Hoy vuelvo al Restaurant Ermita de Paretdelgada, que tanto me gustó cuando me trajo Carmen, pero esta vez vengo a cenar con Jordi, pruebo los cargols a la llauna, ¡riquísimos! bueno, todo está buenísimo aquí, ¡me encanta! y es tan bonito, tan tranquilo, tan agradable... pese a nuestra conversación política, toca darse caña, jajajaja, menos mal que es más lo que nos une que lo que nos separa (como casi siempre en la vida) ;-)
Anina.