El tiempo se agota para Troy Davis. La Junta de Indultos del Estado de Georgia está a punto de decidir si su ejecución sigue adelante. Y después no habrá más recursos. Es su última oportunidad.
Troy lleva dos décadas en el corredor de la muerte en Estados Unidos por un delito que niega haber cometido. Ejecutarle sería una grave injusticia. La pena de muerte siempre lo es, pero además, en este caso el juez reconoce que hay dudas, que no hay pruebas materiales que relacionen a Troy con el crimen.
Él aún sigue vivo gracias al empeño de millones de personas que se han movilizado por su vida en muchos rincones del mundo. Y en ese apoyo tiene su última esperanza.
Por eso te pido que tú también te movilices y envies un e-mail a las autoridades de EEUU. Con tu firma sabemos que podemos lograrlo. No sería la primera vez que, gracias a la presión internacional, se han anulado condenas a muerte.
Estados Unidos es el único país de América que llevó a cabo ejecuciones en 2010. Si además de firmar por Troy te asocias a Amnistía Internacional, estarás luchando todos los días por la abolición del más cruel de los castigos. Debemos usar nuestra voz y libertad para defender a quienes nadie escucha y están perdiendo la esperanza.
Esteban Beltrán
Director Sección Española – Amnistía Internacional