Como todo el mundo sabe, vivimos en una sociedad enferma en la que existen multitud de caras dispuestas a hacer lo contrario de lo que se dice que hay que hacer: hay que compartir, pero se puede explotar y robar; hay que educar en la salud, pero se puede fomentar el uso de transgénicos; hay que fomentar los derechos humanos, pero se puede encarcelar y torturar sin un juicio; hay que ser bueno, pero mola ser malo...
Con todas estas contradicciones, se nos está sembrando a nivel cerebral una simiente de abulia por la que todo vale y además nos da lo mismo. Los esquemas aprendidos se nos caen como la decoración naranja del auditorio Miguel Delibes, que es un edificio glamuroso que, como la imagen de la ciudad, se está dejando caer a pedazos. Es lo mismo que sucede con muchos jardines, que se siembran con mucha publicidad y con mucho gasto público, para después de la foto dejarlos morir de sed.
En este orden de cosas absurdas de las que se alimenta el morbo colectivo nos llevan ya unos cuantos años 'educando' a las masas desde nuestro manantial preferido de la tele a base de 'reality shows', de los que la productora holandesa Endemol es una maquiavélica experta de la que han salido todo tipo de grandes hermanos y basuras colindantes.
Pues bien, la última genial idea que han tenido, y que la cadena norteamericana Fox ha abrazado como presunto nuevo éxito de audiencias, es un programa llamado 'Someone's Gotta Go' (Alguien tiene que irse), en el que los empleados de empresas reales tienen que decidir ante las cámaras, a la llamada de sus jefes, a quién tienen que despedir para con eso ir capeando la crisis. ¡Y qué mejor que poner en sus manos los datos de sus sueldos, el resultado de una evaluación sobre su rendimiento laboral o cotilleos de cama! Así, esgrimiendo argumentos de peso como las diferencias salariales podrán seleccionar a la víctima sin muchas contemplaciones. Pero al lorito: al jefe no se le despide, eso sí que no. «El jefe es intocable», advierte David Goldberg, consejero delegado de Endemol.
Y para más coña, en la televisión india hay un concurso que como premio tiene casarse con una bella actriz de Bollywood llamada Rakki Sawant, que está estupenda. ¡A concursar todos!
Con todas estas contradicciones, se nos está sembrando a nivel cerebral una simiente de abulia por la que todo vale y además nos da lo mismo. Los esquemas aprendidos se nos caen como la decoración naranja del auditorio Miguel Delibes, que es un edificio glamuroso que, como la imagen de la ciudad, se está dejando caer a pedazos. Es lo mismo que sucede con muchos jardines, que se siembran con mucha publicidad y con mucho gasto público, para después de la foto dejarlos morir de sed.
En este orden de cosas absurdas de las que se alimenta el morbo colectivo nos llevan ya unos cuantos años 'educando' a las masas desde nuestro manantial preferido de la tele a base de 'reality shows', de los que la productora holandesa Endemol es una maquiavélica experta de la que han salido todo tipo de grandes hermanos y basuras colindantes.
Pues bien, la última genial idea que han tenido, y que la cadena norteamericana Fox ha abrazado como presunto nuevo éxito de audiencias, es un programa llamado 'Someone's Gotta Go' (Alguien tiene que irse), en el que los empleados de empresas reales tienen que decidir ante las cámaras, a la llamada de sus jefes, a quién tienen que despedir para con eso ir capeando la crisis. ¡Y qué mejor que poner en sus manos los datos de sus sueldos, el resultado de una evaluación sobre su rendimiento laboral o cotilleos de cama! Así, esgrimiendo argumentos de peso como las diferencias salariales podrán seleccionar a la víctima sin muchas contemplaciones. Pero al lorito: al jefe no se le despide, eso sí que no. «El jefe es intocable», advierte David Goldberg, consejero delegado de Endemol.
Y para más coña, en la televisión india hay un concurso que como premio tiene casarse con una bella actriz de Bollywood llamada Rakki Sawant, que está estupenda. ¡A concursar todos!
Jesús Cifuentes - El norte de castilla