Mis padres se enteraron de que había un concierto de piano en el Teatro Bergidum, así que para allá que nos fuimos (mis padre, Elena y yo).
Resultó ser un chico de 19 años con un curriculum más que brillante (como podéis ver), que aún estando malito tocó espléndidamente bien, ¡me encantó!, ¡que maravilla! ¡cuánto futuro! salí encantada del concierto, a los 4 nos gustó muchísimo.
Luego rematamos comiendo unas tapitas en "El Bodegón", que como siempre, estaban buenísimas.
Anina