Hoy fui con mis padres y con mi tía Ampa, a la Basílica de la Encina, a ver este concierto de música sacra del Coro Polifonía y Madrigal del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, ¡buenísimos! nos gustó a todos.
Después tomamos una limonada en La Obrera y para casina que nos esperan los abuelos Rafaela e Inocencio, que ahora viven con nosotros.
Esta canción me gustaba a mi mucho, pero no sabía de quien era!
que contenta estoy con estos díscos!
Anina
Antes de nada dejaremos claras Las páginas que nos importan.
Las de libros abiertos de vidas cercanas, Paredes que por siempre callan.
Y al resto del mundo, deseo sincero De éxitos en la batalla.
Que pensemos despacio, queramos deprisa Y caminemos con la frente alta.
Incluso en este justo momento, en que nada ocurre, Calma blanca, ropa de cama de hotel, Olores de vida plena, Sexo ligero, agua fresca, Zumo de fruta y café.
Incluso ahora que ya no hay miedo, que nada
tiembla, sal de baño, brillo dorado en la piel, Y un beso sincero en la boca. Pies descalzos, arena virgen, Copacabana y claqué.
Cine desierto, sol en la cara, latina ardiente, ron
de caña, domingo desde las tres, Terraza de vino y rosas. Soñar despierto, dormir contigo, Viajar despacio y volver
Es un parpadeo, un rápido destello, Un rayo de sol que deja ciego, Cambia en un instante la forma en que los cuerpos Toman aire y para el tiempo.
Así que atentos todos al cielo, calma, quietos Cojan aire, quizá nos toque correr. Que al menos quede el recuerdo De aquel momento, que fue perfecto, Copacabana y claqué.
Es un parpadeo, un rápido destello, Un rayo de sol que deja ciego, Cambia en un instante la forma en que los cuerpos Toman aire y para el tiempo.