martes, 29 de marzo de 2011

COMO SOIS, CHICOS (CIFU)

Desde tiempos inmemoriales los reyes han gustado de tener a su sombra bufones en la corte, a los que se les ha consentido hacer burla hasta de sus propios protectores. La risa, esa tan saludable musculatura mental del ser humano sin la que es mucho más pesado vivir, y que se nos ha dado por naturaleza, nos acompaña y dulcifica hasta en los momentos más amargos, haciendo que de éstos se abran brechas insospechadas para la esperanza y para en muchas ocasiones “seguir tirando” de una vida a veces repleta de aristas cortantes.

Pero como ya ilustraba Umberto Eco en “El nombre de la rosa”, la iglesia ha sido a lo largo de su historia poco amiga de ese gesto de felicidad bajo su apocalíptica defensa de un escenario vital de sufrimiento, y llevó al popular bibliotecario de la Abadía Jorge de Burgos a suicidarse comiéndose las páginas de el último ejemplar de el segundo libro de la Poética de Aristóteles ante la mirada incrédula de Guillermo de Baskerville, entre las llamas fulminantes que acabaron con la Abadía.
Esta novela es el reflejo del presente en que al cómico profesional Leo Bassi y al rector de nuestra universidad Marcos Sacristán les ha caído encima una querella que el Juzgado de Instrucción número seis de Valladolid ha admitido a trámite contra ellos por "presuntos delitos contra los sentimientos religiosos, injurias y calumnias". Los hechos tuvieron lugar el 6 de octubre del 2010 en que Leo iba a dar una conferencia-parodia titulada “ Las raíces judeocristinas en Occidente, un fraude histórico”. Durante el transcurso de la misma la coña paródica llevó al cómico a “bendecir” y lanzar al público condones, haciendo mofa de la negativa eclesial al uso de los mismos por parte de la población africana y tercer mundo en general.
El caso es que al cuarto de hora desde los micrófonos de “Intereconomía” y demás adocenados del ramo empezaron a llevarse hipócritamente las manos a la cabeza ante tamaño escarnio, y sacan a dos chavales de la Asociación de Jóvenes por la Información Objetiva (AJIO), con una pinta de “Amo a Laura” que te cagas, diciendo una sarta de tonterías que para nada hacían gala de su indignación, materia en que la vida aún no les ha proporcionado conocimiento, pero por salir en la tele lo que sea, así luego me ven los de la asociación y me hago más “popular”, en todos los sentidos.
Estos chavalitos rezumantes de Opus Dei y la Asociación de Abogados Cristianos, HazteOir.org, son los encargados de llevar adelante una denuncia en la que se hace un alarde de la hipocresía dominante en estos días que nos toca vivir, y a la que pronostico un culebrón ridículo para quienes no han aprendido a reírse de su sombra, ese ejercicio tan sano que a veces nos hace saber poner las cosas en su sitio y no poner puertas al campo de los placeres de la vida.
Jesús H. Cifuentes - el norte de castilla-