domingo, 9 de marzo de 2008

Zaragoza 2008: una Expo reciclable

Desde su propio lema, «Agua y desarrollo sostenible», la Expo 2008 que se abrirá en junio junto al Ebro, se concibe como una ambiciosa aportación al mundo en el cuidado del patrimonio natural. La organización se ha tomado muy en serio ese papel y no quiere que se quede en un puñado de gestos, sino ofrecer un modelo para futuros grandes acontecimientos.
Desde los materiales de construcción hasta los recursos energéticos o incluso los pequeños objetos de marketing, el concepto de sostenibilidad se lleva a rajatabla. El objetivo declarado es que el impacto ambiental de la Expo se aproxime lo más posible a cero.
Desde el principio, el proyecto se ha adaptado de manera escrupulosa al entorno, ya que las 25 hectáreas del recinto se encuentran en el meandro de Ranillas, una especie de península rodeada por el cauce del Ebro. La propia declaración de impacto ambiental recoge medidas preventivas y correctoras y existe un plan de vigilancia para verificar que se cumplen de manera estricta.
Construcción sostenible
En el proceso de construcción se ha impregnado de principios como la utilización de materiales autóctonos e, incluso, reciclados, como tierras vegetales, limos y zahorra del mismo meandro. La madera empleada procede de bosques sostenibles, el PVC se ha sustituido por polietileno o polipropileno y en cada obra hay puntos limpios que separan los materiales peligrosos.
Reutilización del agua
En esta Expo dedicada al agua y el desarrollo sostenible, el uso adecuado de sus recursos hidráulicos es esencial. El recinto y el enorme parque que lo rodea, de 120 hectáreas, se abastecen del propio Ebro, así como de un afluente, el Gállego, y del nivel freático a través de distintos pozos. Una gran noria de agua, diseñada por artistas franceses y realizada por artesanos sirios y aragoneses, servirá para recoger el agua, que se distribuirá a través de una red de canales y balsas. A ello se sumarán una serie de medidas de reutilización más concretas: el agua gris de los lavabos de todos los edificios de la Expo se empleará de nuevo en las cisternas de los WC; los urinarios para hombres no usarán agua, sino sustancias biológicas para su desinfección y limpieza; y el agua de lluvia se utilizará en las cubiertas y fachadas con agua de diversos edificios y en los vaporizadores que rebajarán las temperaturas veraniegas.
Energías renovables
El concepto de sostenibilidad se aplica también de manera obsesiva en la generación y empleo de energía. Las necesidades de la Expo se cubrirán con fuentes renovables. Para ello contará con dos instalaciones de placas solares, de 9.000 metros cuadrados y 500 kW cada una, y otras dos de energía eólica que aprovechará el cierzo del valle del Ebro para generar un total de 12 MW.A ello se añadirá un sistema de climatización centralizado que constará de una estación de frío y calor con dos motogeneradores de gas natural, una red de canalizaciones que llevarán el agua fría y caliente a los edificios y la captación de agua del Ebro para refrigerar la propia Estación.Se calcula que este sistema ahorrará de un 10 a un 20 por ciento de combustibles, reducirá en 20.000 toneladas al año la emisión de gases de efecto invernadero, evitarán problemas de legionelosis al no haber torres de refrigeración y, lo que no es menos importante, propiciará un ahorro económico del 6 por ciento en la factura global en 35 años.
Marketing ecológico
El empeño medioambiental se lleva también a la utilización de material ecológico en los elementos de promoción y de uso cotidiano por la sociedad pública Expoagua, responsable del evento. A los establecimientos de restauración del recinto se obliga a emplear vajillas biocompostables, vasos de bioplástico y cubiertos de madera, que se pueden desechar con los residuos de comidas o bebidas y se evita el impacto de las botellas de plástico y las latas de bebidas. También las bolsas que se entregan en las tiendas de regalos de la Expo, fabricadas con fécula de patata, son biocompostables. Entre el material promocional existen abanicos de papel reciclado, sin blanquear y rotulados con tintas ecológicas, y lápices realizados con algas y bolígrafos con plástico reciclado de CD o piezas de coches usados. Además, el café y el azúcar proceden del llamado comercio justo.
Implicación de la sociedad
Pero el esfuerzo por la sostenibilidad no se queda dentro de los límites del recinto, sino que extiende su mensaje entre la sociedad aragonesa. En colaboración con Ibercaja, se ha creado la Tarjeta Fluvi (nombre de la mascota de la muestra), que permite sumar puntos con prácticas como usar el transporte público, reducir el consumo en la factura de agua, electricidad o gas o realizar compras en establecimientos de comercio sostenible. Además, hay un programa de Renovación Sostenible del Comercio y la Hostelería de Zaragoza, de acuerdo con la Cámara de Comercio, la Fundación Biodiversidad y la Agenda 21 Local del Ayuntamiento. A través de él se han llevado a cabo estudios sobre el empleo de la energía y el agua y el grado de reciclaje en el sector. Asimismo, las grandes empresas participan adquiriendo compromisos para reducir el coste ambiental o convirtiéndose en «Amigos de la Expo» con una inversión en proyectos de mejora ambiental. A todo esto se suma la plantación de 3,5 millones de árboles con los que repoblar el medio natural aragonés en un periodo de tres años. Es una forma de compensar las emisiones de CO2 que, pese a todo, se deriven de la celebración de un acontecimiento como la Expo.

Compensación voluntaria de emisiones. Ajustar cuentas con el CO2

Un acuerdo incluido en el Protocolo de Kioto permite a gobiernos, empresas o particulares destinar dinero, a cambio de lo que han contaminado, a proyectos de reducción de emisiones en países en vías de desarrollo.Los ciudadanos cada vez tienen más fácil hallar productos específicos que les informan, a través de su etiquetado o publicidad, que compensan el CO2 que emiten o que se ha generado en su producción.
Se trata, en su mayoría, de empresas que se han acogido al mecanismo de compensación voluntaria de emisiones. Algunos países europeos y americanos disponen de sellos, promovidos por ONG, que certifican esta compensación de emisiones.
No es el caso de España, que aún no dispone de un sello de este tipo, aunque el Ministerio de Medio Ambiente creará un registro para que el consumidor pueda conocer en cada caso los detalles de la compensación de emisiones.
Mecanismo de desarrollo limpio
El funcionamiento de la compensación voluntaria de emisiones es, en esencia, simple. Se trata de un acuerdo incluido en el Protocolo de Kioto que permite a gobiernos, empresas o particulares destinar dinero, en compensación por lo que han contaminado de más, a proyectos de reducción de emisiones en países en vías de desarrollo.
Definido en Kioto como Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), los proyectos MDL son muy diversos: desde campañas de reforestación hasta la implantación de energía solar para sustituir los obsoletos quemadores de queroseno en India o la construcción de centrales hidroeléctricas en Indonesia. Con independencia de su naturaleza, el MDL incluye un reglamento para asegurar que los proyectos que se acogen al mismo generan reducciones de emisiones reales, adicionales y verificables. En este proyecto también participan organizaciones que actúan como intermediarias en esta compensación de emisiones.
En España, una de las pioneras es la Fundación Ecología y Desarrollo, que en 2007 ayudó a compensar casi 8.000 toneladas de CO2, por valor de algo más de 75.000 euros. A través de la web y del teléfono ayudan a los particulares y las empresas a calcular las toneladas de CO2 que han emitido y, en función del dinero que quieren donar a proyectos MDL, determinan cuántas toneladas se compensan, a razón de unos 10 euros por cada tonelada.
¿Qué se compensa? Desde los viajes en avión, hasta la calefacción, el gasto en electricidad o los desplazamientos en coche. Todo aquello que, en definitiva, haya supuesto una emisión de CO2. Después, la Fundación entrega a la empresa o al particular un certificado que acredita esa compensación. La construcción de una minicentral hidroeléctrica en Indonesia o la obtención de energía a partir de biomasa en la India son dos ejemplos de los proyectos MDL a los que la Fundación destina el dinero.
Este sistema, sin embargo, no convence a todos. Sus detractores consideran que sigue legitimando la contaminación a base de pagar y que, por si fuera poco, acaba siendo un reclamo publicitario de buena imagen, cuando la mejor medida es dejar de contaminar. Ante este argumento, sus defensores no cesan de defender un sistema en el que para compensar las emisiones del norte del planeta se implanten energías renovables en el sur, de acuerdo con el principio de que la contaminación de CO2 es una amenaza global. Además tiene una bondad poco cuestionable: ayuda a que países en desarrollo avancen con tecnologías limpias, una acción que contribuye a frenar las emisiones sin comprometer el propio desarrollo de estos países.
China, el gigante asiático con una de las tasas más altas de crecimiento en los últimos años, recibe el 60% del comercio de créditos de carbono para proyectos MDL.
Sellos acreditativos
Pero no todas las compensaciones de emisiones que se anuncian lo hacen en forma de proyectos MDL. Una marca de coches, por ejemplo, anuncia que por cada automóvil que venda de un determinado modelo, plantará 17 árboles en Albacete, lo que compensará el CO2 que emita el coche en sus primeros 50.000 kilómetros. Otra empresa anuncia que el CO2 que se ha emitido en la producción de su queso se ha compensado con parques de energía eólica.
Dada la disparidad de formas de compensación de CO2, que pueden ser más o menos laxas, y puesto que no hay una regulación específica, se han empezado a crear formas de acreditar esas compensaciones.
Una de ellas son los sellos que certifican que una empresa es climate neutral, lo que puede traducirse como climática o ambientalmente neutra. Son sellos promovidos por varias organizaciones de Europa y Estados Unidos, y acreditan que una empresa compensa todas sus emisiones de carbono. Las organizaciones que tienen los sellos climate neutral son la británica Carbon Neutral Company, la alemana Klima-Partner, la suiza My Climate, la holandesa Clima Neutral Group y la estadounidense Standard Carbon.
En España no se dispone todavía de ningún sello de este tipo, aunque el Ministerio de Medio Ambiente ha anunciado la creación de un registro para que los ciudadanos puedan conocer qué emisiones se reducen de forma voluntaria y de qué forma. Mientras tanto, y a falta de una regulación, la compensación de emisiones que no está verificada por ningún sello depende en buena parte de la voluntad de la empresa. Es, dicen desde la Fundación Ecología y Desarrollo, una cuestión de "responsabilidad social".
El consumidor también puede compensar su CO2
Según las indicaciones del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), para reducir un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero es preciso que cada habitante del planeta tenga una tasa de emisión de CO2 no superior a 1,40 toneladas anuales. No obstante, se ha calculado que los países que han firmado el protocolo de Kioto en el Anexo I (países industrializados más países en proceso de transición a una economía de mercado) tienen una emisión media per cápita de 12,80 toneladas, es decir, nueve veces más. Incluso en un cálculo por lo bajo y sin demasiados excesos, el consumo suele superar esa tasa recomendada de 1,40. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, el consumo medio de electricidad por hogar es de 363,5 kilowatios hora al mes, lo que supone una emisión de 1,4 toneladas de CO2 al año. Si a eso se añade un coche de potencia media que siempre haga trayectos cortos en zonas urbanas y no supere más de 12.000 kilómetros anuales, supone una emisión añadida de 1,9 toneladas de CO2, lo que suma un total de 3,2 toneladas. Si a la electricidad y al coche se le añade un único viaje en avión, de Madrid a Londres, ida y vuelta, hay que sumar 0,8 toneladas más de CO2. En total, unas cuatro toneladas. Si el consumidor quisiera compensar las emisiones de su coche y del viaje en avión (unas 2,7 toneladas), podría hacerlo por unos 27,74 euros, a través de la página web http://www.ceroco2.org/ A cambio, el usuario recibirá un certificado numerado indicando la cantidad compensada y el proyecto al que se destina.

Fuente: consumer.es

CONTRA LOS SIMBOLOS RELIGIOSOS EN LOS COLEGIOS ELECTORALES


De nuevo en las elecciones del próximo domingo muchos de nosotros tendremos que votar en locales electorales presididos por crucifijos, virgenes, santos y cartelería proselitista de la Iglesia católica u otras entidades religiosas
Nuestras quejas ante la Junta Electoral Central han sido despachadas sin fudamentación jurídica ninguna, y los Ayuntamientos, Oficinas del Censo y Juntas Electorales Provinciales se pasan la pelota unos a otros sobre quién es responsable de la selección de locales electorales.
Es necesario que mostremos nuestra disconformidad antes este estado de cosas, y que protestemos ante la presidencia de la mesa electoral en que tengamos que votar, si en nuestro colegio electoral se dan estas circunstancias
En el enlace http://www.laicismo.org/anejos/INSTANCIA-CONTRA-SIMBOLOS.doc encontrareis un modelo de instancia para que la relleneis con los datos apropiados y la entregueis a la presidencia de la mesa electoral
¡Animaos a protestar ante esta situación que vulnera la neutralidad ideológica de los locales electorales!

Mujeres 10 (CIFU)

Está la cosa que arde. En el ring de este espectáculo que se nos ha echado encima con la campaña electoral, los contrincantes meten herraduras bajo los guantes para golpear más a fondo de forma encubierta y “legal”. En vez de utilizar la verdad desnuda de sus puños, se pasa a la gresca armada de puñales.Y es que esto es lo que muestran a menos cinco del resultado electoral los sectores más recalcitrantes de la justicia de nuestro país aglutinados políticamente por el PP, y a nivel ciudadano por toda esa ristra de colectivos religioso-moralistas que son el Foro de la Familia, la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), Profesionales por la Ética, Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Fundación San Pablo CEU, el Opus Dei y la Confederación de Padres y Alumnos (Ceapa). Y todos celebrando la fiesta propiciada por la polémica sentencia de la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que reconoció, por primera vez en España, el derecho de unos padres a ejercer la objeción de conciencia respecto a la asignatura Educación para la Ciudadanía.Un debate cansino al que la pertinaz derechona no acepta doblegarse, sobre todo si con ello a mayores le hacemos pupita al gobierno, ahora que estamos de rebajas en la campaña electoral. Y es que un espíritu laico y ciudadano, digamos de tinte”humanista”, no parece convencer como suficiente a quienes gustan de que “la letra, con sangre entre” Y supongo que por eso será que luego pase lo que pase. Y para ello un ejemplo ilustrativo: el ayuntamiento de Granada gobernado por el PP está subvencionando a una organización vinculada al Opus Dei, para la realización de unos “cursos” dirigidos a mujeres universitarias para ser una “mujer 10”. En estos cursos se ilustra a las alumnas cómo hacer la compra, coser el bajo de un pantalón o freir un huevo, así como clases de nutrición, para mantener “el tipo”. Todas estas tareas que en sí mismas son dignas de todo interés y necesarias, en sus manos se convierten en un viaje al pasado glorioso del “movimiento” y la “sección femenina”: preparar a mujeres para ser el confortable regreso a casa del “guerrero” que viene cansado de la afanosa jornada laboral. A más de uno se le disparará la libido con esas bellas y recatadas señoritas que guardan todo lo suyo hasta el florecimiento del ansiado matrimonio. Esas mujeres tan en sintonía con “Roberto Alcázar y Pedrín”, y tan fuera de la realidad como es lo que se reivindica en el día internacional de la Mujer Trabajadora, excusa con la que se han montado el curso.
¡Cómo le gusta a esta gente utilizar lo genuino, para convertirlo en lo contrario¡
Publicado por Cifu en "El Norte de Castilla" el 7-03-2008