluntad de aplicar la legislación ambiental y solo con la mera aplicación correcta de la variada legislación que hay en materia ambiental, sería suficiente. Ya basta de reuniones de alto nivel, de acuerdos de las partes que no llegan a buen puerto ni de estrategias de diversidad que son papel mojado, Ahora, es hora de actuar.

Y no estamos hablando de algo lejano a nosotros, estamos hablando de nuestro futuro, y el futuro que queremos dejar a las generaciones venideras.

En este encuentro, se acordó alguna prioridad, como por ejemplo, incorporar los objetivos para la biodiversidad como parte de la Estrategia de la Unión Europea para el 2020, u otra como asegurar el pago por servicios de los ecosistemas. Otros de los temas que se han incluido como propósitos son, la integración de la biodiversidad en otras políticas sectoriales como política agrícola, pesca, energía o transporte, la aplicación plena de las Directivas Aves y Hábitat en toda Europa completando la red natura 2000 y Esmeralda, y la preservación del medio marino a través de la red natura 2000 para el establecimiento de la red global de espacios protegidos marinos.

Considero importante también tener en cuenta como se indica en las prioridades Cibeles, prioridades adoptadas en Madrid sobre biodiversidad, la incorporación de los conocimientos científicos independientes en los procesos de toma de decisiones políticas.

Pero sobre todo considero imprescindible un acuerdo de voluntades políticas a nivel nacional, europeo y mundial para llegar al objetivo de 2020 y que no sea solo un lavado de imagen de cara a la Presidencia española de la Unión Europea.

La pelota esta ahora en manos de nuestros gobiernos, Actúen de una vez

Sonia Ortiga, Abogada ambiental, coportavoz de la Coordinadora Verde del proceso de Hondarribia, espacio de convergencia por la refundación del espacio verde en el Estado español (http://hondarribiaverde.org/)

CITAS

"No tenemos otro mundo al que podernos mudar".

Gabriel García Márquez.