Hay cosas que con sólo soñarlas, a veces ya uno mismo se da cuenta de que se ha pasado. Voy a ser astronauta, quiero ser el mejor futbolista del universo... Voy a ser el cocinero durante cinco años o más del mejor restaurante del mundo... Desconozco cuáles fueron los antecedentes de Ferran Adrià, me suena que tenía una carrera de ciencias, pero me da igual. Seguro que no se podría haber imaginado ni por un instante que iba a ser por cinco años uno de los 'top ten' del mundo, en el que en este año hay cuatro chefs españoles entre los diez primeros, según el criterio de los Oscar de la cocina organizados por la revista británica 'Restaurant'.
En el programa de 'La ventana' de G. Nierga del martes pasado, Adrià al ser entrevistado aparecía majo, como siempre, con voz de resaca, según volvía de Londres. Y es que semejante indurainada, sobre todo en tiempos de crisis, pone las cosas un poco más claras y positivas para el común de los patrios.
Uno piensa en la constante estupidez de las propuestas Aznariles, y no apostaría ni un ochavo por la vanguardia de este país en ninguna de sus posibilidades. Estoy en Canfranc (Huesca) y la bandera republicana ondea en el centro de la plaza, nada más entrar, contra todo lo que pueda ser la tradición del entorno rural, sobre todo del que no se sospecha que sea beligerante. Uno no sospecha de las posibilidades hasta que a la vuelta de la esquina se encuentra con la sorpresa. Nunca pensé que mi guitarra fuera capaz de hacer esas canciones.
La esperanza a veces muere temprano, y a veces esclaviza a las personas que piensan verlas hechas realidad altas y guapas antes de morir. A veces se hacen altas y guapas justo cuando te mueres, lo cual no les quita ni un ápice como esperanza. Federico Jiménez Losantos está siendo despedido de la Cope, porque Moratinos le dijo a la Conferencia Episcopal que para seguir intercambiando cromos, ese hombre tenía que desaparecer de su radio. Y así será en breve, pero los caminos del Señor, inescrutables por definición, le han hecho un nido en los territorios de su fiel vasallo jotaramírez, avalados por la muy noble Aguirre, que regaló dominios de la radio a este noble feudal, desde el que emitirá hasta la saciedad todo su vómito oratorio contra todo lo que no sea tradicional.
En el programa de 'La ventana' de G. Nierga del martes pasado, Adrià al ser entrevistado aparecía majo, como siempre, con voz de resaca, según volvía de Londres. Y es que semejante indurainada, sobre todo en tiempos de crisis, pone las cosas un poco más claras y positivas para el común de los patrios.
Uno piensa en la constante estupidez de las propuestas Aznariles, y no apostaría ni un ochavo por la vanguardia de este país en ninguna de sus posibilidades. Estoy en Canfranc (Huesca) y la bandera republicana ondea en el centro de la plaza, nada más entrar, contra todo lo que pueda ser la tradición del entorno rural, sobre todo del que no se sospecha que sea beligerante. Uno no sospecha de las posibilidades hasta que a la vuelta de la esquina se encuentra con la sorpresa. Nunca pensé que mi guitarra fuera capaz de hacer esas canciones.
La esperanza a veces muere temprano, y a veces esclaviza a las personas que piensan verlas hechas realidad altas y guapas antes de morir. A veces se hacen altas y guapas justo cuando te mueres, lo cual no les quita ni un ápice como esperanza. Federico Jiménez Losantos está siendo despedido de la Cope, porque Moratinos le dijo a la Conferencia Episcopal que para seguir intercambiando cromos, ese hombre tenía que desaparecer de su radio. Y así será en breve, pero los caminos del Señor, inescrutables por definición, le han hecho un nido en los territorios de su fiel vasallo jotaramírez, avalados por la muy noble Aguirre, que regaló dominios de la radio a este noble feudal, desde el que emitirá hasta la saciedad todo su vómito oratorio contra todo lo que no sea tradicional.
Jesús Cifuentes - El norte de Castilla.