Los últimos meses en Egipto han simbolizado la fortaleza de un pueblo diciendo “Basta”; basta a las violaciones de los derechos humanos, basta a las restricciones de las libertades más fundamentales, basta de vivir en la pobreza. La sociedad egipcia ha salido a la calle para exigir dignidad. Las ganas de cambios y el compromiso de los manifestantes les han llevado incluso a exponer sus propias vidas. Los enfrentamientos durante las manifestaciones han causando cientos de víctimas mortales, mientras que otras miles han sido detenidas y han sufrido malos tratos.
Ahora Egipto comienza una nueva etapa, etapa que debe tener en cuenta las voces de todas las personas que se han manifestado estos días de forma pacífica, la de hombres y mujeres de cualquier etnia, orientación sexual y religión. Las nuevas autoridades deben hacer de la defensa de los derechos humanos una prioridad básica en este momento crucial para la historia de Egipto.
Por eso las autoridades egipcias deben poner fin a la tortura y los malos tratos por parte de las fuerzas de seguridad. Hechos como los denunciados por al menos 18 mujeres que se manifestaban en la plaza Tahrir de El Cairo el pasado 9 de marzo deben ser investigados y los culpables deben ser llevados antes la justicia. Estas mujeres fueron detenidas y mientras estaban bajo custodia militar se les aplicaron descargas eléctricas, fueron sometidas a registros corporales sin ropa mientras soldados varones las fotografiaban y se las obligó a someterse a “pruebas de virginidad” amenazándolas con acusarlas de prostitución. Estas prácticas humillantes y degradantes son inaceptables y deben ser castigas por las autoridades egipcias.
Los cambios que han pedido los manifestantes deber hacerse realidad, por eso Amnistía Internacional propone una Agenda para el Cambio para pedir a las autoridades egipcias que hagan de los derechos humanos su bandera en este momento de transición política y de reformas legales. Las nuevas autoridades deben romper con el legado de tantos años de violaciones sistemáticas de los derechos humanos y acabar con las detenciones arbitrarias, la tortura, los juicios injustos, las desapariciones y la pena de muerte. Los derechos de expresión y de reunión deben ser garantizados y las nuevas políticas deben estar orientadas a conseguir la plena realización de los de derechos económicos, sociales y culturales, respetando un nivel mínimo en derechos esenciales como la alimentación, agua, salud o vivienda.
Egipto esta viviendo un momento crucial en su historia y los derechos humanos deben formar parte de este momento. Ayúdanos a que los cambios se hagan realidad, defiende con tu firma la igualdad de derechos en Egipto. Con tu apoyo, podemos lograr que ninguna mujer sea sometida a la humillación por la que tuvo que pasar Rasha.
Ahora Egipto comienza una nueva etapa, etapa que debe tener en cuenta las voces de todas las personas que se han manifestado estos días de forma pacífica, la de hombres y mujeres de cualquier etnia, orientación sexual y religión. Las nuevas autoridades deben hacer de la defensa de los derechos humanos una prioridad básica en este momento crucial para la historia de Egipto.
Por eso las autoridades egipcias deben poner fin a la tortura y los malos tratos por parte de las fuerzas de seguridad. Hechos como los denunciados por al menos 18 mujeres que se manifestaban en la plaza Tahrir de El Cairo el pasado 9 de marzo deben ser investigados y los culpables deben ser llevados antes la justicia. Estas mujeres fueron detenidas y mientras estaban bajo custodia militar se les aplicaron descargas eléctricas, fueron sometidas a registros corporales sin ropa mientras soldados varones las fotografiaban y se las obligó a someterse a “pruebas de virginidad” amenazándolas con acusarlas de prostitución. Estas prácticas humillantes y degradantes son inaceptables y deben ser castigas por las autoridades egipcias.
Los cambios que han pedido los manifestantes deber hacerse realidad, por eso Amnistía Internacional propone una Agenda para el Cambio para pedir a las autoridades egipcias que hagan de los derechos humanos su bandera en este momento de transición política y de reformas legales. Las nuevas autoridades deben romper con el legado de tantos años de violaciones sistemáticas de los derechos humanos y acabar con las detenciones arbitrarias, la tortura, los juicios injustos, las desapariciones y la pena de muerte. Los derechos de expresión y de reunión deben ser garantizados y las nuevas políticas deben estar orientadas a conseguir la plena realización de los de derechos económicos, sociales y culturales, respetando un nivel mínimo en derechos esenciales como la alimentación, agua, salud o vivienda.
Egipto esta viviendo un momento crucial en su historia y los derechos humanos deben formar parte de este momento. Ayúdanos a que los cambios se hagan realidad, defiende con tu firma la igualdad de derechos en Egipto. Con tu apoyo, podemos lograr que ninguna mujer sea sometida a la humillación por la que tuvo que pasar Rasha.
Además, quiero pedirte que te unas a Amnistía Internacional. Porque te necesitamos. Sólo tu contribución, por pequeña que sea, nos permitirá seguir luchando por un mundo donde mujeres y hombres vivan en libertad. Hazte socio/a. Te esperamos.
Esteban Beltrán
Director de Amnistía Internacional – Sección Española