martes, 31 de enero de 2012

Por qué Paul Krugman está equivocado en sus recetas para España (VICENÇ NAVARRO)

A raíz de las declaraciones del economista Paul Krugman a Le Monde aconsejando que España reduzca sus salarios un 20% para salir de la crisis, el blog del profesor Navarro publica su artículo “Por qué Paul Krugman está equivocado en sus recetas para España”.

Este artículo critica las dos propuestas que Paul Krugman ha hecho a España para que salga de la crisis. Una es la salida de España del Euro y la otra la bajada de salarios para hacer a España más competitiva. El artículo presenta otra alternativa que requiere cambios sustanciales de las políticas fiscales que permitan políticas expansivas con la activa creación de empleo por parte del Estado mostrando datos de cómo financiar tales medidas. El artículo también señala los cambios que deberían realizarse en la Unión Europea en sentido opuesto a los que se están implementando.

Paul Krugman es, sin lugar a dudas, uno de los economistas más influyentes del mundo y, muy en particular, en círculos de centroizquierda. Se ha ganado una bien merecida fama a base de cuestionar las teorías neoliberales tan en boga en la cultura económica europea (incluyendo la española). Sus análisis de la economía estadounidense y sus críticas al Partido Republicano y también a la Administración Obama son, en mi opinión, muy acertadas. Columnista habitual del The New York Times, sus columnas aparecen traducidas en El País, lo cual no deja de ser sorprendente, pues en las páginas económicas de tal rotativo raramente aparecen posturas keynesianas, próximas al pensamiento de Paul Krugman, firmadas por economistas españoles (para ver una crítica del escaso abanico de sensibilidades que aparecen en las páginas económicas de El País, en su mal llamado debate sobre como resolver la crisis financiera, leer mi artículo “¿Necesita España un látigo para salir de la crisis?” Sistema Digital, 25.03.11).
Paul Krugman es pues una referencia obligada en la literatura de cómo salir de la crisis económica y financiera. Su visión, sin embargo, de cómo salir de la crisis en España está equivocada. Indica en su famoso artículo publicado en el suplemento dominical de The New York Times “¿Can Europe Be Saved?” (¿Tiene Salvación Europa?), 16.01.2011, reproducido en El País, que España tiene sólo dos salidas. Una es incrementar su competitividad a base de disminuir sus salarios (lo que llama la devaluación doméstica y que es la solución que se está siguiendo en España). La otra, salir del euro y devaluar su moneda. Esta última alternativa permitiría además de hacer los productos españoles más baratos, reducir el coste de la deuda española pues, al reducirse el coste de la moneda se reduciría también el coste de la deuda. Krugman está hablando de la Eurozona (aunque el título sea Europa) y su referencia a España entra dentro de sus reflexiones sobre lo que llaman los PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España- Spain), expresión que en inglés quiere decir los “cerdos”.
En las recomendaciones que hace Krugman se asume –supuesto que también hace el gobierno Merkel y el gobierno Zapatero- que la manera de que España salga de la crisis es aumentando su competitividad, y considera que para conseguir este fin, una alternativa (de las dos que propone) es reducir los salarios. Lo que se deduce de esta observación es otro supuesto, que es altamente cuestionable: que la competitividad y las exportaciones dependen en estos momentos primordialmente de los precios de los productos. Esta lectura, sin embargo, no corresponde a la realidad, para el tipo de exportaciones que tiene España, para las cuales el precio en sí no es, en este momento, el factor determinante. Esto lo hemos visto claramente también en Alemania, donde el gran crecimiento de las exportaciones (y parte del tipo de exportaciones alemanas es semejante al español) no ha tenido mucho que ver con una disminución de los precios de los productos que se exportan (ver mi artículo citado anteriormente). En realidad, tales precios no han variado nada en los últimos años. Es importante que esto se entienda. El aumento de las exportaciones ha implicado un aumento de la riqueza alemana. Pero este aumento no ha ido a aumentar los salarios (cuyo porcentaje como porcentaje del PIB ha ido descendiendo), sino a incrementar astronómicamente los beneficios empresariales. De ahí que la reducción salarial aumentaría los beneficios (como está ocurriendo en Alemania) sin que repercutiera en las exportaciones. Éstas, por cierto, ha continuado incrementándose en España, incluso en los años de crisis.
Hay un punto, sin embargo, que debe citarse y que raramente se cita cuando se menciona el bajo desempleo alemán como indicador del éxito del modelo alemán, basado en las exportaciones. Y es que el aumento de las exportaciones no ha significado una destrucción de empleo en Alemania y ello como consecuencia del sistema de cogestión de las empresas exportadoras, con los trabajadores compartiendo las decisiones con los gestores de las empresas. Las mayores cadenas manufactureras de exportación se han comprometido a que la exportación de productos alemanes no se haga a base de exportación de puestos de trabajo. Tal sistema de cogestión en España, sin embargo, no existe. (Ver “Lo que no se dice sobre el supuesto “milagro alemán””, Sistema Digital, 18.03.11)

¿ES LA SALIDA DE ESPAÑA DE ESPAÑA DEL EURO PARTE DE LA SOLUCIÓN?

Referente a la otra alternativa, la salida de España del euro no es una idea descabellada. Suecia (que no pertenece a la Eurozona) ha podido salir de la crisis más rápidamente y fácilmente que Finlandia (que si pertenece a la Eurozona). Pero, salir del euro es mucho más difícil que entrar en el euro (y la moneda sueca es más fuerte que lo sería la peseta, por las razones que citaré más adelante). Salirse del euro sería, en cierta medida, comparable a que California saliera del dólar. Sería dificilísimo y ello requeriría la secesión de California de los EE.UU. La salida del euro, sin embargo, para España no significaría tener que salir de la Unión Europea. Ahora bien, en el caso español el capital financiero alemán y francés, que poseen gran parte de la deuda española no lo permitirían, pues ello significaría enormes pérdidas para los bancos alemanes y franceses. Dicho todo ello, esto no implica que la posible salida de España del euro no pudiera utilizarse como una amenaza, pues ello supondría un problema grave para el capital financiero alemán. Salir del euro podría utilizarse por el gobierno español como negociación con la UE, sin descartar en caso último que ello ocurriera. La situación actual es insostenible, pues la economía española estará en la situación actual durante muchos años, con un problema enorme de desempleo.
Hay una tercera alternativa, sin embargo, que debiera plantearse a nivel español y a nivel europeo. Pero para resolver este problema hay que entender su causa, es decir, la causa de la crisis que creo francamente no se está entendiendo y/o considerando en los círculos gobernantes y en el establishment de la UE. El mayor problema que España (y la UE) tiene es la falta de demanda y la escasez de crédito. El primero se debe en gran parte al elevado desempleo. No podrá salirse de la crisis a no ser que el desempleo baje rápidamente. Y para ello es esencial que el Estado cree empleo. Si España, que tiene un estado del bienestar muy poco desarrollado, tuviera el porcentaje de la población adulta que trabaja en el estado del bienestar que tiene Suecia (25%), en lugar del que ahora tiene (9%), habría 4.851.854 más puestos de trabajo, un número mayor que el número de personas desempleadas 4.333.000. No habría pues desempleo en España. En contra de lo que se está haciendo, el Estado debiera crear empleo masivamente, estimulando la demanda y corrigiendo el enorme déficit social de España, que es una de las causas de su retraso económico y de su escasa recuperación.

EL PROBLEMA NO ES LA FALTA DE RECURSOS: ES FALTA DE VOLUNTAD POLÍTICA

La respuesta predecible es que no hay recursos para hacer tal inversión. Lo cual no es cierto y es fácil de mostrar. Los recursos existen. Lo que ocurre es que el estado no los recoge. El PIB per cápita de España es el 84% del PIB per cápita de Suecia. En cambio, el gasto público social per cápita (que cubre todos los gastos del estado del bienestar) es sólo el 64% del de Suecia. Si en España, el Estado recogiera en impuestos el porcentaje que consigue el estado sueco (53%), en lugar del 34% (que es lo que consigue ahora), el estado español recogería 200.000 millones de euros más de los que recoge, lo cual sería una cantidad de más del doble de la que se requeriría (80.000 millones) para cubrir los enormes déficits sociales de España y crear el empleo citado en el párrafo anterior.
El Estado español, como lo son los estados PIGS, es un estado pobre y muy poco redistributivo, resultado del enorme dominio que las derechas han tenido históricamente sobre tales estados. Ahí está la raíz del problema: la política fiscal regresiva, que refleja todavía el enorme poder de las derechas sobre tales estados. Es esta la causa de la debilidad de la peseta versus la corona sueca. El Estado español es un estado débil y poco desarrollado (en contra de lo que aduce el pensamiento conservador y neoliberal en España), mientras que el Estado sueco es un estado fuerte y redistributivo.
Referente a la escasez de crédito, la solución pasa por crear bancas públicas y condicionar las ayudas públicas a la banca privada a la recuperación de su función social (hoy muy olvidada) de garantizar la disponibilidad de crédito. En este aspecto, el rol del Banco de España –como lobby de la Banca- ha sido muy negativo y refleja de nuevo, el enorme dominio de las derechas sobre tal institución. El pensamiento neoliberal domina tal institución como muestran las proclamas del actual gobernador neo-ultraliberal del Banco de España, el Sr. Fernández Ordóñez paradójicamente nombrado por un gobierno socialista.
Y a nivel europeo debería hacerse del Banco Central Europeo un Banco Central como el Federal Reserve Board, EE.UU.; deberían establecerse eurobonos que pasarían a ser la deuda europea; deberían desarrollarse políticas fiscales comunes; aprobarse un presupuesto mayor con objetivo estimulante de la economía y establecerse un pacto social a nivel europeo. Es frustrante que el partido mayoritario de las izquierdas, que solía llamarse Partido Socialista Europeo, no esté presionando para que se realicen tales cambios.
Éstas son, pues, las políticas que debieran realizarse en España y en Europa. Que se realicen o no depende única y exclusivamente de la voluntad política y de las relaciones de poder de clase en el estado español. Las políticas seguidas por el gobierno actual van, precisamente, en sentido contrario a lo que un gobierno con sensibilidad socialdemócrata debiera realizar. Tal gobierno se enorgullece del aplauso que recibe de los centros financieros de clara persuasión neoliberal y se olvida de la enorme impopularidad que tales políticas representan para las clases populares de España y del resto de Europa. Las políticas que se están siguiendo no nos sacarán de la crisis. A no ser que se sigan las aquí apuntadas (que serían además enormemente populares) la crisis no se resolverá.

Artículo publicado en SISTEMA Digital, 15 de abril de 2010

lunes, 30 de enero de 2012

Se requieren cambios más profundos en la socialdemocracia que los que se están proponiendo (VICENÇ NAVARRO)

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 30 de enero de 2011

Este artículo señala que la crisis actual requiere intervenciones del Estado más profundas de las que la mayoría de partidos socialdemócratas en Europa están proponiendo, incluyendo medidas redistributivas de gran calado que permitan generar los suficientes recursos para realizar una inversión masiva de gasto público en crear empleo.

Aunque parezca difícil es importante recordar que hace aproximadamente doce años la socialdemocracia gobernaba en la mayoría de los países de la Unión Europea de los Quince (el grupo de países más desarrollados económicamente de la Unión Europea) y dentro de los países de la Eurozona. Hoy apenas existen gobiernos socialdemócratas en la UE-15 y en la Eurozona.
Mucho se ha escrito sobre las causas de este hecho. Pero todo indica que una de las causas más importantes de este declive fue la adopción por parte de tales gobiernos socialdemócratas de políticas de claro corte neoliberal que incluían políticas de austeridad de gasto público (incluyendo gasto público social), políticas fiscales regresivas (reducción de impuestos y aumento de su regresividad), desregulación de los mercados financieros (facilitando la especulación) y laborales (facilitando el despido) y otras intervenciones, que fueron todas ellas altamente impopulares entre sus bases electorales. La evidencia de ello es robusta y no da lugar a dudas. La captación de los equipos económicos de los gobiernos socialdemócratas por parte del pensamiento neoliberal fue una causa determinante de su declive político, declive que se mostró, no sólo en un descenso muy marcado de su apoyo electoral, sino también en una reducción muy significativa del número de militantes y simpatizantes de tales partidos. El desencanto de las bases de los partidos socialdemócratas hacia tales políticas y hacia los dirigentes que las llevaban a cabo, alcanzó unas dimensiones nunca vistas antes en su historia.
Su caída electoral en picado fue la causa de que las derechas recuperaran el poder. Una vez en el gobierno, estos partidos conservadores y liberales (en realidad neoliberales) han extendido todavía más estas políticas que han profundizado la recesión, aprovechándose de ésta para poder conseguir lo que siempre desearon, es decir, el debilitamiento del mundo del trabajo y del Estado del Bienestar. La gran impopularidad de tales políticas ha aumentado las posibilidades de que los partidos socialdemócratas puedan recuperar el poder político y gobernar de nuevo.
Lo auténticamente preocupante, sin embargo, es que la gran mayoría de tales partidos no han hecho los cambios necesarios en sus políticas económicas, sociales y fiscales (ni tampoco en su personal directivo) que puedan abrir un capítulo nuevo de esperanza para poder salir de lo que va en vía de convertirse en la II Gran Depresión. Tales partidos no han roto con el pensamiento neoliberal que continúa dominando las mayores instituciones que gobiernan la UE-15 y la Eurozona, ni tampoco han presentado una alternativa, claramente expansionista, que permita resolver la situación económica y social de la Unión Europea. Como bien escribe George Irvin, profesor de Economía de la Universidad de Londres, en su último artículo “Have Social Democrats Surrendered?” en (Social Europe Journal), es enormemente decepcionante ver el continuismo entre la “nueva” y la “anterior” socialdemocracia. El supuestamente nuevo PD italiano, el Partido Demócrata de izquierdas (continuador del que fue en su día poderoso Partido Comunista italiano) apoya las políticas neoliberales del mal llamado “gobierno tecnócrata” del Sr. Monti (un banquero ultraliberal). El candidato socialista francés, François Hollande, hace gala de su rectitud fiscal como manera de mantener su credibilidad (entendiendo credibilidad como austeridad). Ed Balls, el portavoz de temas económicos del Partido Laborista, indica que el futuro gobierno laborista mantendrá los recortes del Sr. David Cameron, en caso de que gane las próximas elecciones. Los dos candidatos a la Secretaría General del Partido socialdemócrata español no han hecho ni críticas de las políticas económicas neoliberales del gobierno Zapatero (del cual formaron parte), ni han hecho propuestas claramente expansivas de gasto público para crear empleo, remarcando, en cambio, que los recortes debieran ser menos acentuados (recortes que inició el gobierno Zapatero) de los que realiza el gobierno conservador-neoliberal del PP y la reducción del déficit público debería ser más lenta que lo programado, pero, por lo demás, no hay ninguna apuesta por una gran inversión y aumento notable del gasto público.
Como indica George Irvin, no ha habido un cambio suficiente en la socialdemocracia europea que permita albergar esperanzas para el futuro. Después de todo no es tan difícil ver qué es lo que debiera hacerse en estos momentos de crisis. Es necesaria una inversión masiva en creación de empleo, como ocurrió con el New Deal en EEUU a principios del siglo XX o en los años cuarenta y cincuenta en Europa, en la reconstrucción que siguió a la II guerra Mundial, facilitada por el Plan Marshall. La socialdemocracia europea, por mucho que diga lo contrario, todavía no considera que el mayor problema económico en la UE sea el desempleo y la escasa capacidad adquisitiva de la población, en lugar de la deuda y el déficit público. Parecen no ser conscientes de que estos últimos se resolverán cuando se resuelva el primero, no al revés, como la sabiduría convencional neoliberal predica.

¿Es posible el New Deal en la Unión Europea y en España?

La respuesta a esta pregunta es un rotundo sí. La Unión Europea tiene los recursos para hacer esta expansión masiva del gasto público con el objetivo de crear empleo en los sectores deficitarios que van desde el Estado del Bienestar a los sectores energéticos y economía alternativa. (Por cierto, la crítica a la socialdemocracia podría también aplicarse a la mayoría de los partidos verdes mayoritarios que no han hecho propuestas de inversión pública masiva a nivel europeo). En realidad, la gran paradoja es que, a pesar del aumento de la productividad que ha estado ocurriendo en todos los países de la UE-15, las rentas del trabajo han disminuido como porcentaje de la renta nacional, y los ingresos al Estado también han estado bajando en la gran mayoría de países de la Eurozona y de a UE-15, incluyendo España. Las rentas del capital, sin embargo, han subido enormemente. Esta realidad, ampliamente documentada en muchos escritos (véase el libro Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar social en España, de Juan Torres, Alberto Garzón y Vicenç Navarro), muestra que sí que hay recursos. El problema es que están mal distribuidos, con excesiva concentración de las rentas en los sectores más pudientes de la sociedad. Y ahí está la raíz del problema, tanto en la UE como en España. No puede haber una inversión masiva encaminada a estimular la economía sin una reforma fiscal redistributiva de gran calado que permita un aumento muy notable de la inversión pública. Tal como he señalado en otro artículo (“El abandono de las políticas redistributivas por las izquierdas gobernantes”. Sistema Digital. 06.01.12), el abandono de las políticas redistributivas por parte de la socialdemocracia (y de los partidos verdes) ha llevado a la crisis actual. A no ser que cambien y recuperen su compromiso con la redistribución, no habrá salida de la crisis. El principio de “a cada uno según su necesidad, de cada uno según su habilidad y capacidad” es tan relevante ahora como en la historia de tal movimiento.
La mala distribución de los recursos ha significado un enorme empobrecimiento del Estado. El fraude fiscal, predominantemente de las rentas superiores, ha alcanzado unos niveles sin precedentes, tanto en la UE como en España. Las cifras estimadas a nivel de la UE consideran que el fraude fiscal representa como promedio el 13% del PIB de la Unión Europea, porcentaje que aumenta mucho más en los países de la periferia. En España es un 23%. Y hay que repetir que este fraude se concentra sobre todo en las rentas superiores, tal como el caso español muestra claramente. Según los técnicos de la Agencia Tributaria del Estado español, el 72% de todo el fraude fiscal en España lo realizan las grandes fortunas, las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año (que representan un 0,01% de todas las empresas) y la banca. Este 72% representa 64.000 millones de euros, cantidad equivalente a todos los recortes que está realizando el Estado español. ¿Se atreverán los partidos socialdemócratas a enfrentarse con los grandes evasores fiscales? La experiencia hasta ahora ha sido deprimente.

domingo, 29 de enero de 2012

¿Casualidad o ceguera? (ESTEBAN DE MANUEL JEREZ)

Las políticas económicas de ajuste empezadas por el gobierno de Zapatero y continuadas por el PP, secundadas por nuestros gobiernos autónomos, nos han metido en un círculo vicioso que no cesa de incrementar el paro. Alcanza ya un nivel insoportable. Uno de cada tres andaluces no encuentra trabajo y uno de cada dos jóvenes está parado. España es líder en paro porque a la crisis financiera desatada por el casino mundial se le suma un modelo productivo que lo apostó todo a la burbuja inmobiliaria y su estallido provocó el derrumbe del sector de la construcción. Los desequilibrios de nuestro modelo productivo han venido siendo impulsados por todos los gobiernos de España desde los tiempos deFelipe González, años en los que Solchaga llamaba a los inversores internacionales al pais del enriquecimiento rápido. Pero fue Aznar, con sus políticas de suelo, quién provocó el enladrillamiento de nuestro litoral y el surgimiento de ciudades dormitorio en mitad del campo. Zapatero no supo verlo y los ayuntamientos de todo el pais apostaron al negocio del urbanismo su futuro y les salió mal. Están al borde de la quiebra y tienen todavía suelo urbanizable para multiplicar por dos las ciudades hoy construidas. Al tiempo que tenemos tres millones de viviendas vacías en España, de las que seiscientas mil están en Andalucía. Pero lo más alarmante es el camino que está emprendiendo el nuevo gobierno del PP en España y el que aplicará en Andalucía si los andaluces no reaccionamos a tiempo. Las declaraciones de Arenas, junto con varias medidas en marcha , señalan que la apuesta económica de este partido es volver a un imposible tirón del mercado inmobiliario. Imposible, además de indeseable, porque no hay inversores para alimentar hoy esa nueva burbuja. Ceguera política para un gobierno cuya propuesta de cambio es una vuelta a un pasado que ya no existe.
Pero más alarmente aún, producto de la ceguera o de la casualidad, es que cuando toda Europa se ha marcado el objetivo de lograr que en 2040 toda la electricidad sea producida por energías renovables, tanto para lograr frenar el cambio climático como para hacer frente al imparable ascenso del precio de las energías fósiles que importamos, nuestro gobierno haya decidido cerrar la puerta a nuestra apuesta ganadora. Tenemos  los recursos y la capacidad tecnológica para ser líderes en este sector estratégico. Es difícil evaluar el impacto negativo que esta medida va a tener para nuestro pais en términos de desequilibrio en nuestra balanza de pagos, atraso tecnológico en un sector clave de la tercera revolución industrial, incremento del paro y contribución a un cambio climático que se nos va a volver contra nosotros mismos.
¿Será casualidad que esta medida la haya tomado el gobierno justo después de que Rajoy haya vuelto de hablar con Merkel? Merkel lo tiene claro. Alemania ha apostado por las renovables y lidera el proyecto de convertir el Sahara en la central termosolar que alimente a Europa de la energía eléctrica que precisamos. Eso sí, con tecnología alemana y con una gran infraestructura de cableado que conecte el Sáhara con Europa, que aspiran a construir las empresas alemanas. Andalucía es líder mundial en energía termosolar, con tecnología andaluza desarrollada en empresas y universidades andaluzas. ¿Será casualidad que sea justamente la energía termosolar la más afectada por los recortes del gobierno? El eje Merkel, Rajoy, Arenas, puede cerrarnos la puerta a los andaluces, si no lo impedimos. En Andalucía tenemos los recursos necesarios para un futuro mejor. En estas elecciones autonómicas nos jugamos mucho. Tenemos que elegir otra forma de pensar y actuar si no queremos tener definitivamente un papel de comparsas en Europa y dejar sin futuro a nuestros jóvenes.

TAGLIATELLE AL NERO DI SEPIA CON GAMBAS Y GULAS - THERMOMIX -



Había visto esta receta Tagliatelle al nero di sepia con gambas y gulas - Velocidad Cuchara - y encontré en el supermercado los Tagliatelle al nero di sepia, así que no lo dudé, la verdad es que nos ha decepcionado un poco, es realmente como comer gulas solas, como que es una receta un poco sosilla, jejeje!
Anina

sábado, 28 de enero de 2012

DALKYS - THERMOMIX -

La verdad es que me encantan los Dalkys ¡desde siempre! y además me gusta comer primero el chocolate y luego la nata ¡manías que tiene una! jajaja, así que cuando vi la receta Dalkys (Velocidad cuchara) no me pude resistir ¡están riquísimos! ¡mejor que los comprados! y ¡es tan fácil! 
¡me encanta!
Anina

POLLO A LA COCA-COLA - THERMOMIX -


Tenía ganas de hacer esta receta Pollo a la coca-cola (Velocidad Cuchara), me quedó algo soso, para otro día tengo que echarle un poquito más de sal. ¡Una manera diferente de comer pollo!
Anina

DOOWAPS CASEROS - THERMOMIX -



 

El otro día ya había probado a hacer estos Doowaps o mañanitos (como queráis llamarles!) pero no tenía la cámara de fotos a mano, así que hoy me he vuelto a poner manos a la obra. 
¡Están riquísimos! y ¡son tan bonitos! ¡parecen erizos! jejeje.
Os dejo el enlace a la receta, para los que os animeis
Anina



viernes, 27 de enero de 2012

ESCRITO A DESTIEMPO (ISMAEL SERRANO)

Tiempos difíciles. Un capitán de crucero sueña con ser Lord Jim. Y en un jurado de Valencia otro sueña con ser Henry Fonda en “Doce hombres sin piedad”. Pero no. Tú no eres Ilsa Lazlo ni yo Rick Blaine. Y todo acaba en desastre y melancolía. Así que el periódico, otra mañana más, envuelve a un pájaro muerto sin que nadie encienda las antorchas y se arme con bieldos y rastrillos camino de La bastilla. Suben las almas y el coste de la vida. Y las calles son alumbradas por la luz de los cajeros. Marque su número secreto. Retire su efectivo.
          Volví de Bartislava y en Viena, como en el cuadro de Klimt, nos cubrió una manto de oro mientras nos besábamos. Somos la viola en una orquesta, buscamos nuestro lugar en este tiempo, temblando en cada solo. En medio de cada melodía. Algo desafinados. Y vestidos de domingo salimos a la calle a pasear nuestros cuerpos.
          Sigo trabajando en el nuevo disco. Dentro de poco empiezo a grabar las voces. Las canciones crecen como la tarta de naranja que pusiste en el horno. Quiero adivinar también en aquellas melodías restos de azahar. Siento en el pecho algo de calor, algo así como un temblor de amapolas o restos de lluvia. Son los nervios, la ilusión de grabar nuevas canciones, de saber que no muy tarde también serán tuyas.
          Dentro de nada se cumplirán 15 años del lanzamiento de “Atrapados en azul”. Como pasa el tiempo.
Ismael Serrano

Las condiciones que el BCE debería poner a los Estados para comprarles deuda pública (en lugar de las reaccionarias que está imponiendo) - VICENÇ NAVARRO -

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la revista digital SISTEMA, 27 de enero de 2012

El artículo critica las condiciones que el Banco Central Europeo está imponiendo a los Estados español e italiano para comprarles deuda pública, señalando que tales condiciones deterioran todavía más la recesión que estos países están sufriendo. El artículo propone condiciones alternativas que favorecerían la salida de la recesión de estos países.

La situación en la Eurozona está preocupando en gran manera a muchos centros de análisis económico en EEUU, como el Center for Economic and Policy Research, de Washington, uno de los centros que goza de mayor prestigio en los círculos económicos y políticos de EEUU. El gran stress que supone para la economía italiana tener que pagar unos intereses de su deuda pública de hasta un 7,7%, provocando la alarma, no sólo del Estado italiano, sino también para muchos políticos y economistas estadounidenses que temen que el colapso de la deuda pública italiana (y quizá de la española) sea mucho peor (no sólo para los habitantes de los países de la Eurozona, sino también para los ciudadanos de EEUU, entre otros países) que el colapso de Lehman Brothers en 2008.
Desesperados por lo que consideran la enorme incompetencia o poca vista del Banco Central Europeo (BCE), dada su resistencia a comprar masivamente deuda pública italiana, forzando así el descenso de los elevados intereses de tal deuda, muchos economistas progresistas de EE.UU. están sugiriendo que sea el Banco Central Estadounidense, el Federal Reserve Board, el que la compre, ayudando a Italia. El hecho de que un país compre la deuda pública de otro país no es un fenómeno nuevo. En realidad el Banco Central de China ha comprado deuda pública de EEUU con los dólares sobrantes de su enorme superávit comercial, convirtiéndose en uno de los mayores propietarios de bonos del gobierno federal de EE.UU. La compra por parte del Federal Reserve Board de los bonos del Estado italiano (y español) reduciría la posibilidad de que colapse toda su deuda pública, con el caos internacional que ello conllevaría.
Ahora bien, según Dean Barker, el director del Center for Economic and Policy Research de Washington, D.C., ello no se debería hacer sin antes poner unas condiciones, totalmente diferentes y opuestas a las que ha estado exigiendo el Banco Central Europeo como condición para comprar bonos públicos italianos y españoles. Recientemente se ha informado de que el Sr. Trichet, cuando era gobernador del BCE, y el gobernador del Banco Central italiano, escribieron una carta al que era entonces el Presidente Berlusconi (y parece ser que otra casi idéntica al Presidente Zapatero de España, escrito por Trichet y Fernández Ordóñez, el gobernador del Banco de España), en la que se ponía como condición para comprar bonos estatales que tal Estado se comprometiera a desregular los mercados laborales, a reducir los salarios y a reducir la protección social. En otras palabras, tales personajes utilizaron el enorme poder del BCE para debilitar el mundo del trabajo a fin de conseguir unos mayores beneficios para el capital.
Dean Baker cree que esta condición establecida por el BCE a Italia y a España es un profundo error, pues debilitaría todavía más la demanda doméstica, que es el origen principal de la crisis económica. Lo que sí cree Dean Baker aconsejable es que el Federal Reserve Board ponga como condición para comprar los bonos públicos italianos (y españoles) que el Estado italiano (y el español) haga una reforma fiscal que permitiera unos mayores ingresos al Estado a base de eliminar el fraude fiscal y corregir la enorme regresividad de los impuestos. No es casualidad que los países donde hay mayores problemas de endeudamiento público (Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia) son aquéllos de la Eurozona que tienen unos salarios más bajos, una menor protección social y una menor progresividad fiscal.
Sería, pues, aconsejable que se exigiera a tales Estados que tomaran las medidas que les permitieran disminuir su endeudamiento. Que no se haga se debe al excesivo poder que la banca (y la gran patronal) tienen sobre el BCE y sobre los Estados italiano (y español). ¿Por qué las izquierdas europeas no están exigiendo al BCE que cambie las condiciones de comprar deuda pública?

jueves, 26 de enero de 2012

Alemania impone "reparaciones de guerra" al resto de Europa (JUAN TORRES LÓPEZ)

Publicado en Sistema Digital el 26 de enero de 2012 

Al acabar la Primera Guerra Mundial, el Tratado de Versalles de 1919 hizo responsable a Alemania de "todos los daños y pérdidas" causados como consecuencia del conflicto y en su virtud le obligó a hacer frente a "reparaciones" millonarias que, después de diversos aplazamientos y anulaciones, terminó de pagar en octubre de 2010.
Muchos economistas y políticos de la época, y entre ellos el más famoso de entonces, John Maynard Keynes, mostraron que era imposible que Alemania pudiera pagar esas reparaciones sin empobrecerse trágicamente y sin que así se ocasionasen problemas peores que los que se trataba de resolver. E hicieron ver que incluso sería mucho más útil para los propios aliados promover el desarrollo de la industria y el comercio en Alemania que obligarle a hacer frente a unas cantidades que estaban completamente fuera de su mermada capacidad de pago. Con dramática lucidez, el economista inglés advirtió en su libro Las consecuencias económicas de la paz, que "si nosotros aspiramos deliberadamente al empobrecimiento de la Europa central, la venganza, no dudo en predecirlo, no tardará”. Así fue.
Años más tarde, las cosas han cambiado mucho. La puesta en marcha del euro a pesar de que se sabía que la unión monetaria estaba mal diseñada, que no contaba con suficientes mecanismos e instituciones de compensación y reequilibrio y que las perturbaciones y los shocks asimétricos iban a ser constantes, inició una especie de guerra económica que esta vez ha ganado Alemania pero, al final, a costa de sufrir también las consecuencias negativas de todo tipo que siempre están asociados a los conflictos que provocan las estrategias de ocupación.
Desde que se creó, Alemania ha impuesto su norma como potencia de economía abierta al resto de los países y especialmente a los del sur europeo. A cambio de ayudas generosas que se venden a su población como si no tuviese contrapartidas, Alemania ha venido colonizando las economías periféricas, bien por la vía directa de la adquisición de activos,  convirtiéndolas en importadoras masivas de sus productos, o mediante la financiación del endeudamiento continuado que los déficits en los que necesariamente incurrían lógicamente provocaban.
Antes de la creación del euro, los países menos competitivos, como España, se defendían periódicamente de la agresión comercial de los más fuertes, o de su propia debilidad estructural, devaluando sus monedas y tomándose así un respiro que les permitía mantener mal que bien su tejido productivo y el equilibro exterior. Con la moneda única, y al carecer de esta estrategia defensiva, la potencia exportadora alemana ya no ha tenido barreras (al contrario que le ha ocurrido a los productos de la periferia en centroeuropa) lo que debilitó poco a poco la industria y, en general, la producción nacional en la periferia. Así se iba gestando un gran superávit en Alemania paralelo al déficit de los países periféricos.
De 2002 a 2010 este proceso generó un excedente de 1,62 billones de euros en Alemania, de los cuales solo 554.000 se aplicaron en su propio mercado interno para mejorar su dotación de capital o las condiciones de vida de su población. El resto, 1,07 billones se colocó fuera de Alemania, y de esta parte 356.000 en forma de préstamos y créditos para financiar un modelo productivo en la periferia que, lógicamente, no fuera el que pudiera competir con el alemán. La teoría y la historia económicas nos han enseñado que no podía ser de otra manera: la existencia de una potencia exportadora como la alemana de estos años solo es posible si al mismo tiempo que exporta financia. Tiene que ser así porque, en el marco ya cerrado de una economía como la europea (o del planeta si nos referimos al conjunto de la economía mundial) para que unos tengan superávit otros han de tener déficits y éstos han de financiarlos, evidentemente, quienes disponen de excedentes a su costa.
Este estado de cosas, esta "guerra", ha ido siendo claramente exitosa para las grandes corporaciones centroeuropeas que se han hecho con los mercados que antes les estaban vedados, para los exportadores alemanes, y para los bancos que han obtenido grandes beneficios financiando la deuda creciente de una periferia con cada vez menos capacidad de generar recursos endógenos, puesto que la potencia exportadora en realidad ha de fagocitarlos para poder seguir manteniendo su privilegio exportador.
A pesar de que este estado de cosas era muy claramente perjudicial para los intereses nacionales de países como España, Italia, Irlanda, Grecia... o incluso me atrevería a decir que de Francia, las élites respectivas lo aceptaron como punto de partida y lo han apoyado puesto que los grandes beneficios de las multinacionales que los estaban colonizando y de los bancos que nadaban en dinero gracias a la deuda gigantesca que se generaba producía un efecto "derrame" suficientemente cuantioso como para financiar generosamente a los partidos y a las oligarquías económicas locales y que gracias a ello se han ido así armando con un poder político cada vez más decisivo.
El problema que conlleva un equilibrio de esta naturaleza, tan asimétrico, es que antes o después termina cayendo porque se acaba la capacidad de endeudarse, porque el empobrecimiento efectivo y continuado es insostenible o porque se produzcan impactos externos que agudicen las asimetrías sin que haya, como ocurre en la Unión Europea, suficientes resortes de reequilibrio.
Así, lo que ahora tenemos sobre la mesa en Europa es un problema irresoluble sin cirugía mayor. Alemania ha financiado, en lugar de su propio desarrollo interno y el bienestar de sus ciudadanos o una integración más solidaria entre las economía europeas, un modelo productivo entre su "clientela" que no permite a ésta serlo indefinidamente. Cuando se ha producido un impacto externo como la crisis financiera, se ha reducido la demanda en la periferia, ha debido aumentar el déficit público a costa del privado, que en mayor parte ha de destinarse a financiarlo, reduciéndose entonces los déficit que engordan el superávit alemán y disminuyendo la capacidad de pago de la deuda contraída.
Alemania teme ahora haber financiado a unos clientes que al final puede resultar que no hagan frente a sus deudas y ese miedo le empuja a seguir por un camino terrible y claramente equivocado que es el que recuerda las reparaciones a las que ella misma tuvo que hacer frente durante tanto tiempo.
La derecha política alemana y sus grupos de poder económico se empecinan en hacer creer, y en creerse ellos mismos, que la causa de ese peligro es el mal comportamiento de sus socios a cuyos gobiernos tilda de manirrotos (a pesar de que, como en España, hayan incurrido en menos incumplimientos fiscales que la propia Alemania) y a cuyos ciudadanos acusa de haber vivido por encima de sus posibilidades. Y esa creencia le lleva a imponer las nuevas "reparaciones" en forma de programas de austeridad (mal llamados de austeridad, como ya he escrito en varias ocasiones porque solo se centran en recortar los gastos vinculados al bienestar social para abrir la puerta a la provisión privada) que, como ocurrió hace poco menos de un siglo, provocaron un efecto perverso del que quizá todavía estamos pagando sus consecuencias. No podrá ser de otro modo porque imponer el empobrecimiento y la recesión a los demás pueblos no podrá evitar, como dijo Keynes entonces, que antes o después se produzca la venganza. En el mejor de los casos, en forma de desintegración europea que igualmente pagará la propia Alemania. Y en el peor, más vale ni siquiera pensarlo.

lunes, 23 de enero de 2012

¿La Dama de Hierro o la sirviente dócil al establishment británico? (VICENÇ NAVARRO)

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 23 de enero de 2011

Este artículo explica las causas que se esté promocionando ahora la figura de Margaret Thatcher, fiel y dócil sirviente del establishment británico, que inició unas políticas neoliberales que han dañado enormemente el bienestar de las clases populares de la Gran Bretaña. El artículo muestra el lado de Thatcher ocultado en la película “La Dama de Hierro”, que se presenta como una imagen equilibrada de esta figura histórica cuando en realidad muestra una versión idealizada y profundamente errónea que no se corresponde con la realidad. El artículo señala que Margaret Thatcher fue, como Reagan, una de las figuras más reaccionarias que ha habido en el siglo XX.

¿Por qué la promoción a Margaret Thatcher ahora? Existe una percepción bastante generalizada en círculos conservadores de que lo que se necesita en estos momentos difíciles de crisis es un líder de un gobierno que se atreva a hacer los cambios necesarios, enfrentándose con grupos poderosos, responsables de la crisis. Entre éstos, se considera a los sindicatos como uno de los más culpables del elevado desempleo. En su supuesta “defensa egoísta” de sus propios intereses (atribuyéndoles una estrechez de miras al preocuparse exclusivamente de los trabajadores que ya tienen trabajo –los famosos “insiders”-), los sindicatos están dificultando la integración en el mercado de trabajo de los jóvenes, las mujeres y otros colectivos –conocidos como los “outsiders”-. Lo que se requiere –se nos dice- es que hay que debilitar a los sindicatos e implementar, entre otras medidas, la facilidad de despedir a los trabajadores con contrato fijo, haciendo más fácil que los “insiders” se conviertan en “outsiders”, lo cual, paradójicamente, facilitará -según ellos- el descenso del desempleo. En esta interpretación de los hechos, el elevado desempleo en España se atribuye al excesivo poder de los sindicatos con los cuales nadie se atreve. Lo que hace falta es alguien con bemoles que los ponga en cintura y, de paso, reduzca los derechos sociales y laborales adquiridos, desmontando el Estado del Bienestar pues, no sólo éste consume recursos que el país no tiene, sino que la disponibilidad de tantos beneficios sociales ablanda a la ciudadanía y le da excesiva seguridad, perdiendo su creatividad y actitud emprendedora. Se tiene que reducir la supuestamente excesiva protección social para fortalecer el espíritu emprendedor de la población. Competitividad y dinamismo tienen que sustituir a colaboración, solidaridad y seguridad.
Durante estos años de crisis hemos visto el dominio de este pensamiento en centros financieros, empresariales, mediáticos y políticos de países a los dos lados del Atlántico Norte. El deterioro de la situación económica que la aplicación de las políticas que derivan de este pensamiento conservador y neoliberal están creando, ha generado la llamada por parte de estos centros a una figura política (que solía llamarse Caudillo, y ahora se la define como “personalidad a quien no le tiemblen las manos”) para enfrentarse con los “poderosos”, como los sindicatos, los funcionarios públicos, las clases populares y una larga lista de sectores de la población que no se caracterizan precisamente por tener gran poder económico, financiero, mediático o político. En realidad, “valentía o machismo político” es atreverse a enfrentarse con los débiles, en representación de los poderosos.
Lo que la película no dice
Un ejemplo de este supuesto coraje político es la llamada Dama de Hierro, Margaret Thatcher, la figura política en Gran Bretaña que ha sido más dócil y servil hacia los grupos más poderosos de aquel país (desde la City, el centro financiero de aquel país, al gran mundo empresarial). Tal “líder” era un mero instrumento de tales poderes, realidad ocultada en la película “La Dama de Hierro”, (que idealiza tal figura hasta niveles hiperbólicos). Lejos de ser la figura anti-establishment británico como la película presenta, Margaret Thatcher fue un producto de tal establishment, promocionada por el mismo. Gran Bretaña (un país en el que viví durante varios años) es un país donde clase social adquiere una dimensión muy marcada en la vida cotidiana de la población. Tal establishment británico siempre se ha preocupado de la imagen que su instrumento político (el Partido Conservador) da cara a la población. La procedencia social de sus dirigentes da una imagen que preocupa al establishment. De ahí que, en un momento de gran agitación social, tal establishment necesitaba dirigentes que no procedieran de las clases dominantes, que rompieran esta imagen. Thatcher, hija de tenderos, y Major, hijo de un desempleado, fueron figuras elegidas para romper con aquella imagen que, a pesar de estos cambios, el Partido Conservador continúa teniendo (David Cameron es hijo de una familia con una gran fortuna).
Thatcher fue una figura promovida por el establishment con el objetivo de destruir a los sindicatos, cuyo grupo central y más radical, fue el sindicato de mineros. Redujo también la protección social, hasta tal punto, que la mortalidad en la mayoría de sectores populares (tal como ha documentado extensamente Richard G. Wilkinson en su libro Unhealthy Societies) creció durante su mandato, incluyendo las tasas de suicidio, homicidio, y alcoholismo, apareciendo de nuevo un problema que había desaparecido: el hambre, en especial entre los niños, y muy en particular en las regiones más pobres, como Yorkshire, Escocia, y el País de Gales (ver “The Iron Lady: the Margaret Thatcher Movie we don’t need”, de Laura Flanders. The Nation. 04.01.12). El film muestra a los sindicalistas como violentos, vociferadores e irracionales pero nunca explica porque las clases populares y los sindicatos se rebelaron contra las condiciones miserables que las políticas thatcherianas estaban imponiendo a la clase trabajadora de Gran Bretaña. Fue ella la que hizo famoso el dicho de que “creemos en la lucha de clases y venceremos”. Thatcher, como Reagan en EEUU, intentó crear una cultura en la que todas las víctimas del sistema darviniano que ella aspiraba a establecer, se sintieran responsables de su propia situación.
¿Thatcher como feminista?
Pero lo que alcanza niveles absurdos en la película es presentar a Margaret Thatcher como feminista, lo cual ha originado protestas generales en círculos feministas a los dos lados del Norte de América. Como ha indicado NOW (la mayor asociación feminista de EEUU), Thatcher fue la dirigente británica que recortó con mayor intensidad los derechos de las mujeres en Gran Bretaña. Su propio desprecio hacia las feministas y sus recortes en derechos laborales y sociales dañó extensamente a las mujeres británicas. Su profundo reaccionarismo la llevó también a apoyar a las dictaduras más reaccionarias existentes en el mundo, incluyendo la del General Pinochet, convirtiéndose en uno de sus máximos defensores. Y sus políticas neoliberales fueron la causa de la crisis que estamos viendo estos días en Europa.
Pero su cinismo llegó al extremo de crear una guerra (The Falklands War, la guerra de las Malvinas) para intentar recuperar su popularidad, punto que sí se reconoce en la película, y que sus promotores presentan como ejemplo de equilibrio en el análisis de tal figura. Pero tal presentación crítica (excepcional en la película) de Margaret Thatcher está muy poco desarrollada, pues no señala suficientemente el planteamiento oportunista en la programación de la guerra que Thatcher realizó, y que ha estado claramente documentado en los medios. Hoy, los establishments conservadores y neoliberales británicos, americanos o españoles, entre otros, añoran a la Sra. Thatcher, una de las figuras –como Ronald Reagan- más negativas y destructivas que ha existido en el siglo XX.
Una última nota. Ruego al lector que distribuya ampliamente este artículo.

domingo, 22 de enero de 2012

LA DAMA DE HIERRO (PHYLLIDA LLOYD, 2011)

La Dama de Hierro cuenta la apasionante historia de Margaret Thatcher, una mujer que rompió todas las barreras de género y clase para ser escuchada en un mundo dominado por hombres. La historia trata sobre el poder y el precio que se paga por él, en un retrato sorprendente e íntimo de una mujer extraordinaria y compleja. (FILMAFFINITY)

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"La impresión que deja es la de una anciana que apenas puede recordar lo que era y de una película que tampoco está segura de ello" (A. O. Scott: The New York Times)
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"¿Hay algo que no pueda hacer Meryl Streep como actriz? Sólo queda maravillarse ante su virtuosa interpretación como la británica Margaret Thatcher en 'The Iron Lady' (...) Puntuación: ***1/2 (sobre 4)" (Peter Travers: Rolling Stone)
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"La interpretación de Streep es tan auténtica y tan increíblemente exacta, tan llena y completa en su comprensión, que fascina durante cada segundo en que aparece en pantalla" (Mick LaSalle: San Francisco Chronicle)
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"Hay que tener mucho talento para trabajar con Meryl Streep. También ayuda el saber cómo utilizarla. 'The Iron Lady' falla en ambos aspectos (...) Puntuación: ** (sobre 4)" (Roger Ebert: Chicago Sun-Times)
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"La película destaca por una insuperable Meryl Streep, cuya habilidad para empatizar con sus personajes nunca ha sido tan gloriosamente vehemente como con esta titánica interpretación (...) Puntuación: ***1/2 (sobre 4)" (Kyle Smith: New York Post)
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"Aclarado mi admirativo pasmo ante la protagonista de La Dama de Hierro, el entusiasmo se limita a eso. El resto es indiferencia ante una historia y unos personajes cuyos problemas no logran implicarme." (Carlos Boyero: Diario El País)
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"No encontrarán aquí un análisis riguroso de la figura política de Thatcher, sino un encendido elogio de su empeño por destacar en un mundo de hombres (...) Sólo la interpretación de Meryl Streep compensa de alguna manera el precio que cuesta la entrada" (Sergi Sánchez: Diario La Razón)
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"Un buen autorretrato y, al tiempo, un buen paisaje neblinoso inglés. Lo que incita a ver esta película es lo que más esconde en el fondo: la interpretación de Meryl Streep y el hierro de Margaret Thatcher" (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC)
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"La directora se concentra en el personaje (terrible, pero humano al fin y al cabo), explorando su ambición, su resentimiento de género y clase, sus contradicciones. El film quizá hace su trabajo demasiado bien (...) Puntuación: **** (sobre 5)" (Noel Ceballos: Fotogramas)
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"Despistado biopic, que pasa de puntillas por la política de la que fuera Primera Ministra inglesa (...) la película trata de que su sujeto parezca no solamente respetable sino hasta conmovedor y admirable (...) Puntuación: **1/2 (sobre 5)" (Nando Salvá: Cinemanía)
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Ayer nos fuimos Juanma y yo al cine a ver esta película, coincidimos los dos en que Meryl Streep lo borda, pero la película solo es eso... una interpretación brillante, ya que no cuenta demasiado de la vida de Margaret Thatcher, pinceladas de su vida sin ninguna explicación, sin contar nada. En eso falla la película, en nuestra opinión.
Anina

jueves, 19 de enero de 2012

Garzón y la Transición (VICENÇ NAVARRO)

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 19 de enero de 2012

Este artículo señala que el enjuiciamiento de Garzón por su intento de instruir al Estado español a que encontrara a los desparecidos, asesinados por los golpistas de 1936 y de la dictadura que establecieron, es un indicador más de lo inmodélica que fue la Transición de la dictadura a la democracia en España. El artículo concluye que tal enjuiciamiento es un insulto a todos los demócratas en este país.

Una de las concepciones más extendidas en los círculos políticos y mediáticos de mayor influencia y difusión en España es que la Transición de la dictadura a la democracia fue modélica. Liderada por el monarca, tal Transición dio como resultado –según esta versión– una democracia homologable a cualquier otra democracia existente en Europa, lo cual se consiguió sin mayores convulsiones en las instituciones políticas, económicas, financieras y mediáticas del país. El supuesto éxito de tal proceso explica que se haya querido incluso exportar este modelo de Transición a otras dictaduras que estaban bajo presión para que se transformaran en sistemas democráticos. Varias veces, el ministro de Asuntos Exteriores ha sugerido a dictaduras en declive, y a sus opositores democráticos, que tomaran la Transición española como punto de referencia.
La misma concepción que valora la Transición española como modélica (elemento fundamental de la sabiduría convencional existente en el país sobre aquel proceso), también considera ejemplar el compromiso adquirido por las fuerzas políticas mayoritarias de no hurgar en el pasado. Es decir, olvidarse de las enormes violaciones de los derechos humanos, predominantemente realizadas por las fuerzas golpistas en contra de un sistema democrático, olvido que se defendía y continúa defendiéndose como necesario para construir el futuro. Parte de este objetivo asumía que los definidos como los dos bandos del conflicto civil eran igualmente responsables de lo acaecido y que, por lo tanto, era mejor cerrar cuentas y olvidarse de lo ocurrido. De esta concepción deriva la Ley de Amnistía, en que todas las violaciones quedaron amnistiadas, ley que se considera determinante para que ocurriera la Transición, supuestamente modélica. Hay que señalar que, aun cuando las derechas fueron las que promovieron esta versión de la Transición, muchos elementos importantes fueron también asumidos por grandes sectores de las izquierdas, lo cual contribuyó a que tal percepción se reprodujera casi como un dogma.
Tal dogma, sin embargo se basó en una falsedad. La Transición no fue modélica como tampoco lo fue la democracia que estableció. Fue un proceso realizado bajo el dominio de las fuerzas conservadoras y por los aparatos heredados del régimen anterior, liderados por la monarquía, y claramente enquistados en el Estado español. No fue una Transición pactada entre iguales: antes al contrario. Las izquierdas acababan de salir de la cárcel o de la clandestinidad y del exilio.
Su peso procedía de las enormes movilizaciones de la clase trabajadora y otros elementos de las clases populares que presionaron para que terminara aquel régimen. De ahí que, aun cuando el dictador murió en la cama, la dictadura muriera en la calle. No obstante, las izquierdas no tenían el poder ni para romper con aquel Estado ni para negociar en bases de igualdad, dando lugar al enorme sesgo conservador que existe, no sólo en las estructuras del Estado, sino también en las instituciones financieras, económicas, culturales y mediáticas del país. Es este poder el que explica las enormes insuficiencias del Estado del bienestar español, que 33 años después de terminar la dictadura todavía tiene el gasto público social más bajo de la UE-15. La democracia incompleta ha conducido a un bienestar claramente insuficiente.
No hay un indicador mejor de lo inmodélica que fue la Transición y de las enormes limitaciones que tiene la democracia española que lo que ocurrirá esta próxima semana. El Tribunal Supremo juzgará al único juez que se ha atrevido a exigir al Estado que encuentre a los desaparecidos durante la brutal represión de los golpistas sublevados contra las fuerzas democráticas, honrándolos, a la vez que denunciando a los responsables. Esta situación cubre de vergüenza a toda España.
¿Cómo puede España presentarse como una sociedad democrática cuando ocurre este hecho que culmina un proceso que reproduce una de las mayores injusticias que ha ocurrido en el siglo XX en Europa? España es el país donde ha habido un número mayor de desaparecidos por causas políticas en Europa sin que se haya hecho nada sobre ello. Y cuando se quiere hacer algo, el Estado (nada menos que el Tribunal Supremo) quiere cerrar el caso y castigar al juez que osó mirar bajo la alfombra e intentar hacer algo de limpieza, reconociendo además a aquellos que fueron asesinados por su compromiso con la democracia. La comparación de lo que está ocurriendo en España con lo sucedido en otros países que sufrieron dictaduras fascistas o fascistoides semejantes es un indicador más del enorme subdesarrollo democrático de este país. En ningún otro país ha habido la ocultación de esta enorme represión, dejando indefensos a las víctimas y a sus familias, que no pueden ni siquiera honrar a sus muertos (que son los muertos de todos los demócratas) por no saber dónde se encuentran. El contraste entre el comportamiento del Estado español hacia las víctimas del terrorismo de ETA y el de las víctimas de las fuerzas golpistas y del Estado terrorista es bochornoso (no hay otra manera de definirlo).
Esta situación es indignante y vergonzosa. El Tribunal Supremo no es consciente del enorme desprestigio que el enjuiciamiento de Garzón por el caso de los desaparecidos significa para la Justicia española y para el Estado español. En el programa de humor de mayor audiencia en Estados Unidos se señalaba que, en la misma manera que Bolivia, sin mar, tiene Ministerio de Marina, España tenía Ministerio de Justicia. ¿No se dan cuenta de la vergüenza que están originando los miembros del Tribunal Supremo con su comportamiento, en el ámbito internacional? Por mera coherencia democrática debería haber manifestaciones a lo largo del territorio español en protesta por el insulto que el enjuiciamiento de Garzón supone a todas las fuerzas democráticas de España y del mundo.

miércoles, 18 de enero de 2012

El viejo café (ISMAEL SERRANO)

Volvimos al viejo café.
Era el grito despertando a Kavafis
con su mirada de óleo 
sobre viejos cárteles anunciando conciertos.
Ahora que preparo una nueva huida,
que afilo la cuchilla y la voz
mientras el incendio escala la montaña,
volvemos al viejo bar
donde siempre somos jóvenes.

Ella entraba por primera vez,
y no sé si sos tú o eres vos,
pero la tarde brillaba como un diamante perdido,
o como el océano cubierto por una pátina de aceite,
o como el desastre en el que me sumerjo si trasnocho,
o como tu llamada en la tarde
bajando la escalera hasta mi estudio,
ya estás aquí, salgo a abrirte.

Volvimos, aunque quizá nunca nos fuimos,
y la guitarra, tornado de madera, gira:
es la manta de lana que crepita,
llena de chispas, en la oscuridad
de una habitación. Fuera llueve.
Monotonía de crisis financiera
tras los cristales.

Despertamos y el dinosaurio sigue ahí,
con sus gafas de concha y el bigotito de antaño.
Que no se te olvide, 
aunque resuenen panegíricos
en blanco y negro,
la calle es nuestra.

Pero a lo que íbamos.
Volvimos. Y allí estabas.
Y la tarde era tan nuestra
que se marchó como sueles hacerlo tú:
silenciosa, sembrando jazmines, 
dejándonos huérfanos,
y la rara sensación
de fin de vacaciones
y el recuerdo del mar
mientras paras un taxi.

Ismael Serrano

lunes, 16 de enero de 2012

Lo que significó el discurso del Rey o la crisis de la legitimidad de la democracia española (VICENÇ NAVARRO)

Artículo publicado en EL PLURAL por Vicenç Navarro. 16 de enero de 2012.

Este artículo analiza la escasa calidad democrática de las instituciones representativas españolas, tanto a nivel central como autonómico, que está creando un problema grave de legitimidad de tales instituciones. Entre ellas está no sólo la corrupción, sino incluso más importante la aplicación por parte de los partidos gobernantes de medidas impopulares que no constaban en sus programas electorales.

El aplauso de más de dos minutos de duración, de la mayoría de los parlamentarios de las Cortes españolas, a la figura del Rey en su entrada a tal cámara legislativa fue una muestra de agradecimiento al Monarca por haber intentado salvar la dignidad institucional de la Corona y de las Cortes –en teoría, los representantes de la ciudadanía española- al señalar en su discurso de Navidad, que nadie puede estar por encima de la ley. Su frase de que “todos son iguales ante la ley” intentaba dar el mensaje de que todos aquellos que abusan de su autoridad institucional en cualquier rama del Estado para enriquecimiento propio deben ser juzgados, incluyendo su yerno. Creo, por cierto, que los medios quisieron ver en el discurso del Rey una condena en la figura de su yerno más fuerte de lo que el Monarca intentó. Pero tanto los medios de información como la mayoría de los parlamentarios deseaban tan fervientemente que el Rey hiciera tal referencia al yerno, que oyeron lo que deseaban oír, aunque el Rey no hiciera ninguna referencia a su familiar, por mucho que los medios así lo desearan e interpretaran. De ahí la queja del Rey a los propios medios.
Pero tal aplauso puede significarle a las Cortes españolas también un elevado coste, contribuyendo a su desprestigio. Es más que probable que el famoso y esperado juicio al yerno –si es que se produce- quede en agua de borrajas. La Justicia en España es bien conocida internacionalmente por su lentitud además de por su conservadurismo y excesiva docilidad hacia los grupos poderosos. Véase, entre muchos otros ejemplos, el bochornoso caso Palau de Catalunya, todavía no resuelto, o el caso Garzón, el único Juez que se atrevió a cuestionar los crímenes del franquismo, que ha terminado siendo juzgado por el mismo Tribunal Supremo. Estos y muchos otros actos están desacreditando nacional e internacionalmente a la Justicia española. En el programa de humor de mayor audiencia en EEUU se comentaba que de la misma manera que Bolivia -que no tiene mar- tiene un Ministerio de Marina, España tiene un Ministerio de Justicia. Las fuerzas profundamente conservadoras que todavía controlan grandes aparatos del Estado están dando una imagen muy penosa de lo que es la Justicia en España. De ahí que la esperanza de que se haga justicia sea tan baja, y que la judicatura sea uno de los sectores del Estado más impopulares.
El descrédito de la democracia
El gran descrédito de las instituciones políticas y judiciales no se debe primordialmente a la corrupción en tales instituciones, por muy serio que sea este fenómeno. El eslogan de los Indignados de que “no hay pan para tanto chorizo” define bien el problema. Pero el eslogan más dañino para la clase política es el de “no nos representan”. Y la mayoría de los representantes se están ganando a pulso tal definición. El comportamiento escasamente democrático de las opciones políticas gobernantes alcanza unos niveles que requieren una condena y denuncia que no se ha dado en el establishment español. Baste comparar la respuesta del establishment británico a lo que ha ocurrido en Gran Bretaña con los recortes del gobierno Cameron, con el silencio ensordecedor del establishment español frente a los recortes del gobierno Mas en Catalunya y del gobierno Rajoy en España. En todos estos casos, los partidos gobernantes en sus campañas electorales habían prometido que no realizarían los recortes que ahora están haciendo. Prometieron repetidamente no hacerlos, lo cual no fue obstáculo para que, una vez elegidos, los hicieran con toda rapidez.
En Gran Bretaña hubo un gran revuelo dentro del establishment británico. Nada menos que el Arzobispo de Canterbury, líder espiritual de la Iglesia Anglicana, Rowan Williams, denunció al gobierno Cameron por no respetar el mandato popular y cínicamente ocultar sus intenciones reales. Definió tales medidas como legales, pero no legítimas. En Catalunya y en España, los recortes han sido sustanciales, actuando con el mismo cinismo. Un conocido dirigente de la coalición gobernante de Catalunya incluso aclaró que “si hubieran anunciado los recortes, la gente no nos habría votado”. El grado de cinismo y falta de sensibilidad democrática es enorme y explica el enorme descrédito de la clase política que, repito, no se debe primordialmente a la corrupción, sino a su falta de compromiso democrático. De ahí que la crítica “no nos representan” no proceda de un movimiento antidemocrático, sino al revés, procede de un movimiento (los indignados) auténticamente democrático, que exige que exista democracia en España.
El establishment, mientras tanto, ha mantenido un silencio ensordecedor. Es inimaginable que el Arzobispo y Cardenal Rouco Varela criticara al gobierno Rajoy, o el Abad de Montserrat o el Cardenal de Barcelona denunciaran al gobierno Mas por no cumplir sus promesas. Lo único que han hecho es enfatizar la necesidad de que se elimine el aborto. Este comportamiento dice mucho del sentido de la moralidad que entiende y tiene una institución que se define como la portadora de la moralidad pública.
Una situación un tanto semejante ocurre con los medios de mayor difusión que, salvo contadísimas excepciones, no han denunciado la falta de compromiso democrático de los partidos que realizan políticas que no estaban en sus programas y que violan las promesas hechas, práctica que se ha dado comúnmente durante todos estos años. Esto está llevando a una crisis de legitimidad enorme que el aplauso al discurso del Rey por parte de las Cortes españolas ni capta, ni entiende. Como bien dijo un Indignado de Terrassa en un acto reciente, “Se están cargando la democracia española y ni siquiera se enteran”.

domingo, 15 de enero de 2012

¡CÁSATE CONMIGO! (MICHAEL IAN BLACK, 2007)

Todo empieza cuando Anderson (Jason Biggs) provoca, literalmente, la muerte de su novia, debido a la impresión que le provoca que le pida matrimonio en un restaurante de moda. Después de un año sumido en la autocompasión, su mejor amigo le incita a abrirse de nuevo a las posibilidades de la vida. Siguiendo su consejo, propone matrimonio a la primera mujer que aparece ante sus ojos, Katie (Isla Fisher), una camarera que está trabajando en el café en el que se encuentran. Después de un flashback en el que la chica vuelve a vivir los hechos de las últimas 24 horas (incluida una propuesta de matrimonio de su actual novio), Katie acepta la propuesta de Anderson. A partir de aquí comienza una aventura descabellada que demuestra lo difícil que puede llegar a ser el amor, sobre todo cuando te casas con un extraño... (FILMAFFINITY)

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"Fallida comedia 'slapstick' (...) irritantemente farragosa" (Eddie Cockrell: Variety)
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"Especialmente indicada para todos aquellos que odien las comedias románticas. (...) divertimento ligero (...) hay algo en Jason Biggs que recuerda a los grandes cómicos melancólicos del cine mudo." (Jordi Costa: Diario El País)
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¿Pero yo por qué veo estas películas? puff, que malas, de verdad.
Anina

LA PROPOSICIÓN (ANNE FLETCHER, 2009)

Margaret (Sandra Bullock), una famosa e influyente editora de Nueva York, debido a un problema con su visado, está a punto de ser deportada a Canadá, su país natal. Para evitarlo, la astuta ejecutiva declara que está comprometida con su joven ayudante Andrew (Ryan Reynolds), al que, durante años ha sometido a todo tipo de humillaciones. Andrew está dispuesto a participar en la farsa, pero imponiendo algunas condiciones. Así, la pareja viaja a Alaska para que Margaret conozca a la peculiar familia de él; una vez allí, la prepotente ejecutiva se verá inmersa en situaciones tan surrealistas que desafían toda lógica. Mientras tanto, un agente de inmigración sigue sus pasos. (FILMAFFINITY)

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"La proposición es una película sobre una pareja que entre ellos comienzan odiándose y que acaban gustándose. Lo gracioso es que yo empecé odiando la película y terminó gustándome. (...) Puntuación: *** (sobre 4)." (Roger Ebert: Chicago Sun-Times)
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"Como la mayoría de las comedias románticas de hoy, 'The Proposal' trata básicamente de conseguir que una mujer se arrodille. (...) Bullock está sobresaliente interpretando a una valiente, a pesar de la incomodidad de su papel" (Manohla Dargis: The New York Times)
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"La última definición en cine para 'insípido' es 'The Proposal', una comedia romántica tan soporífera que se siente como la novocaína. (...) Sólo Betty White como la abuela rompe la inercia de la historia. (...) Puntuación: * (sobre 4)." (Peter Travers: Rolling Stone)
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"Encantadora y tradicional comedia romántica (...) La energía química entre Bullock y Reynolds es fresca e irresistible." (Lisa Schwarzbaum: Entertainment Weekly)
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"Sin ser como para tirar cohetes ni salirse en ningún momento de los esquemas y clichés habituales, sí que está bastante por encima de la media del género. (...) contiene varios momentos divertidos (...) Puntuación: ** (sobre 5)" (Alberto Luchini: Diario El Mundo)
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Fue nº1 en el Box Office USA, recaudando 34 millones de dólares y convirtiéndose en la apertura más taquillera de la filmografía de Sandra Bullock. (FILMAFFINITY)
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 Para pasar un rato, es demasiado típica.
Anina

viernes, 13 de enero de 2012

Salirse del euro como alternativa: el caso de Argentina (VICENÇ NAVARRO)

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la revista digital SISTEMA, 13 de enero de 2012

Este artículo explica como Argentina pudo salir de la crisis financiera mediante la rotura de la paridad en la moneda argentina con el dólar, rompiendo a la vez con el FMI que estaba imponiendo unas políticas de austeridad a Argentina, tal como lo está haciendo ahora con España.

Una teoría que ha sido promovida por círculos financieros importantes, como por ejemplo el Fondo Monetario Internacional (FMI), es la desarrollada por dos de sus economistas, Ken Rogoff y Carmen Reinhart, definidos sorprendentemente en un artículo reciente como “nuevos gurus de la economía”, que sostienen que las recesiones causadas por las crisis financieras tienen que resolverse lentamente tras muchos años de recuperación lenta y penosa. En sus escritos, tales autores subrayan los términos lenta y penosa. La promoción de esta teoría por parte del FMI y su aceptación en los medios financieros y económicos neoliberales se explica porque, en realidad, disculpa las políticas públicas responsables de la escasa recuperación de las economías europeas y, muy en especial, las de los países referidos desdeñosamente como PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España), cerdos en inglés.
El problema con esta teoría es que es fácilmente demostrable que es errónea. Es decir, existe evidencia que invalida su tesis. Veamos, por ejemplo, lo ocurrido en Argentina. Este país tenía una enorme crisis financiera, resultado en parte a que el valor de su moneda estaba fijado al euro (perdón, quería decir al dólar estadounidense). Esta paridad la había llevado a tener una deuda externa de 95.000 millones de dólares. Era el discípulo predilecto del FMI, llevando a cabo las recetas de tal institución, llegando a un nivel de endeudamiento imposible de sostener.
De ahí que, en contra de los deseos del FMI y con gran hostilidad por parte de esta institución, a finales del 2001, el gobierno argentino decidió abandonar la paridad con el dólar y no pagar la deuda pública al precio establecido por el FMI. El sistema financiero argentino se colapsó y todos los vaticinios pronosticaban que Argentina entraría en recesión –a niveles de depresión- por muchos, muchos años. Hasta aquí la teoría de Rogoff y Reinhart.
Los datos, sin embargo, muestran el error de tales autores. Es cierto que la economía argentina bajó durante la primera parte del año. Pero se recuperó pronto, y en tres años el nivel de actividad y crecimiento económico era ya idéntico al existente en el periodo de pre-recesión. Parte de la solución fue recuperar su propia moneda y su propia autonomía fiscal, garantizada por su propio Banco Central. Además, no pagó la deuda pública a los niveles exigidos, devaluándola considerablemente. Todo ello le permitió recuperarse rápidamente, alcanzando uno de los niveles de crecimiento económico más acentuados en América Latina, el doble de Brasil, por ejemplo.
Este crecimiento ha repercutido, a través de las políticas públicas redistributivas, en el mejoramiento del bienestar de las clases populares. La pobreza y la pobreza extrema se han reducido en dos tercios desde 2002. El gasto público social se ha triplicado durante este periodo 2002-2010. Y en 2009, desarrolló un programa de transferencias públicas a la infancia, que repercutió en 3.5 millones de niños, siendo el programa de reducción de la pobreza infantil más ambicioso de América Latina. Las desigualdades han disminuido. En 2001 los súper ricos (el 5% de renta superior) tenían 32 veces más renta que los pobres (el 5% de renta inferior). En 2010, era 17 veces.
Es cierto que la inflación es también elevada, incluso para los estándares de América Latina. Un 20-25% por año. Ahora bien, si los salarios suben más que la inflación (como está ocurriendo) y también la protección social, y se siguen reduciendo las desigualdades, el impacto de tal inflación es menos perjudicial de lo que aparenta. Es más, esa inflación puede y debe bajarse, pero no puede utilizarse para negar los grandes logros conseguidos por Argentina, que explica el gran apoyo popular por su gobierno, reelegido ampliamente en la última convocatoria electoral (The Argentina Success Story and its implication. Center for Economic and Policy Research. 2011)
Para evaluar la experiencia argentina hay que compararla con la que hubiera existió de no cambiar sus políticas. Tal como predecían Rogoff y Reinhart, hubieran estado durante mucho tiempo (diez o quince años) en una recuperación lenta y penosa. En lugar de ello, se recuperaron y crecieron rápidamente, distribuyendo más equitativamente el producto producido durante estos años.
España no es Argentina. Pero es importante estudiar la posible relevancia de aquella experiencia para España. Salir del euro no sería mi primera propuesta para salir de la crisis. Creo que es mejor salida transformar la arquitectura de la Unión Europea y de la Eurozona con establecimiento de un Banco Central (el Banco Central Europeo no es un Banco Central por paradójico que ello parezca: en realidad es un lobby de la banca), un Departamento del Tesoro y otra medidas, incluyendo la democratización de las instituciones de la Unión Europea encaminadas a la construcción de los Estados Unidos de Europa. Pero mucho me temo que el dominio neoliberal de las estructura de gobierno de la Eurozona y de la Unión Europea va a imposibilitar este desarrollo, en cuyo caso la situación insostenible actual se perpetuará (que es lo que desea el capital financiero). De ahí que debieran considerarse todas las alternativas, incluyendo la salida de España (y de Grecia, Portugal, Irlanda e incluso Italia, si así también lo desean) del euro. Su permanencia en el euro, en caso de no hacer las reformas apuntadas, significará la Gran Depresión para millones de ciudadanos de tales países. Es más, la discusión de esta posibilidad –salirse del euro- facilitaría la mano de España en la negociación con los gobiernos Merkel y Sarkozy, pues esta salida es lo último que desean tales gobiernos, ya que supondría el colapso de sus bancos. De todo ello se deriva la urgencia de que se inicie el debate sobre la salida de España del euro, pues la ausencia de este debate está empobreciendo nuestro país.

jueves, 12 de enero de 2012

¿Salirse del euro? (VICENÇ NAVARRO)

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 12 de enero de 2011

Este artículo analiza las causas de que se estén siguiendo las políticas neoliberales que están dañando extensamente el bienestar de las clases populares de los países de la Eurozona y muy en particular de los países periféricos de la Eurozona. Estas políticas están siendo impuestas por el Consejo Europeo, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional con el fin de debilitar al mundo del trabajo y al Estado del Bienestar. Debido al enorme dominio de tal pensamiento en las estructuras de la Eurozona, el artículo concluye con la necesidad de que se abra un debate en España sobre si no sería una alternativa mejor a la Recesión, y pronto Depresión resultado de las políticas neoliberales, la salida de España del euro.

Estamos viendo durante estos años de crisis el intento más intenso y masivo por parte de las autoridades de la eurozona –Banco Central Europeo (BCE), Consejo Europeo y Comisión Europea– así como del Fondo Monetario Internacional (FMI) de debilitar, en cada país de la zona euro, el mundo del trabajo, la protección social y el Estado del bienestar. La evidencia de ello es contundente. Recortes de derechos laborales y sociales y de gasto público social están ocurriendo a lo largo de los países de la eurozona, dándose con especial intensidad en los países de la periferia de la eurozona, conocidos como los PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España). No pasa día sin que noticias sobre recortes y reducción de derechos golpeen las páginas de los rotativos de mayor difusión. La generalización de tales medidas en la mayoría de países de la eurozona se presenta como un indicador de su inevitabilidad, es decir, de la necesidad de que se lleven a cabo para salir de la crisis.
La evidencia que se ha ido acumulando muestra, sin embargo, que tales medidas no sólo no están contribuyendo a la salida de la crisis y de la recesión, sino que la están empeorando. Los datos reflejan claramente que tales políticas están reduciendo todavía más la demanda necesaria para estimular la economía. Y puesto que la demanda generada en el sector privado está estancada (resultado en España del enorme agujero creado en la economía por el estallido de la burbuja inmobiliaria), el único sector que podría estimular la economía es el sector y el gasto público. De ahí que la reducción de tal gasto público sea un gran error, pues imposibilita la salida de la crisis. De nuevo, la evidencia de ello es abrumadora. Sólo los economistas y políticos neoliberales, que dominan los medios de mayor difusión, continúan repitiendo el dogma neoliberal que está ya profundamente desacreditado empíricamente.
¿Por qué entonces se están imponiendo tales políticas? Es más que dudoso que las autoridades de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional no conozcan la abrumadora evidencia que muestra el fracaso de tales políticas. El hecho de que, a pesar de ser conscientes del daño de tales políticas al bienestar de la mayoría de la ciudadanía y a la propia economía, continúen imponiéndolas se debe a que están utilizando esta situación de enorme crisis (acentuándola incluso) a fin de forzar con mayor contundencia lo que los grupos dominantes en estas instituciones (el capital financiero, es decir, la banca y las grandes empresas transnacionales) siempre han deseado: debilitar al mundo del trabajo y al Estado del bienestar.
Más y más información se está haciendo pública mostrando el tipo de presiones que tales organizaciones (y, muy en especial, el BCE y el binomio Merkel-Sarkozy) han estado realizando para que los gobiernos reciban “ayudas” (lo pongo entre comillas porque un porcentaje de tales transferencias está encaminado a que los estados receptores puedan pagar sus deudas públicas a los bancos alemanes y franceses, entre otros). El Banco Central Europeo supedita estas ayudas –en forma de compra de deuda pública– a que hagan reformas que claramente debiliten el mundo del trabajo (tales como eliminar la indexación de los salarios o la descentralización de los convenios colectivos) y reduzcan sus estados del bienestar (tales como la privatización de las pensiones o de los servicios sanitarios), todas ellas medidas que tienen muy poco que ver con la génesis de la crisis o con la salida de ella. El argumento que utilizan para justificar la imposición de tales políticas es que aumentarán la competitividad de la economía de los países PIIGS y con ello aumentarán las exportaciones, que debieran ser el motor del crecimiento económico y la salida de la crisis.
De nuevo, la evidencia existente (que es también bastante abrumadora) cuestiona que los países PIIGS puedan salir de la crisis a base de tales políticas, pues el mayor problema que tienen estos países no es ni su inexistente elevado gasto público, incluido el social (que es de los más bajos de la UE), ni la falta de competitividad (las exportaciones han continuado creciendo en España durante la crisis), sino su escasísima demanda. Pero el hecho de que la evidencia muestre que este argumento es erróneo o falso no les frena para que continúen imponiendo tales políticas, admitiendo, como hacen los economistas Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, muy influyentes en el FMI, que el impacto de tales políticas supuestamente positivas no se verá por mucho tiempo, de diez a quince años a partir de ahora.
Esta situación es insostenible e intolerable. Condena a varias generaciones a un futuro miserable. De ahí que debiera considerarse lo hasta ahora impensable: la salida de España del euro. No hay duda de que sería un paso difícil, pero no necesariamente peor que lo que se predice para los próximos diez y quince años. Alternativas, en contra de lo que dicen Rogoff y Reinhart, existen. Salvando las diferencias (que las hay) entre Argentina y España, el hecho es que Argentina en 2001, tras romper la paridad con el dólar y las políticas impuestas por el FMI, bajo el Gobierno Kirchner, recuperó su propio control del valor de la moneda y de su Banco Central, permitiéndole en tres años que su PIB fuera ya el que existía antes de la crisis, siendo a partir de entonces el país de América Latina que ha tenido mayor crecimiento económico. Letonia, en cambio, siguió las políticas que está imponiendo el FMI y hoy su PIB es un 20% inferior al que tenía al iniciarse la crisis. Es importante que para el bien de las clases populares se inicie un debate en España sobre los excesivos costes de pertenecer al euro, y de los que la población parece ser ya consciente. Según una reciente encuesta, el 70% de la población española tiene mayores reservas hacia el euro. ¿Cuándo se iniciará tal debate en España?