Llegamos a Empuriabrava ya de noche, dejamos las cosas en el Hotel Portofino y salimos a dar una vuelta. Zona super turística, con una calle llena de restaurantes, no sabíamos a donde ir, y tampoco teníamos mucha hambre después de la comida en Besalú, así que nos animamos a entrar al Restaurante thay y japonés Siam Shiki. En qué lios nos metemos, jajaja.
No tenían sitio y nos pusieron en una mesa grande con un montón de gente, cosa que no me gustó mucho, jajaja. La verdad es que a mi no me hizo mucha gracia la cena, pero quizás sea porque no controlo nada de este tipo de comidas, eso si ¡el alvariño riquísimo! jajaja.
Anina.