jueves, 30 de agosto de 2012

Por qué los salarios son tan bajos en España (VICENÇ NAVARRO)

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 30 de agosto de 2012

 
Este artículo cuestiona los argumentos que se reproducen en la sabiduría convencional sobre las causas de que los salarios sean tan bajos en España. El artículo señala que el énfasis en  la productividad como causa de los bajos salarios, deliberadamente ignora otras variables no solo económicas sino también políticas que explican tal situación. El artículo también relaciona los bajos salarios con el elevado desempleo, atribuyendo este último, de nuevo, más a causas políticas que económicas.

Una de las características del mercado de trabajo español, acentuada durante la crisis actual, es el bajo nivel de los salarios de la gran mayoría de las personas que están trabajando. Y otra característica que complementa la anterior, es la gran dispersión salarial existente entre la población asalariada, es decir, la elevada distancia que hay entre los salarios de los mejor pagados y los peor pagados. Veamos los datos.
Según el Instituto Nacional de Estadística (en su sección “asalariados y percepciones salariales por tramos”), alrededor de 7,8 millones de personas recibieron menos de 1.000 euros al mes en el año 2010. Son los llamados mileuristas. Representan el 43% de todos los asalariados y reciben el 13% de todo el dinero que el país se gasta en salarios (lo que se llama masa salarial). En el otro polo, nos encontramos con los mejor pagados, que ingresan más de 4.000 euros al mes y que representan el 7% de todos los asalariados y reciben el 25% de la masa salarial. En otras palabras, este grupo minoritario recibe un cuarto de todos los salarios. Dentro de los asalariados hay pues unas enormes diferencias. El 43% recibe solo el 13% de todo el dinero que se gasta en salarios y el 7% percibe el 25% ¡Una gran diferencia!

¿A qué se debe tal polarización salarial?


La respuesta tradicional que da la sabiduría convencional que se reproduce en la mayoría de medios de información del país, incluidos los medios económicos, es que tales diferencias de salarios se deben a las diferencias en productividad. A mayor productividad mayor salario. En esta explicación, la productividad es la variable que determina el nivel salarial. Pero lo que se olvida en esta explicación es que la causalidad va también en sentido opuesto. Es decir, los salarios determinan también la productividad. Y no me estoy refiriendo solo al hecho bien documentado de que a mayor salario y mayor satisfacción del trabajador hay mayor productividad, sino a otro hecho (también bien documentado) que muestra que si al empresario se le imposibilita pagar salarios bajos, éste invertirá para aumentar la productividad del puesto de trabajo, a fin de que con un número menor de trabajadores se consiga la faena que harían muchos más trabajadores mal pagados. Cuando un empresario paga bajos salarios, consigue baja productividad. Y esto es lo que ocurre en España.
Un caso claro de este hecho lo encontramos en las labores agrícolas como la vendimia. Si el dueño de una viña tiene muchos candidatos para un puesto de trabajo es probable que pague muy poco al trabajador. Si en cambio, por ley, el empresario tuviera que pagar salarios altos, invertiría para que la productividad aumentara y así necesitar menos trabajadores. Pero esto no ocurre en España. El salario mínimo interprofesional español es de los más bajos de la Unión Europea. Una manera de comparar el salario mínimo entre países es ver lo que tal salario mínimo representa de la renta nacional definida por el PIB per cápita. Pues bien, según los datos de Eurostat, el salario mínimo español representa el 39% del PIB per cápita en España, uno de los más bajos de la UE, junto con Estonia, entre otros. En Francia es el 54,% en Bélgica el 52%, en Inglaterra el 49%, en Holanda un 48%, y así un largo etcétera. Si el salario mínimo español aumentara para homologarse al de los países con un nivel de desarrollo económico similar al nuestro, se forzaría al mundo empresarial a invertir para aumentar la productividad.
 
La productividad no es la única que determina el nivel salarial


El nivel salarial no depende sólo del nivel de productividad, lo cual se ve con toda claridad cuando comparamos salarios entre varios países en sectores de semejante productividad, tales como la industria manufacturera. El PIB per cápita de España es un 16% más bajo que el de Alemania (Este porcentaje es la diferencia entre el PIB per cápita de 2010 español y el alemán, en unidades de paridad de poder adquisitivo, en términos porcentuales respecto al alemán). En cambio, el coste por hora de la mano de obra en la manufactura es un 30% inferior en España que en Alemania. Tal diferencial no puede explicarse por el diferencial en productividad, semejante en el sector manufacturero. Una situación similar ocurre en la comparación con Francia, donde el PIB per cápita español es sólo un 7% inferior, mientras que el coste por hora de la mano de obra es un 27% menor. Tales diferencias no pueden atribuirse a diferencias en productividad (ver el trabajo de Enrique Negueruela “Un nuevo papel en Europa para los países del sur”).
 
Otros factores además de la productividad determinan el nivel salarial


La causa mayor del bajo nivel salarial para grandes sectores de la población es la debilidad del mundo del trabajo frente al mundo empresarial que se basa en dos hechos. Uno es el elevadísimo desempleo que España siempre ha tenido. El desempleo debilita al mundo del trabajo. Crea inseguridad y miedo. Y los trabajadores aceptan salarios bajos y condiciones de trabajo peores. De ahí que haya una política del empresariado español para facilitar el despido y aumentar el desempleo, debilitando así el mundo del trabajo. Las reformas laborales de los gobiernos recientes (y muy acentuadas en el actual) han tenido tal objetivo, como lo muestran el aumento del desempleo y la bajada de salarios producidas cada vez que se ha llevado a cabo una reforma laboral.
La otra causa de la debilidad del mundo del trabajo es la escasez de puestos de trabajo. El porcentaje de la población que trabaja ha sido históricamente bajo y ello se debe, en gran parte, no a aspectos culturales que constantemente se utilizan como justificación, sino a la escasísima oferta de puestos de trabajo. Hasta 2007 la tasa de actividad de España, que refleja el porcentaje de la población en edad de trabajar que está en el mercado de trabajo, ya sea empleada o desempleada, había estado por debajo de la de la UE 15 (en 1992 la tasa de actividad en España era del 58% frente al 67% de la UE 15 en promedio, es decir, casi diez puntos porcentuales por debajo). A partir de este año la población activa en proporción al total de la población en edad de trabajar es superior en España que en la UE 15 en promedio, llegando a situarse en 2011 en el 74% en España frente al 73% en la UE 15. Sin embargo, la tasa de empleo (que es la tasa de actividad menos el desempleo), que refleja las personas que tienen trabajo respecto al total de las que están en edad de trabajar, que desde 2005 se mantuvo en el promedio de los países de la UE 15, en España disminuyó. Así, en 2011, mientras que en España solo el 58% de los que estaban en edad de trabajar tenían un empleo, en la UE fueron el 66%. Es decir, aunque en España ha aumentado el porcentaje de gente que quiere trabajar, el porcentaje de los que consiguen un empleo ha disminuido, aumentando el diferencial con los países de la UE 15. Este es un problema grave de la economía española que raramente aparece en los medios.
 
El escaso desarrollo del estado del bienestar en España

Y una de las razones de esta escasez de puestos de trabajo es el escaso desarrollo de los servicios públicos del estado del bienestar. Sólo un adulto de cada diez trabaja en España en tales servicios (como sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios domiciliarios o servicios sociales, entre otros). En Suecia es uno de cada cuatro. Si este porcentaje se aplicara a España, nuestro país tendría cinco millones más de trabajadores (eliminando, por cierto, el desempleo). Es más, la eliminación de tal desempleo, permitiría la mayor integración de la mujer en el mercado de trabajo. El trabajo crea la demanda para más puestos de trabajo. Y ahí está el mayor punto débil de la estrategia que se está siguiendo con los recortes de empleo público del gobierno actual. La destrucción de empleo empobrece al país. Se debería crear empleo para que se estableciera la necesidad de tener más empleo. Más empleo quiere decir más riqueza y más demanda, lo cual crea mayor necesidad de empleo. Ahora bien, que haya mucho empleo quiere decir que aumenta el poder del mundo del trabajo que no es lo que desea el mundo empresarial, quien ha estado ganando en su conflicto con el mundo del trabajo. Y los datos así lo muestran. España es uno de los países de la UE que tiene una mayor participación del excedente empresarial (que incluye beneficios empresariales) en la distribución de la renta. En 2007 fue el 41,9%, habiendo sido también el país de la UE 15 que tuvo mayor crecimiento de tal excedente empresarial en el periodo 2007-2009, hecho que contrasta con la mayoría de países de la UE donde dicho porcentaje bajó durante este periodo. Es lo que solía llamarse lucha de clases, que la gana, en bases diarias, la gran patronal a costa del mundo del trabajo. Es en los países nórdicos de Europa, donde el mundo del trabajo ha sido fuerte, donde el porcentaje de la población adulta trabajando en los servicios del estado del bienestar es más elevado, con mayores tasas de ocupación y con menor desempleo. Es en países como Grecia y España, donde el mundo del trabajo es débil, en los que tenemos un porcentaje menor de personas trabajando en su estado del bienestar, menos gente trabajando y mayor desempleo. La tasa de paro es un indicador político que define las relaciones de poder de clase en un país. La transición inmodélica de la dictadura a la democracia en España, perpetuó el enorme poder de las fuerzas conservadoras, lo cual explica que España haya tenido siempre en su periodo post transición un elevado desempleo y que ahora se esté acentuando con la crisis. La causa determinante del paro y de los bajos salarios es política más que económica o financiera. Así de claro.

La Fiscalía que ahora persigue a Gordillo ¿Prevarica o es que no sabe multiplicar? (JUAN TORRES LÓPEZ)

Según ha informado el diario El País (la noticia aquí) “la Fiscalía de Sevilla ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 1 de Écija que se inhiba en favor del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en el caso de los asaltos a dos supermercados por parte de un grupo organizado de jornaleros el pasado 7 de agosto. Con el allanamiento en favor del alto tribunal andaluz, el aforado Sánchez Gordillo, que lideró el robo de alimentos básicos en un supermercado de Écija podría ser imputado. El ministerio público considera que Sánchez Gordillo, pese a no ser el autor material de los asaltos, fue “inductor y cooperador necesario” en los mismos y su hipotética pena sería similar a la que afectaría a los autores materiales de los hechos”.
Es impresionante la celeridad y eficacia con que la Fiscalía se pone en marcha para actuar contra una persona que al fin y al cabo lo que ha hecho es tratar de mostrar a la sociedad la injusticia que supone que miles de familias pasen hambre y pierdan sus viviendas mientras que los causantes de esos problemas reciben ayudas multimillonarias de los gobiernos con el dinero de todos los ciudadanos.
Impresiona pero también indigna cuando se sabe que esa misma Fiscalía no actúa cuando se trata de perseguir a quienes roban a los españoles 600.000 € diarios o un montante total de 5.400 millones de euros desde 1984.
Eso es lo que está pasando, según demuestra el ingeniero sevillano Antonio Moreno en su web estafaluz.com. Este ingeniero se ha dirigido en varias ocasiones a la Fiscalía de Sevilla para poner en su conocimiento que hay una connivencia entre los sucesivos gobiernos y cuatro empresas eléctricas españolas (Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa e Hidrocantábrico) para estafar a los consumidores, concretamente, cobrándoles por servicios que no le prestan o manipulando los precios. Pero la Fiscalía que ahora se moviliza rápidamente contra Gordillo no hace nada.
Para comprobar que esa estafa es cierta basta con saber multiplicar. Antonio Moreno ha presentado a la Fiscalía datos que muestran la evolución del precio medio de mercado del contador monofásico de simple tarifa, que es el instalado en la práctica totalidad de las viviendas y que supone aproximadamente el 85% del parque nacional, y la curva de evolución del precio de alquiler de dicho contador. Como bien indica Antonio Moreno, si los puntos de la curva de evolución del precio de alquiler se hubieran obtenido multiplicando por la constante k=1.25/100 los puntos de la curva de evolución del precio medio de mercado (como afirma el Boletín del Estado que ocurre), ambas curvas serían coincidentes. Sin embargo, resulta que no sólo no son coincidentes sino que la curva de evolución del precio de alquiler asciende mientras que la curva de evolución del precio medio de mercado desciende. Eso prueba irrefutablemente que los precios a partir de los cuales el Ministerio calcula los precios de alquiler son muy superiores a los precios medios de mercado reales.
A pesar de que es así de fácil comprobar la estafa, la Fiscalía se viene desentiendo de las denuncias que presenta Antonio Moreno, de donde no cabe sino deducir que la misma Fiscalía que persigue con tanto ahínco a Sánchez Gordillo o está prevaricando cuando se desentiende de una estafa que afecta a los 24 millones de clientes de las compañías eléctricas y lleva reportados a éstas más de 2.400 millones de euros o es que ha sido dirigida por fiscales que no saben multiplicar.
La Constitución española establece que la función del Ministerio Fiscal es “promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, y velar por la independencia de los tribunales y procurar ante éstos la satisfacción del interés social”.
Su actuación tan distinta ante quienes denuncian robos y ante quienes los cometen es una prueba más del tipo de instituciones que nos gobiernan y de los intereses a los que sirven. A mí me parece que combatirlas es ya una deber moral inexcusable de cualquier persona mínimamente decente.

RECORDANDO A LOS "DESAPARECIDOS" - AMNISTÍA INTERNACIONAL -

Hoy, 30 de agosto, es el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzosas y queremos dedicar el día a recordar a las miles de víctimas de este crimen en el mundo y también a sus familiares. 
Un desaparición forzada ocurre cuando agentes del Estado u otras personas que actúan en su nombre, detienen o secuestran a una persona y no reconocen el hecho, ni dicen, por tanto, dónde está la víctima quedando ésta sin protección legal.

En España, miles de personas fueron víctimas de desaparición forzada durante la Guerra Civil y el Franquismo. Sin embargo, las autoridades obvian su obligación de investigar, y garantizar justicia y reparación a las víctimas a pesar de que este tipo de crímenes no prescriben. Como tampoco desaparece el inmenso dolor de las familias que buscan todavía a seres queridos.
No debemos perder la memoria. Debemos exigir la verdad y la justicia.
Por eso te invito a que sigas apoyándonos. Amnistía Internacional se financia sólo gracias a personas como tú, por eso te necesitamos. Cualquier contribución, por pequeña que sea, nos permite seguir dando voz a las víctimas de violaciones de los derechos humanos. Sólo con un clic aquí.

Permíteme que acabe con unos versos de Mario Benedetti:
“Es ilusión de estos olvidadores
que los otros, las otras, los otritos
no sigan recordando su vileza
pero son fantasía sin futuro ni magia”
Saludos
Esteban Beltrán
Director Amnistía Internacional – Sección Española

CONCIERTO ÓSCAR MARTÍN (Iglesia de San Francisco, Villafranca del Bierzo)


Este es el primer concierto que se celebra dentro del XXVIII Curso Internacional de Composición de Villafranca del Bierzo de este año. 
Una maravilla ver a Óscar Martín tocar el piano, ¡nos encantó!
Anina

XXVIII CURSO INTERNACIONAL DE COMPOSICIÓN DE VILLAFRANCA DEL BIERZO

Otro año más (y ya van 28) que se celebra el Curso Internacional de Composición de Villafranca del Bierzo, y me alegro mucho de que así sea, porque es un lujazo tener este curso en nuestra tierra, y para nosotros (aficionados a la buena música y a los buenos músicos) es un lujo poder asistir a estos conciertos. Esperamos que no se dejen nunca de celebrar y que podamos disfrutarlos durante muchísimos años más.
Anina

miércoles, 29 de agosto de 2012

DÚO FLORESTAN Y EUSEBIUS (Bodega del Palacio del Castillo de los Templarios, Ponferrada)



Hoy fuimos Elena, mis padres y yo a ver a este dúo de piano y clarinete, lo hicieron de maravilla, ¡nos gustó mucho a todos!
Anina

Avanzar al pasado: la sanidad como mercancía (JOAN BENACH)

Artículo del profesor Joan Benach publicado en El País

El real decreto de abril del Gobierno del PP es una contrarreforma que nos lleva tres décadas atrás. Quieren seguros sanitarios para los ricos, la seguridad social para los trabajadores y la beneficencia para el resto
La obtención del derecho a la atención sanitaria ha sido una de las conquistas sociales más importantes de la segunda mitad del siglo XX, un bien público equiparable al derecho al voto, la educación o tener una pensión. Un referente histórico de los países con sistemas sanitarios públicos financiados directamente con impuestos fue el National Health Service británico, que en 1948 propuso una asistencia preventiva y curativa para “todo ciudadano sin excepción”. Junto a Reino Unido, los países nórdicos y otros países europeos siguieron procesos parecidos estableciendo sistemas sanitarios según los principios de financiación pública, acceso universal y una amplia oferta de servicios sanitarios con independencia de los ingresos, posición social o lugar de residencia.
En España ese proceso fue tardío. Durante el periodo final de la dictadura franquista, dos tercios de la población tenían alguna cobertura sanitaria. En 1978, cuando la Constitución estableció el derecho a la protección de la salud ciudadana, cuatro de cada cinco personas estaba ya cubierta por la Seguridad Social. En 1986 se produjo un cambio fundamental cuando la Ley General de Sanidad sentó las bases de un Sistema Nacional de Salud (SNS) que amplió la cobertura y proveyó atención sanitaria de mayor calidad para casi toda la población. En esos mismos años, sin embargo, el sector sanitario público se situó bajo el punto de mira de Gobiernos conservadores, instituciones internacionales y grandes empresas (farmacéuticas, seguros, tecnológicas y hospitalarias), aumentando progresivamente la presión para mercantilizar la sanidad. La razón es fácil de entender: en una fase de estancamiento capitalista y reducción de beneficios, la atención sanitaria era un lugar ideal para hacer negocios. En 1987 y 1993, dos relevantes informes del Banco Mundial ya plantearon la necesidad de adoptar criterios mercantiles, desinstitucionalizar la atención sanitaria y otorgar un mayor papel a las aseguradoras y prestadores privados de servicios. No olvidemos que los sistemas sanitarios público y privado son como “vasos comunicantes”: para que el privado tenga posibilidades de lucro primero hay que desprestigiar, debilitar o “parasitar” al público.
En 1991, el Informe Abril se convirtió en el primer intento serio de promover la mercantilización del sistema sanitario en España. Se abogaba por mejorar su eficiencia mediante la separación de la financiación pública de la provisión de servicios o la instauración de conceptos como la “prestación adicional” y “complementaria” cofinanciados por el usuario. Los argumentos ideológicos, repetidos desde entonces hasta la saciedad, son bien conocidos: el sector público es “insostenible” y “burocrático”, el sistema privado es “más eficiente” que el público, “la salud pertenece al ámbito personal”, los usuarios son responsables de “abusar de la sanidad”. Ni la investigación científica ni la propia OMS confirman esos supuestos. La sanidad pública es más equitativa (sobre todo cuando tiene financiación suficiente finalista), eficiente (sobre todo si se impulsa la atención primaria) y tiene más calidad que la privada (con las excepciones del confort y el tiempo de espera).
A finales de la década de los noventa, el proceso mercantilizador se acelerará. En 1997, bajo el Gobierno de José María Aznar, el PP aprobó (con el apoyo de PSOE y PNV) la Ley 15/97 que permitía la entrada de entidades privadas en la gestión de los centros sanitarios públicos, y en 1999, con la construcción y gestión del hospital de La Ribera en Alzira, se abrió el camino a la mercantilización de la sanidad y el fomento a “modelos de negocio” privados. La Generalitat valenciana del PP de Eduardo Zaplana lo puso en manos de un consorcio formado por el grupo Ribera (gestión sanitaria), Adeslas (aseguradora médica), Lubasa (inmobiliaria) y Dragados (constructora).
En Madrid, la cesión en 2005 del hospital de Valdemoro a la empresa de capital sueco Capio se convirtió, bajo el PP de Esperanza Aguirre, en la punta de lanza de la construcción de centros privados.
En Cataluña se configuró históricamente un sistema de gestión sanitaria mixto donde junto a los hospitales públicos hay una extensa red de centros semipúblicos con una amplia presencia de instituciones locales y grupos privados y eclesiásticos, y un modelo público con una concepción empresarial. En 1995 se aceptó el ánimo de lucro en la gestión de la sanidad pública, y las sucesivas reformas legales de CiU y el tripartito (PSC, ERC; ICV-EUA) reforzaron aún más el llamado “modelo catalán”. La reforma del Institut Català de la Salut de 2007 y la llamada ley Ómnibus contemplaron la posibilidad de que los hospitales públicos alquilaran operadores privados en las plantas cerradas o los quirófanos que dejaran de operar por las tardes.
A lo largo del proceso histórico sucintamente resumido, las estrategias para mercantilizar y privatizar la sanidad han sido permanentes, un goteo constante. El resultado ha sido reducir progresivamente la capacidad asistencial de los centros públicos, cerrándose camas, consultas y quirófanos hospitalarios, restringiendo urgencias ambulatorias y alargando las listas de espera. A decir de políticos tan significados como Esperanza Aguirre o Artur Mas, se trata de reducir la sanidad pública a su “núcleo básico” manteniendo la gratuidad de los servicios sanitarios imprescindibles. Si las clases medias dejan el sistema público, este se debilitará y convertirá básicamente en un sistema de y para los pobres.
Bajo el discurso de una supuesta insostenibilidad financiera, haber “vivido por encima de nuestras posibilidades” y con una población enshock por la crisis actual, tras el goteo, llega ahora el turno al chorro de agua helada en forma de un Real Decreto Ley (RDL 16/2012, 20 de abril) que comporta pasar de un sistema nacional de salud a un sistema tripartito basado en los seguros sanitarios para los ricos, la seguridad social para los trabajadores y la beneficencia para el resto de personas. El RDL del Gobierno del PP es una contrarreforma sanitaria que nos lleva tres décadas atrás. Primero, porque se pasa de un sistema financiado con impuestos directos a un sistema basado en la financiación de un modelo de seguros con el pago del afiliado (asegurado) o el protegido (beneficiario) por la Seguridad Social y numerosos copagos. Segundo, porque se renuncia a la atención sanitaria universal excluyendo a los sectores más débiles de la sociedad española: inmigrantes sin papeles y discapacitados con una discapacidad menor del 65%, entre otros colectivos. Tercero, porque se establecen tres niveles de servicios sin definir aún, lo que apunta a una reducción de las prestaciones básicas y la generación de un sistema de beneficencia que “arrastrará” a la clase media hacia los seguros privados con prestaciones complementarias sometidas a repago. Millones de pensionistas, cuya economía raya en la subsistencia, deberán realizar “repagos” (un “impuesto sobre la enfermedad”) según su nivel de renta (una gestión que es compleja e injusta), y pagar por fármacos que sirven para “síntomas menores”. Y cuarto, ya que se niega la sanidad a inmigrantes o personas enfermas socialmente excluidas, el “nuevo” sistema acarreará problemas de salud pública con la saturación de los servicios de urgencias y la probable aparición de epidemias. Además, es un modelo implantado en forma autoritaria y anticonstitucional que producirá graves problemas de salud y desigualdades, especialmente en pobres, enfermos crónicos, discapacitados y quienes deban desplazarse a los centros sanitarios. Ese modelo significa “avanzar” hacia una sanidad mercantilizada, injusta, que rompe el concepto de ciudadanía y solidaridad social, que abre paso al clasismo, la desigualdad y es el fin del derecho universal a la sanidad y la salud.
Los sistemas de sanidad públicos, accesibles, con organización y gestión esencialmente públicas y una elevada calidad de prestaciones, ofrecen resultados globales de salud mejores que otros modelos. Que el sistema sanitario público pueda mejorar su eficiencia (con más atención primaria y menos gasto farmacéutico), calidad (con más atención en salud mental por ejemplo) y equidad (protegiendo a toda la población) no puede ser excusa para que las fuerzas económicas y políticas que favorecen la mercantilización sanitaria destruyan un modelo conseguido a través de largas luchas sociales. La atención sanitaria debe ser un derecho ciudadano independientemente de la condición social y el lugar donde se viva y no una mercancía que solo consuman los “clientes” que puedan pagarla.

domingo, 26 de agosto de 2012

RUTA "LAGO AUSENTE" (PICOS DE EUROPA LEONESES)














No teníamos claro que ruta elegir, hay unas cuantas en los Picos de Europa leoneses, así que paramos de nuevo en la Casa del Parque Valle del Porma donde compramos (y digo compramos porque ya hay que pagarlos, antes eran gratuitos) unos folletos de las rutas que hay alrededor del Puerto de San Isidro, nos decidimos por una ruta (de unos 6 km (ida y vuelta) y 350m de desnivel, por senda, de una dificultad catalogada como media) llamada "Lago Ausente, PR-LE 26". Así que buscamos el área recreativa "El Praico", un poco antes de llegar a San Isidro y nos pusimos en marcha, nos costó encontrar el sendero ¡hay que buscar las señales de la ruta! ¡no queda otra! jajaja. Lo primero es atravesar el prado por el que corre el arroyo de Fonfría, en dirección a unas rocas pegadas a la ladera, ahí se inicia un desbroce por el que hay que continuar, ganando altura. Más arriba la pendiente se atenúa justo donde el sendero cruza el arroyo para avanzar hacia el este por una vaguada que desemboca en una amplia cubeta, ocupada por una de las turberas más extensas y llamativas de la Loma Fonfría. Se rodea la turbera para continuar subiendo a través de un matorral bajo de brezos y escobas, hasta salir a una pista pedregosa procedente de la Estación Invernal de San Isidro. Girando a la izquierda, nos encontramos con una empinadísima senda de montaña que sube directa al Lago Ausente, en un repecho final bastante duro, pero que merece la pena hacer el esfuerzo y disfrutar del precioso paisaje formado por un circo glaciar excavado en las laderas del macizo el Pico Ausente y la Peña Requejines (a la que se puede subir por una derivación montañera de la ruta, catalogada como de dificultad alta y a la que nosotros no subimos, ¡quizá cuando estemos más en forma! jajaja). Disfrutamos muchísimo del lago (en el que por cierto, había gente dándose un baño ¡que envidia!¡y yo sin bañador!) y de las vistas espectaculares de toda la ruta. Me lo he pasado genial ¡me encanta y me siento tan bien!.
Anina

viernes, 24 de agosto de 2012

El euro no tiene problemas; las clases populares sí que los tiene (VICENÇ NAVARRO)

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la revista Social Europe Journal, 17 de agosto de 2012

Este artículo, traducido de un artículo escrito en inglés, señala que la alianza de clases entre el establishment europeo liderado por el establishment alemán y su Bundesbank (que controla el Banco Central Europeo) y el establishment español, explica que el euro no está en peligro de desaparecer y que su establecimiento está siendo utilizado por el establishment español para llevar a cabo aquellas reformas, como la reducción de las pensiones, la reducción de los salarios y la desaparición del Estado del Bienestar, que siempre han deseado. De ahí que la intervención a España sea lo que en realidad se desea para justificar tales medidas.

Una de las frases frecuentemente repetida en los círculos económicos en Estados Unidos (y en menor medida en Europa) es “el euro va a desaparecer”. Las personas que repiten esa frase una y otra vez parecen ignorar cómo se fundó el euro, por quién y para beneficio de quién. Si supieran la historia del euro, se habrían dado cuenta de que a las fuerzas principales que hay detrás del euro les ha ido muy bien y así les sigue yendo. Mientras ellos sigan beneficiándose de la existencia del euro, el euro va a seguir existiendo.
Empecemos con la historia del Euro y la razón principal de su creación. Después de la caída del Muro de Berlín, parecía que la Alemania Oriental y la Occidental podrían reunificarse y, como era el deseo del establishment de Alemania Occidental, volver a ser, de nuevo, una Alemania unida. Esta posibilidad no era del agrado de la Europa democrática. En dos ocasiones en el siglo XX, la mayoría de los países europeos tuvieron que ir a la guerra para detener las ansias expansionistas de la Alemania Unida. Los gobiernos europeos no estaban contentos de ver a la Alemania del post-nazismo reunificada. El presidente de Francia, François Mitterrand llegó a decir irónicamente que: “Amo a Alemania tanto que prefiero ver dos Alemanias en lugar de una.”
La única alternativa para los gobiernos de la Europa democrática era asegurarse que la Alemania unida no se convirtiera en un país aislado en frente de todos los demás. Alemania tenía que integrarse a Europa. Tenía que ser europeizada. Mitterrand pensaba que una manera de hacerlo era reemplazar la moneda alemana, el marco, por una nueva moneda europea, el euro. Así es cómo se planeó integrar la Alemania unificada del post-nazismo a la Europa democrática.
El establishment alemán puso dos condiciones para aceptar la sustitución del marco alemán por el euro. Una condición fue establecer una autoridad financiera, el Banco Central Europeo, el BCE, que gestionara el euro con el único objetivo de mantener la inflación baja. El BCE debía estar bajo la fuerte influencia (es decir bajo el control) del Banco Central de Alemania, el Bundesbank. La otra condición era establecer el Pacto de Estabilidad, que impone la disciplina financiera a los Estados miembros de la Eurozona. Sus déficits públicos tendrían que mantenerse por debajo del 3% de su PIB, incluso en momentos de recesión.
Para entender por qué los otros países aceptaron estas condiciones, uno tiene que entender que el neoliberalismo (que se inició con el presidente Ronald Reagan en los Estados Unidos y con la primer ministro Margaret Thatcher en el Reino Unido) era la ideología dominante en esos países. Un objetivo importante dentro de ese dogma neoliberal era reducir el papel del Estado tanto como fuera posible, fomentar la financiación privada y restar importancia a la demanda doméstica como la manera de estimular la economía. En este punto de vista, el principal motor de la economía debía ser el crecimiento de las exportaciones. Éstas son las raíces del problema, no del euro, que está en buen estado de salud, sino del empeoramiento del bienestar de la población en esos países.

El Banco Central Europeo no es un Banco Central

¿Qué hace un Banco Central? Entre otras cosas imprimir dinero  y, con ese dinero, comprar bonos públicos del Estado, asegurándose que las tasas de interés de esos bonos son razonables y no llegan a ser excesivas. Un Banco Central protege a los Estados contra la especulación de los mercados financieros. El BCE, sin embargo, no lo hace. Las tasas de interés sobre la deuda pública de los Estados, en algunos países, se ha disparado debido a que el BCE no ha comprado deuda pública desde hace bastante tiempo. España e Italia son plenamente conscientes de ello.
Lo que hace el BCE, sin embargo, es prestar un montón de dinero a los bancos privados a una tasa de interés muy baja (inferior al 1%) y con este dinero compran bonos públicos emitidos a un interés muy alto (6% a 7% en Italia y España). ¡Se trata de una oferta fantástica para estos bancos! Desde el pasado mes de diciembre, el BCE ha prestado más de 1 billón de euros  a los bancos privados, la mitad (500.000 millones de euros) a los bancos españoles e italianos. Esta transferencia de fondos públicos (el BCE es una institución pública) para el sector financiero privado se justifica argumentando que esta ayuda era necesaria para salvar a los bancos y, por tanto, asegurar el crédito que se ofrece a la pequeña y mediana empresa y a las familias. Este crédito, sin embargo, no ha aparecido y tanto los individuos como las medianas y pequeñas empresas siguen teniendo dificultades para obtenerlo.
En ocasiones, el BCE compra bonos públicos en los mercados secundarios de los Estados que están en problemas, pero los compra de manera casi clandestina, en dosis muy pequeñas y por períodos muy cortos de tiempo. Los mercados financieros son conscientes de esta situación. Esta es la razón por la que los intereses de los bonos públicos bajan, cuando el BCE los compra, pero luego vuelven a subir, siendo así muy difícil para los Estados poder mantener bajos los intereses de su deuda pública. El BCE debería anunciar abiertamente que no permitirá que el interés de los bonos públicos sobrepase un cierto nivel, lo que haría imposible para los mercados financieros poder especular con ellos. Pero el BCE no lo hace, dejando a los Estados sin protección frente a los mercados financieros.
En esta situación, el argumento de que España e Italia deben reducir su déficit público para recuperar la confianza de los mercados financieros no es creíble. España ha estado reduciendo su déficit público, mientras que los intereses de su deuda pública ha ido en aumento, lo que demuestra que es el BCE, no los mercados financieros, quien determina el valor de la tasa de los intereses de la deuda.

¿Quién controla el sistema financiero europeo?

En teoría, se suponía que el BCE era el gerente del euro. Pero quien realmente controla el Euro y el sistema financiero europeo es el Bundesbank, el Banco Central alemán. Se diseñó de esa manera, como he señalado anteriormente. Pero ha habido otro hecho que ha incrementado el control del sistema financiero europeo por el Bundesbank y los bancos alemanes: el conjunto de decisiones tomadas por el gobierno alemán, en concreto por el gobierno de Schroeder socialdemócrata (Agenda 2010), y continuada por los gobiernos conservadores de Merkel, que hicieron hincapié en el sector exportador como el principal motor de economía. Oskar Lafontaine, el exministro de Finanzas de Schroeder, quería situar la demanda doméstica como el principal motor de la recuperación económica alemana. Para ello propuso aumentar los salarios y el gasto público. Él perdió y dejó el partido socialdemócrata, formando un nuevo partido, Die Linke  (La Izquierda), y ganó Schroeder (que ahora trabaja para una industria orientada a la exportación). Como consecuencia de que la actividad económica centró el énfasis en las exportaciones (la mayoría a la zona del euro), los bancos alemanes acumularon una enorme cantidad de euros. En lugar de utilizar estos euros para aumentar los salarios de los trabajadores alemanes (lo que habría estimulado no sólo la economía alemana, sino la economía europea en su conjunto), los bancos alemanes optaron por exportar euros, invirtiéndolos en la periferia de la zona euro. Esa inversión fue la causa de la burbuja inmobiliaria en España. Sin el dinero alemán, los bancos españoles no podrían haber financiado esta burbuja, basada en una especulación enorme.

¿Cuándo aparece la crisis en España?

Cuando los bancos alemanes dejaron de prestar dinero a España como resultado de su pánico (al enterarse de que ellos mismos estaban contaminados con productos tóxicos procedentes de los bancos de Estados Unidos), la burbuja inmobiliaria se derrumbó, creando un agujero en la economía española equivale al 10% de su Producto Interior Bruto (PIB), todo ello en tan solo unos meses. Se trataba de un tsunami económico, un desastre auténtico. Inmediatamente, se pasó de un superávit a un déficit público enorme, como consecuencia de la caída de los ingresos a los Estados. Tal déficit no fue un resultado del crecimiento del gasto público (España tiene una de las tasas más bajas de gasto público per cápita entre la UE-15), sino del dramático descenso de los ingresos debido al colapso económico. El énfasis de la “troika” (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) en que España necesita reducir su gasto público está profundamente equivocado, pues el déficit público no ha sido causado por un crecimiento de los gastos (como han sugerido los comentarios frívolos de la Canciller Merkel sobre la “extravagancia del sector público español”). Esos recortes están dando lugar a otra recesión.


¿Cuál es la finalidad de la ayuda financiera?

La retórica oficial afirma que las autoridades financieras de la zona euro han puesto a disposición de España 100.000 millones de euros para ayudar a sus bancos. La realidad, sin embargo, es muy diferente. Los bancos españoles y el Estado español están profundamente en deuda. Le deben mucho dinero a los bancos extranjeros, incluidos los bancos alemanes, que han prestado casi 200.000 millones de euros a España. Estos bancos están gritando al cielo para recuperar su dinero. Es por eso que los 100.000 millones de euros han sido aprobados por el Parlamento alemán. Peter Bofinger, asesor económico del gobierno alemán, lo expresó muy claramente: “Esta ayuda no es a estos países en problemas (como España), sino a nuestros propios bancos que poseen una gran cantidad de deuda privada en esos países.” (Pratap Chatterjee “Bailing out Germany: The Story Behind the European Financial Costs” [28/05/42]). No se podría haber dicho mejor.
Si las autoridades europeas hubieran querido ayudar a España deberían haber prestado ese dinero a un interés muy bajo a las agencias de crédito públicas españolas (como el ICO, Instituto de Crédito Oficial), a fin de resolver el enorme problema de la falta de crédito en España. Esta alternativa, por supuesto, nunca fue tenida en cuenta.

¿Dónde está el supuesto problema con el euro?

El hecho de que España tiene un enorme problema de falta de liquidez no significa que el euro esté en problemas. Muchos gobiernos regionales no pueden pagar sus servicios públicos debido a la falta de dinero. Es un hecho que las enormes diferencias en la disponibilidad de crédito dentro de la zona del euro están beneficiando a los bancos alemanes. Hoy en día, hay un flujo de capital desde España a Alemania, enriqueciendo a los bancos alemanes y determinando que los bonos públicos alemanes sean muy seguros. El hecho de que hay una crisis enorme, con grandes tasas de desempleo en los países periféricos no significa, sin embargo, que el euro esté en crisis. Estaría en crisis sólo si estos países periféricos, entre ellos España, abandonaran el euro. Eso significaría el colapso de los bancos alemanes y del sistema financiero europeo. Pero esto no va a suceder. Las medidas que se están adoptando en España y otros países de la periferia (con el apoyo de la Troika) por sus gobiernos son las medidas que las fuerzas conservadoras que tales gobiernos representan siempre han soñado: recortar los salarios, eliminar la protección social, desmantelar el Estado del Bienestar, y así sucesivamente. Tales gobiernos dicen que lo están haciendo debido a las instrucciones que reciben de Bruselas, de Frankfurt y/o de Berlín. Ellos están transfiriendo la responsabilidad a los agentes extranjeros, que supuestamente les están obligando a hacerlo. Es la exteriorización de la culpa. Su lema principal es: “No hay alternativa”.
Cuando el Sr. Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, pide al Sr. Mariano Rajoy, el presidente del gobierno español (el gobierno más conservador en la Unión Europea, próximo a la ideología del grupo ultraneoliberal conocido como  el Tea Party de los Estados Unidos), él le dice que con el fin de ayudarlo, tendrá que hacer reformas en el mercado de trabajo (es decir, facilitar a los empleadores a despedir a los trabajadores). Rajoy está muy abierto a tal instrucción. En una reciente conferencia de prensa (9 de agosto de 2012), el Sr. Draghi fue muy claro. El BCE no va a comprar bonos públicos españoles a menos que el gobierno español tome medidas difíciles, impopulares como la reforma del mercado laboral, la reducción de las prestaciones de jubilación, y la privatización del Estado del Bienestar. El gobierno de Rajoy estará encantado de seguir estas instrucciones. Ya ha hecho muchos recortes y tiene proyectados 120.000 millones de euros más en recortes dentro de los próximos dos años. El euro y su sistema de gobierno están trabajando muy bien para aquellos que tienen la voz principal dentro de la Eurozona hoy en día. El BCE está instruyendo a los gobiernos de la zona monetaria a desmantelar la Europa social y lo están haciendo. Es lo que mi buen amigo Jeff Faux, fundador del Economic Policy Institute en Washington, solía llamar “las alianzas de las clases dominantes a nivel internacional”, es decir, la alianza entre las clases dominantes de todo el mundo. Esa alianza está claramente operando en la zona del euro en la actualidad. Es por ello que el euro va a existir  por mucho, mucho tiempo.

Shakira, niña de 6 años con cáncer duerme en una furgoneta tras los desalojos en Puerta de Hierro (AMNISTÍA INTERNACIONAL)

Shakira tiene 6 años y le han diagnosticado un tumor cerebral muy grave. Pero además, ella y su familia padecen otro grave problema: están entre las 300 personas que viven hacinadas entre escombros en Puerta de Hierro (Madrid) desde que el Ayuntamiento empezó a derribar sus casas en 2010.

Ahora Shakira vive en una furgoneta con su familia. A pesar de recibir tratamiento médico contra el cáncer, las condiciones en las que vive complican su curación.

Los desalojos forzosos tienen consecuencias devastadoras sobre las personas. Por eso, y así se lo ha recordado Naciones Unidas al Estado español, deben hacerse siempre garantizando un alojamiento alternativo estable, y más si cabe en el caso de menores y personas enfermas. El Ayuntamiento de Madrid no ha cumplido con su obligación.

En Puerta de Hierro, otros 70 niños y niñas acompañan a Shakira en esta situación de desamparo.

Te pedimos, por favor, que firmes esta acción a favor de Shakira y el resto de familias de Puerta de Hierro. Su situación requiere una respuesta URGENTE y contundente. Con tus datos enviaremos un fax en tu nombre a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

Agradeciéndote de antemano tu compromiso, recibe un fuerte abrazo.

Esteban Beltrán
Director Amnistía Internacional - Sección Española (@amnistiaespana)

jueves, 23 de agosto de 2012

CONCIERTO QUINTETO ORPHEUS (Bodega del Palacio del Castillo de los Templarios de Ponferrada)



Hoy fuimos a ver a este quinteto de chicas, que lo hicieron muy bien y nos gustó mucho el concierto, fuimos como siempre Elena, mis padres y yo.
Anina

lunes, 20 de agosto de 2012

The Euro is not in Trouble. People are! (VICENÇ NAVARRO)

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la revista Social Europe Journal, 17 de agosto de 2012

Este artículo, escrito en inglés, señala que la alianza de clases entre el establishment europeo liderado por el establishment alemán y su Bundesbank (que controla el Banco Central Europeo) y el establishment español, explica que el euro no está en peligro de desaparecer y que su establecimiento está siendo utilizado por el establishment español para llevar a cabo aquellas reformas, como la reducción de las pensiones, la reducción de los salarios y la desaparición del Estado del Bienestar, que siempre han deseado. De ahí que la intervención de España sea lo que en realidad se desea para justificar tales medidas.

One of the phrases frequently written in economic circles in the United States (and to a lesser degree in Europe) is “the Euro is going to collapse.” Those who repeat that phrase over and over again do not seem to know how the Euro was established, by whom, and for whose benefit. If they knew the history of the Euro, they would have noticed that the major forces behind the Euro have done very well and continue to do so. As long as they continue to benefit from the Euro’s existence, the Euro will continue to exist.
Let’s start with the Euro’s history and the major reason it was established. After the collapse of the Berlin Wall, it looked like East and West Germany could reunite and – as the Western German establishment wanted – become, once again, a united Germany. That possibility did not please democratic Europe. Twice in the 20th century, the majority of European countries had to go to war to stop the expansionist aims of a united Germany. The European governments were not pleased to see post-Nazi Germany reunited. President François Mitterrand of France even said ironically that, “I love Germany so much that I prefer to see two Germanys rather than one.”
The only alternative these governments saw was to make sure the united Germany would not become an isolated country in front of everyone else. Germany had to become integrated into Europe. It had to become Europeanized. Mitterrand thought one way of doing this was to have the German currency, the Mark, replaced by a new European currency, the Euro. This was thought to be a way of anchoring post-Nazi Germany to democratic Europe.
The German establishment, however, put forth conditions. One was to establish a financial authority, the European Central Bank (ECB), that would manage the Euro and have as its only objective to keep inflation down. The ECB would be under the heavy influence of (i.e., controlled by) the German Central Bank, the Bundenbank. The other condition was to establish the Stability Pact, which would impose financial discipline on member states of the Eurozone. Their public deficits would have to remain lower than 3% of their GDP, even in moments of recession.
To understand why the other countries accepted these conditions, one has to understand that neoliberalism (which started with President Ronald Reagan in the United States and with Prime Minister Margaret Thatcher in the United Kingdom) was the dominant ideology in those countries. A major position within that neoliberal dogma was to reduce the role of the state as much as possible, encouraging private financing and de-emphasizing domestic demand as the way of stimulating the economy. In this view, the main motor of the economy should be the growth of exports. These are the roots of the problem – not of the Euro, which is in good health – but of the welfare and well-being of the population in those countries.

The European Central Bank is not a central bank

What a central bank does, among other things, is to print money and, with that money, buy public bonds of the state, making sure the interest rates on those bonds are reasonable and do not become excessive. The U.S. Federal Reserve, for example, has created more than $2.3 trillion since 2008 and used it to buy U.S. government bonds and mortgage-backed securities. The central bank protects states against the financial market’s speculation. The ECB, however, does not do this. The interest rates on the states’ public debt in some countries has skyrocketed because the ECB has not bought any of their debt for quite some time. Spain and Italy are fully aware of this.
What the ECB does, however, is to lend a lot of money to private banks at a very low interest rate (lower than 1%), with which they buy public bonds with very high interest (6% to 7% in Italy and Spain). It is a fantastic deal for these banks! Since last December, the ECB has lent more than 1 trillion Euros (1,000,000 million Euros) to private banks, half of it (500,000 million Euros) to Spanish and Italian banks. This transfer of public funds (the ECB is a public institution) to the private financial sector is justified by indicating that this aid was needed in order to save the banks and, thus, ensure credit is being offered to small and medium-sized business enterprises and families in debt. Credit, however, has not appeared. Both individuals and businesses continue to have difficulties obtaining it.
Occasionally, the ECB buys public bonds in the secondary markets from states that are in trouble, but it buys them in an almost clandestine way, in very small doses and for very short periods of time. The financial markets are aware of this situation. This is why the high interest of the public bonds goes down for a while when the ECB buys them and then goes up again, making it very difficult for states to sustain low interest rates. The ECB should announce openly that it will not allow the interest of the public bonds to go over a certain level, making it impossible for financial markets to speculate with them. But the ECB does not do this, leaving states unprotected in front of those financial markets.
In this situation, the agreement that Spain and Italy must reduce their public deficits to recover the confidence and trust of financial markets is not credible. Spain has been reducing the public deficit, while the interest of Spanish bonds has been increasing, proving that it is the ECB, not the financial markets, that can determine what that interest rate will be.

Who controls the European financial system?

In theory, the ECB was supposed to be the manager of the Euro. But the one that really controls the Euro, and the European financial system, is the Bundesbank, the German Central Bank. It was designed that way, as previously noted. But there was another reason for control of the European financial system by the Bundesbank and the German banks. That influence (almost to the point of control) was the result of a set of decisions made by the German government, specifically by the Schroeder social democratic government (Agenda 2010), and continued by Merkel’s conservative governments, which emphasized the export sector as the economy’s main motor. Oskar Lafontaine, Schroeder’s first Minister of Finance, wanted to put domestic demand as the main motor of the German economic recovery. He proposed increasing salaries and public expenditures. He lost and left the social democratic party, forming a new party, Die Linke/The Left, and Schroeder (now working for an export-oriented industry) won. As a consequence of that emphasis on exports (the majority to the Eurozone), German banks accumulated an enormous amount of Euros. Rather than using these Euros to increase German workers’ salaries (which would have stimulated not only the German economy, but the whole European economy), the German banks exported those Euros, investing in the periphery of the Eurozone. That investment was the cause of the housing bubble in Spain. Without German money, the Spanish banks could not have financed that bubble, which was based on a huge speculation.

When did the crisis appear in Spain?

When German banks stopped lending to Spain as a result of their panic (when they learned that they themselves were contaminated with toxic products from U.S. banks) the housing bubble collapsed, creating a hole in the Spanish economy equivalent to 10% of its gross domestic product, all within a few months. It was an economic tsunami, an authentic disaster. Immediately, the public national budget went from a surplus to an enormous deficit, as a result of the collapse of revenues to the states. It was not a result of growth of public expenditures (Spain had the lowest public expenditures per capita among the EU-15), but rather the dramatic decline of revenues due to the economic collapse. The emphasis by the “Troika” (the European Commission, European Central Bank, and International Monetary Fund) that Spain needs to cut its public expenditures even more is profoundly wrong because the public deficit has not been caused by a growth of those expenditures (as suggested by the frivolous remarks of Chancellor Merkel about the “extravagance of the Spanish public sector”). Moreover, those cuts have brought about another recession.

What is the purpose of the financial aid?

The official rhetoric is that the financial authorities of the Eurozone have made available to Spain 100,000 million Euros to help its banks. Reality, however, is very different. The Spanish banks and the Spanish state are deeply in debt. They owe a lot of money to foreign banks, including German banks, which have lent almost 200,000 million Euros to Spain. These banks are screaming to have their money back. That is why the 100,000 million Euros have been approved by the German parliament. Peter Bofinger, economic advisor to the German government, put it quite clearly: “This assistance is not to these countries in trouble (like Spain) but rather to our own banks who own a lot of private debt in those countries.” (Pratap Chatterjee, “Bailing out Germany: The Story Behind the European Financial Costs” [28/05/42]). It could not have been said better.
If the European authorities had wanted to help Spain, they should have lent that money at very low interest to the Spanish public credit agencies (such as ICO, Official Institute of Credit), resolving the enormous problem of lack of credit in Spain. This alternative was, of course, never considered.

Where is the supposed problem with the Euro?

The fact that Spain has an enormous problem of lack of liquidity does not mean the Euro is in trouble. Many regional governments cannot pay their public servants because of a lack of money. As a matter of fact, those enormous differences in credit availability within the Eurozone are benefiting the German banks. Today, there is a flow of capital from Spain to Germany, enriching German banks and making German public bonds very secure. The fact that there is an enormous crisis with huge unemployment rates in the peripheral countries does not mean, however, that the Euro is in crisis. It would be in crisis only if these peripheral countries, including Spain, would leave the Euro. That would mean the collapse of the German banks and the European financial system. But this is not going to happen. The measures being taken in Spain and other peripheral countries, with the support of the Troika, by the Spanish and other governments are the measures that the conservative forces they represent have always dreamed of: cutting salaries, eliminating social protection, dismantling the welfare state, and so on. They claim they are doing it because of instructions from Brussels, Frankfurt, or Berlin. They are shifting responsibilities to foreign agents, who supposedly are forcing them to do it. It is the externalization of blame. Their major slogan is, “There is no alternative!”
When Mr. Mario Draghi, the president of the European Central Bank, calls Mr. Mariano Rajoy, the Spanish president of the most conservative government in the European Union, close to the Tea Party of the United States, he tells him that in order to help him, he will have to make reforms in the labor market (i.e., make it easier for employers to fire workers). He is quite open about it. In a recent press conference (August 9, 2012), Mr. Draghi was quite clear. The ECB will not buy Spanish public bonds unless the Spanish government takes tough, unpopular measures such as reforming the labor market, reducing pension benefits, and privatizing the welfare state. The Rajoy government will gladly follow these instructions. It has already made many cuts and projects 120,000 million Euros more in cuts within the next two years. The Euro and its system of governance are working beautifully for those who have the major voice within the Eurozone today. The ECB is instructing the governments of its monetary zone to dismantle Social Europe and they are doing it. It is what my good friend Jeff Faux, a founder of the Economic Policy Institute in Washington, D.C., used to call “the international class alliances,” that is, the alliance among the dominant classes around the world. That alliance is clearly operating in the Eurozone today. It is because of this that the Euro is going to be around for a long, long time.

domingo, 19 de agosto de 2012

RUTA "LA CERVATINA" (PICOS DE EUROPA LEONESES)


















Decidimos ir a Puebla de Lillo, Picos de Europa de León, a hacer una ruta. Así que lo primero fue ir a la Casa del Parque Valle del Porma (la Casa del Parque Torreón de Puebla de Lillo estaba cerrada). Allí nos dieron información de algunas rutas. Nos animamos a hacer "La Cervatina" (sendero de pequeño recorrido PR-LE 28), una ruta circular de 13,1km por pista forestal, de dificultad baja, con un desnivel de 285m. La ruta parte de la sede de la Casa del Parque Valle del Porma, cruzando el rio Celorno se continua por un constante ascenso hasta llegar a la pradería de Vega Ternillo, donde el recorrido se interna en el hayedo, un corto desvío nos lleva al Monte de la Cervatina, donde existe un bosquete de tejos, comenzando posteriormente el descenso en busca del valle, al encuentro de la fuente Fombea y el área recreativa de Pegarúas, finalizamos el recorrido por un camino que bordea la vega del río Silván hasta llegar a Puebla de Lillo.
Pasamos un calor increible, pero ¡a mi me encantó! ¡Juanma casi se deshidrata! jajaja, creo que me estoy aficionando a lo de las rutas, ¡poco a poco! ¡que en las cuestas sufro un montón! jajaja.
Anina

jueves, 16 de agosto de 2012

CONCIERTO MUOM Y BILAS (Teatro de Villafranca del Bierzo)

Ayer mi madre se enteró de que había un concierto en el Teatro de Villafranca del Bierzo, de una coral de cantos armónicos y de campanas planas de altas frecuencias vibratorias, os dejo el enlace a las páginas de los dos grupos que actuaron, para el que le interese: 
Les llamó la atención, así que para allá que nos fuimos Elena, mis padres y yo. 
No soy objetiva porque a mi este tipo de música no me gusta, aunque reconozco que son buenísimos y consiguen unos sonidos increibles. A mis padres les encantó el concierto.
Anina

¿Cuáles son la bandera y el himno españoles? (VICENÇ NAVARRO)

Artículo publicado por Vicenç Navarro, 17 de agosto de 2012

Este artículo señala la distinción entre lo que instruye la Constitución Española (resultado de una Transición Inmodélica) y lo que un elevado número de españoles sienten sobre la representatividad de sus símbolos, tales como la bandera borbónica y la Marcha Real.

A raíz de las declaraciones a un rotativo catalán, ARA, del deportista catalán Àlex Fàbregas, participante en las Olimpiadas de Londres, en las que declaraba que no sentía el himno nacional español, ni tampoco, consecuentemente, la bandera nacional española, como suyos, y sí en cambio sentía la bandera catalana, La Senyera, y el himno catalán, els Segadors como suyos, se movilizaron las predecibles voces insultantes en las que todo tipo de epítetos se dirigieron a tal deportista y a sus defensores.
Tal reacción muestra, una vez más, la escasísima cultura democrática que existe en algunos círculos nacionalistas españoles que han expresado siempre gran hostilidad hacia cualquier proyecto que difiera del suyo. En vez de establecer un diálogo, la respuesta es siempre la misma. El insulto tanto verbal como físico, incluido el militar. No en vano, la Constitución española atribuye a las Fuerzas Armadas la garantía de lo que llaman la Unidad de España, artículo de la Constitución que entra en claro conflicto con el principio democrático de que la soberanía radica en la ciudadanía. Por lo visto, bajo esta Constitución, si el pueblo catalán decidiera separarse de España, ello sería impedido por el Ejército, aun cuando el resto de la población española así lo aceptara. En realidad, en tal Constitución no existe espacio para considerar tal posibilidad. En otros países en los que he vivido por muchos años durante mi largo exilio, tal posibilidad sí que existe. Así, en EEUU, el Estado de Texas tiene la potestad, si así lo desea, de separarse de EEUU, posibilidad que, por cierto, muchos estadounidenses de persuasión progresista favorecerían debido a las posturas profundamente conservadoras que tal Estado suele sostener y promover. En otro país donde viví muchos años, Suecia, se vivió a principios del siglo XX, en 1905, una separación de parte de su territorio, Noruega, sin que hubiera conflicto alguno. Un acuerdo sin más respondiendo al deseo de Noruega y aceptado por Suecia.
En España, el enorme y asfixiante centralismo del nacionalismo español, más presente en las fuerzas conservadoras que en las progresistas (aun cuando estas últimas comparten frecuentemente elementos importantes de este centralismo que caracteriza el nacionalismo español), ha siempre respondido con hostilidad y agresión (incluida la militar) a todo intento de redefinir tal Estado, aceptando la descentralización (el llamado Estado de las autonomías) precisamente para no reconocer la plurinacionalidad del Estado español. Es ese nacionalismo español el que también ha mostrado la Transición española de la dictadura a la democracia como módelica, presentando la Constitución como un documento ejemplar que era mejor no cambiar (excepto en nocturnidad y alevosía para obedecer el dictado del gobierno alemán en aprobar el pacto fiscal).

Las consecuencias de la Transición Inmodélica

Como he escrito en varias ocasiones, la Transición dejó mucho de ser modélica (ver mi libro Bienestar insuficiente, Democracia incompleta. De lo que no se habla en nuestro país). Se hizo en términos muy favorables a las fuerzas conservadoras que controlaban el Estado español. Había un enorme desequilibrio entre las fuerzas políticas que se sentaron en la mesa para diseñar tal Transición. Por un lado, las conservadoras, herederas de la dictadura, que continuaban teniendo un gran poder, controlando, además del Estado, la mayoría de medios de información y persuasión, mientras que las izquierdas, que lideraban las fuerzas democráticas, acababan de salir de la prisión o de volver del exilio. Ni que decir tiene que las movilizaciones obreras jugaron un papel esencial en finalizar aquella horrible y sangrienta dictadura. Pero los partidos políticos de izquierda que se sentaron en la mesa, tenían muy poco poder. Ello dio como resultado una Transición y una Constitución inmodélicas. El sistema democrático al cual dio lugar, fue muy limitado, produciendo un bienestar muy insuficiente. Lo que está pasando con las víctimas de lo que se llama en España “el franquismo” (que debería llamarse fascismo) es un claro ejemplo de ello. Una juez de Argentina tendrá que proteger sus derechos –respondiendo al Derecho internacional- debido a que los que tenían que haberlo hecho en España no lo hicieron. Y, España continua siendo el país con el gasto público social por habitante más bajo de la UE.
En tal Constitución aparece la bandera borbónica como la bandera española, y la Marcha Real como himno nacional, frente al cual los súbditos tienen que cuadrarse en silencio. Tales símbolos definen bien la España de la Transición. Pero para millones de españoles –que perdieron la mal llamada Guerra Civil (que fue un golpe militar fascista frente a un sistema democrático) y sus sucesores, herederos que luchamos durante la dictadura por la democracia-, ni la bandera ni el himno son los nuestros. Lo es por ley, pero no lo sentimos nuestro. En realidad, aquel himno fue el himno de los golpistas, y la bandera borbónica (con cambios mínimos) fue la que los golpistas enarbolaron en su victoria en aquella rebelión antidemocrática (que no hubiera ocurrido sin la ayuda militar de Hitler y Mussolini). Este rechazo es muy acentuado en Cataluña (cuya cultura fue brutalmente reprimida por los golpistas) y no solo entre los independentistas (cuyo proyecto no comparto pero respeto) sino entre gran parte de la población.

La bandera republicana

Mi bandera española (tan querida como La Senyera), es la bandera por la cual mis padres y su generación lucharon (perdiendo una guerra) y es la bandera que las fuerzas democráticas, también en Catalunya, defendimos durante la dictadura. La bandera republicana, que, por cierto, me alegra ver que aparece cada vez más en las manifestaciones de protesta a lo que está ocurriendo en nuestro país. Esta bandera liga las demandas presentes de un mundo mejor con nuestras luchas y las de nuestros antepasados para establecer otra España, la España de los distintos pueblos y naciones de España, frente a esta España del establishment, cuyas políticas están causando un enorme dolor sin que tengan ningún mandato popular para llevarlas a cabo pues nunca estuvieron en sus ofertas electorales. En esta España, que un número creciente sentimos que no es la nuestra, hemos visto el intento desesperado de tal establishment liderado por la Monarquía, de utilizar los Juegos Olímpicos, para movilizar el sentimiento de apoyo a la Marcha Real y a la bandera borbónica, presentándolas como las españolas (porque así lo dice la Constitución), con la presencia activa de la Familia Real para conseguir crédito político de las merecidas victorias de los deportistas españoles. Todo ello como indicador de la necesidad que tal establishment siente de legitimar su poder que está perdiendo apoyo popular rápidamente.
Mientras todo ello ocurre, en España está prohibida la exhibición, incluso en las competiciones deportivas, de la bandera española que mejor representa la España democrática, ansiosa de libertad y solidaridad, por la cual millones de españoles lucharon, siendo fusilados, encarcelados, torturados y/o exilados por ello. A la vez que la Familia Real intentaba oportunísticamente promover su imagen en los Juegos Olímpicos, apareciendo siempre en los medios de información junto a los equipos españoles vencedores, en Alicante, días después, un ciudadano era sancionado en el estadio donde se jugaba el partido de balonmano entre la selección española y la argelina, por querer mostrar su apoyo al equipo español enarbolando la bandera española republicana. El gobierno español justificó tal sanción bajo el argumento que tal gesto “incitaba a la violencia” (Público, 16.08.12). Ello muestra, no solo el nivel de intolerancia antidemocrática de las derechas en España sino su enorme temor e inseguridad, conscientes de que hay la otra España que derrotaron que, no solo continúa existiendo, sino que está creciendo.

La necesidad de recuperar nuestra bandera y nuestra cultura republicana

Se me dirá que estoy despertando sentimientos que estarían mejor guardados a fin de facilitar la convivencia. Pero los que utilizan tal argumentación ignoran que el lado vencedor nunca adoptó ninguna medida conciliadora, que exigiría un cambio radical en su comportamiento con los vencidos. El caso citado de las víctimas de la dictadura es un ejemplo bochornoso de ello. Reconciliarse con esta actitud es olvidar nuestro pasado, que es lo que la izquierda nunca debería haber hecho. Fueron primordialmente las izquierdas las que lucharon por la democracia y fueron primordialmente las derechas  las que primordialmente la destruyeron, como ahora están destruyendo los pocos derechos sociales y laborales que se habían conseguido en el periodo democrático.
Una última nota. Es muy importante que en las manifestaciones de protesta luchando por otra España, la España auténticamente democrática, se recupere esta memoria, entre otras razones, para que la juventud sepa que son continuadores de otras generaciones que lucharon y a veces vencieron. Y parte de ello es no solo recuperar la bandera republicana, sino la cultura democrática que caracterizó a las izquierdas, incluyendo las canciones de resistencia antifascista. Sorprende que la multitud no cante en las movilizaciones de protesta en España, una situación que es casi única a los dos lados del Atlántico donde he vivido. En Italia y en Francia, las canciones de la resistencia antifascista aparecen una y otra vez en las manifestaciones. Y en EEEUU, los cantos de los movimientos sociales de protesta son la norma, cantándose con frecuencia lo que es, en la práctica, el himno de las izquierda americano, This Land is your Land. En España, tenemos muchas canciones que millones de voces cantaron en el pasado incluso en condiciones de clandestinidad y en su lucha por la democracia canciones que también se están olvidando como parte de este olvido histórico que las izquierdas han practicado. Reforzarían las posibilidades de tener un futuro, si tales canciones y tal cultura estuvieran también ahora presentes en tales manifestaciones que exigen –con razón- otra España.