Acerca de EL MANIFIESTO DESASTRE por Nacho Vegas
Los periodistas que después de escuchar este disco tengan preguntas para Nacho Vegas merecen toda la admiración del mundo. Es todo un mérito, porque sus nuevas canciones son tan explícitas que apenas dejan rincón de la casa por barrer. Expone todo tipo de conflictos: desde revelaciones existenciales de la niñez hasta rupturas sentimentales narradas en directo, pasando por menciones al sexo anal como consuelo cotidiano. Nacho Vegas es uno de esos artistas que, guste o asuste, expone su discurso con una potencia y urgencia muy por encima de la media. Hagan la prueba: no es posible escuchar El manifiesto desastre mientras se hace cualquier otra cosa (ya sea completar sudokus, planchar los calcetines o escribir e-mails). Sólo por esto ya es distinto del 95 por ciento de los álbumes que se editaron en 2008. Estamos ante su cuarto trabajo en solitario, aunque también habría que contar los que grabó a medias con Enrique Bunbury y Christina Rosenvinge (Vegas siempre ha criticado que en España las colaboraciones se vean como discos menores). Es uno de los pocos artistas surgidos del “indie” de los noventa que ha crecido con cada nuevo disco. En El Manifiesto Desastre nos encontramos a un músico encendido, que no tiene miedo a sonar crudo, épico y vulnerable. El voltaje emocional de “Morir o matar” confirma su inmenso estado de forma. En el resto del repertorio Vegas nos reconquista exponiendo estados de ánimo extremos. También sabe usar un pulso pausado, ideal para describir esas etapas de transición que a menudo resultan tan intensas como los momentos cruciales de una vida. Por supuesto, no faltan canciones sobre el arte de hacer canciones. Tras la disolución de Las Esferas Invisibles, ha armado una nueva banda que suena igual de clásica, matizada y contundente. Su nuevo disco contiene once cortes, diez originales más una adaptación de Guy Clark, rebautizada como “Nuevas mañanas”. También se ha atrevido con un acercamiento a la ranchera titulado “En lugar del amor”. En algo tenían que influir sus recientes conciertos en Sudamérica, donde comienza a asentarse como un artista pujante. Otra de sus características es generar en sus fans altos niveles de ansiedad por escuchar material nuevo (echen un vistazo a la siempre actualizada nachovegas.blogspot.com). Está claro que ha tocado nervio en muchos oyentes. Vigilen su objetividad: ustedes pueden ser los siguientes en perderla.
Los periodistas que después de escuchar este disco tengan preguntas para Nacho Vegas merecen toda la admiración del mundo. Es todo un mérito, porque sus nuevas canciones son tan explícitas que apenas dejan rincón de la casa por barrer. Expone todo tipo de conflictos: desde revelaciones existenciales de la niñez hasta rupturas sentimentales narradas en directo, pasando por menciones al sexo anal como consuelo cotidiano. Nacho Vegas es uno de esos artistas que, guste o asuste, expone su discurso con una potencia y urgencia muy por encima de la media. Hagan la prueba: no es posible escuchar El manifiesto desastre mientras se hace cualquier otra cosa (ya sea completar sudokus, planchar los calcetines o escribir e-mails). Sólo por esto ya es distinto del 95 por ciento de los álbumes que se editaron en 2008. Estamos ante su cuarto trabajo en solitario, aunque también habría que contar los que grabó a medias con Enrique Bunbury y Christina Rosenvinge (Vegas siempre ha criticado que en España las colaboraciones se vean como discos menores). Es uno de los pocos artistas surgidos del “indie” de los noventa que ha crecido con cada nuevo disco. En El Manifiesto Desastre nos encontramos a un músico encendido, que no tiene miedo a sonar crudo, épico y vulnerable. El voltaje emocional de “Morir o matar” confirma su inmenso estado de forma. En el resto del repertorio Vegas nos reconquista exponiendo estados de ánimo extremos. También sabe usar un pulso pausado, ideal para describir esas etapas de transición que a menudo resultan tan intensas como los momentos cruciales de una vida. Por supuesto, no faltan canciones sobre el arte de hacer canciones. Tras la disolución de Las Esferas Invisibles, ha armado una nueva banda que suena igual de clásica, matizada y contundente. Su nuevo disco contiene once cortes, diez originales más una adaptación de Guy Clark, rebautizada como “Nuevas mañanas”. También se ha atrevido con un acercamiento a la ranchera titulado “En lugar del amor”. En algo tenían que influir sus recientes conciertos en Sudamérica, donde comienza a asentarse como un artista pujante. Otra de sus características es generar en sus fans altos niveles de ansiedad por escuchar material nuevo (echen un vistazo a la siempre actualizada nachovegas.blogspot.com). Está claro que ha tocado nervio en muchos oyentes. Vigilen su objetividad: ustedes pueden ser los siguientes en perderla.
Ayer me fui a León para ir al concierto que Nacho Vegas daba en el Gran Café a las 22 horas, cené con Juanma una pizza buenísima en "el italiano" y luego para allá que nos fuimos! yo a Nacho Vegas no lo conocía, me lo puso Juanma porque a él le gusta mucho, y la verdad es que me ha ido cautivando, tiene unas letras muy buenas y una voz muy especial... el concierto estuvo muy bien!!
Anina