¿Te imaginas lo que puede ser perder tu hogar, vivir en la calle? En Serbia, cientos de familias gitanas viven con ese miedo, con la amenaza de ser desalojadas por la fuerza de sus casas.
Son familias que viven en asentamientos informales sin agua corriente, saneamiento ni otros servicios básicos. No tienen otro remedio: la fuerte discriminación hacia la etnia gitana les impide acceder a una vivienda adecuada. Para colmo, en los asentamientos no pueden empadronarse, de manera que tampoco pueden acceder a la salud, ni a la educación, al empleo o la seguridad social.
Es un círculo vicioso de discriminación al que esas familias parecen estar condenadas sólo por su origen étnico.
Los desalojos forzosos continúan, sin que las personas afectadas sean consultadas y sin que les ofrezca una alternativa adecuada de alojamiento. Pero hay esperanza.
El desalojo de un asentamiento en Belgrado que estaba previsto para principios de este año fue suspendido temporalmente gracias a la presión de varias organizaciones.
Todas las personas tenemos derecho a una vivienda adecuada.
Firmar por un presente sin discriminación es firmar por un mañana más justo.
Esteban Beltrán
Amnistía Internacional – Sección Española
Amnistía Internacional – Sección Española