jueves, 12 de agosto de 2010

BREVE PARÉNTESIS (CIFU)

Hola gentes. Aquí me tienen en otro capítulo que me pilla fuera de lo que viene a ser mi escenario habitual. Tengo tres días de “descanso” en medio de la gira que milagrosamente estoy pasando con toda la tropa familiar, a la que hemos conseguido reunir, a pesar de que cada uno viene de “campamentos” distintos.
Por mi parte les cuento que las semanas anteriores a esta nos han llevado a recorrer buena parte de la geografía francesa, intercalada con ciertos aderezos patrios de lo más distante (Palma de Mallorca, Ceuta.), para volver a Francia, para volver a España. La verdad es que todo está yendo a pedir de boca. Los bolos franceses son un auténtico masaje a pesar del palizón kilométrico. El paisaje y el paisanaje se unen para disfrute de todos, porque su tradición cultural y musical nos aventaja años luz en cuanto a la estructura y la comprensión, lo que acaba atracando en el puerto del respeto, el disfrute y la risa. Está claro que 40 años de dictadura y aislamiento, algo que nos parece tan lejano, nos han hecho perder un tren del que nunca podremos ser conscientes como pérdida, dado que no lo hemos llegado a paladear, pero en el imaginario inconsciente está clara la diferencia que nos gastamos, a pesar de la carrera que hemos emprendido a menos cinco. En fin, es lo que hay. Tenemos lo nuestro y desde luego no seré yo quien lo cambie por nada, con la copa del mundo todavía echando humo de victoria……
Lo malo de todo esto es que me han diagnosticado entre bolo y bolo un aplastamiento entre dos vértebras cervicales que me llevan un mes sin dejar vivir. A cuenta de la presión sobre el nervio, se me queda toda la parte derecha (omóplato, antebrazo, mano…) con un dolor subido de cojones que además de hacerme perder la sensibilidad en algunos dedos de la mano, tiene procesos agudos de dolor que me impiden tener un sueño medio saludable, de modo que me despierto agotado a diario.
El médico me dice que repose, que no conduzca y que no coja peso, a lo que la respuesta es que es justo mi medio de vida para llevar el parné a casa, más en esta época del año , y que además nada me sobra porque para noticia del tabloide, les diré que estamos esperando a nuestro cuarto hij@, de cuyo género no sabemos más que fue concebido el día de San Fermín, cuando España ganó a Alemania con el gol de Puyol.
Así son las cosas en este momento de mansedumbre extraño que me estoy gastando en el Cantábrico, desconectado absolutamente de los sucesos indeseables de la política y el mundanal ruido, ese que a lo largo de todo el año nos deja sordos para concebir que otra vida y otro mundo son posibles, solo con el ejercicio, uso y disfrute del amor, la convivencia y el paisaje, seres que tan a menudo tenemos clausurados al otro lado del muro de nuestra realidad. Que pasen ustedes feliz verano.

Jesús H. Cifuentes (el norte de castilla)