Este hecho tiene claras ventajas medioambientales y económicas, si tenemos en cuenta que cada vez la sociedad actual origina más residuos: En Europa se generan anualmente 1.300 millones de toneladas, de los que cada persona genera 3,5 toneladas.
Estos residuos o biomasa, de origen industrial, agrícola, forestal o urbano, para convertirse en recursos energéticos deben someterse a unas medidas de recuperación energética. Uno de estos procesos es el de la gasificación a altas temperaturas, combinada con sistemas de producción de energía de última generación. De la investigación y aplicación de esta técnica se ocupa el Grupo de Procesos Termoquímicos perteneciente al Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) y reconocido de Excelencia investigadora por el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón.
Rafael Bilbao, director del I3A, dirige este equipo, que lleva una trayectoria de 24 años y trabaja en gasificación desde 1983. “Empezamos a investigar con la biomasa, con residuos agrícolas y forestales, y luego hemos derivado a muchas aplicaciones, motivadas por lo que demandan las empresas. Ahora andamos con harinas cárnicas, a consecuencia del tema de las vacas locas”, asegura este catedrático de Ingeniería Química por la Universidad de Zaragoza, que califica este proceso en comparación de otros como versátil, poco contaminante y con un rendimiento alto, explicando que a través de esta técnica de gasificación, “obtenemos gases para producir energía o productos químicos valiosos. El proceso consiste en que los residuos se procesan en un reactor químico, que da lugar a un gas, que será utilizado como combustible para obtener energía térmica o eléctrica o bien síntesis para producir productos químicos”.
Este científico explicó los diferentes tipos de residuos, las oportunidades de aprovechamiento energético y la tecnología de gasificación de residuos ayer miércoles, en una sesión del Ateneo del CPS, iniciativa coordinada por la Cátedra SAMCA (CPS-I3A), con el título “Biomasa y residuos: ¿Problema o recurso energético?”. En esta intervención estuvo acompañado por Jesús Arauzo Pérez, también catedrático de Ingeniería Química, y actual gestor del Plan Nacional de la Energía.
Energía térmica, eléctrica, hidrógeno, bioetanol o gas de síntesis para productos químicos valiosos pueden llegar a obtenerse a partir de residuos: industriales, agrícolas, forestales y urbanos. Dentro de los residuos industriales, según este científico y director del I3A, podemos encontrar los procedentes de la industria alimentaria como los huesos de oliva; de la industria maderera, como el serrín; o de la industria papelera, las “lejías negras” o excedentes obtenidos en la producción de papel. En el caso de los residuos agrícolas, se pueden aprovechar energéticamente la paja o la cascarilla del arroz y en los residuos forestales, los obtenidos tras la limpieza de montes. De los residuos urbanos se aprovecha en este proceso de producción de energía la parte orgánica de la basura y los lodos de la depuradora de tratamiento de aguas residuales.
Proyecto CENIT del I3A para aprovechar los residuos urbanos
Aprovechar los residuos sólidos urbanos es el objetivo de un proyecto perteneciente al Programa CENIT del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, desarrollado por el grupo de investigación de Rafael Bilbao para la empresa URBASER, perteneciente al Grupo ACS.
Esta empresa nacional será la encargada de la gestión del ecovertedero de Zaragoza. Su actividad se centra en la gestión de residuos sólidos urbanos. Este proyecto del I3A se plantea aprovechar el proceso de tratamiento de basuras para aprovechar al máximo los residuos y llevar la menor cantidad posible al vertedero. “Hay una serie de materiales que en estos momentos no se aprovechan y es allí donde nuestro grupo de investigación interviene, a través del proceso de gasificación, con la consiguiente generación de gases valiosos como el hidrógeno”, explica este científico, que detalla el triple objetivo de este proyecto aprobado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo: minimizar los residuos destinados al vertedero, diversificar energéticamente y producir energía eléctrica, “Estudiamos este proceso de gasificación a partir del material que nos suministran. Vemos los gases que se obtienen y cómo resolver los problemas que se presentan”, concluye este investigador. Los resultados de este proyecto CENIT no se desvelarán hasta dentro de unos meses, tras finalizar los cuatro años de duración del proyecto.
Este es el proyecto de más envergadura desarrollado por este grupo del I3A, que también está llevando a cabo otros proyectos de aprovechamiento de residuos a través de gasificación de biomasa, con diversas empresas como Taim, empresa de maquinaria para minería y obras públicas; Saica, empresa lider en España en fabricación y venta de papel para cartón ondulado; o Cadagua, empresa nacional pionera y líder en el mercado de la ingeniería y construcción de Plantas de Tratamiento y Depuración de Aguas.
flickr - www.aragoninvestiga.com
Estos residuos o biomasa, de origen industrial, agrícola, forestal o urbano, para convertirse en recursos energéticos deben someterse a unas medidas de recuperación energética. Uno de estos procesos es el de la gasificación a altas temperaturas, combinada con sistemas de producción de energía de última generación. De la investigación y aplicación de esta técnica se ocupa el Grupo de Procesos Termoquímicos perteneciente al Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) y reconocido de Excelencia investigadora por el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón.
Rafael Bilbao, director del I3A, dirige este equipo, que lleva una trayectoria de 24 años y trabaja en gasificación desde 1983. “Empezamos a investigar con la biomasa, con residuos agrícolas y forestales, y luego hemos derivado a muchas aplicaciones, motivadas por lo que demandan las empresas. Ahora andamos con harinas cárnicas, a consecuencia del tema de las vacas locas”, asegura este catedrático de Ingeniería Química por la Universidad de Zaragoza, que califica este proceso en comparación de otros como versátil, poco contaminante y con un rendimiento alto, explicando que a través de esta técnica de gasificación, “obtenemos gases para producir energía o productos químicos valiosos. El proceso consiste en que los residuos se procesan en un reactor químico, que da lugar a un gas, que será utilizado como combustible para obtener energía térmica o eléctrica o bien síntesis para producir productos químicos”.
Este científico explicó los diferentes tipos de residuos, las oportunidades de aprovechamiento energético y la tecnología de gasificación de residuos ayer miércoles, en una sesión del Ateneo del CPS, iniciativa coordinada por la Cátedra SAMCA (CPS-I3A), con el título “Biomasa y residuos: ¿Problema o recurso energético?”. En esta intervención estuvo acompañado por Jesús Arauzo Pérez, también catedrático de Ingeniería Química, y actual gestor del Plan Nacional de la Energía.
Energía térmica, eléctrica, hidrógeno, bioetanol o gas de síntesis para productos químicos valiosos pueden llegar a obtenerse a partir de residuos: industriales, agrícolas, forestales y urbanos. Dentro de los residuos industriales, según este científico y director del I3A, podemos encontrar los procedentes de la industria alimentaria como los huesos de oliva; de la industria maderera, como el serrín; o de la industria papelera, las “lejías negras” o excedentes obtenidos en la producción de papel. En el caso de los residuos agrícolas, se pueden aprovechar energéticamente la paja o la cascarilla del arroz y en los residuos forestales, los obtenidos tras la limpieza de montes. De los residuos urbanos se aprovecha en este proceso de producción de energía la parte orgánica de la basura y los lodos de la depuradora de tratamiento de aguas residuales.
Proyecto CENIT del I3A para aprovechar los residuos urbanos
Aprovechar los residuos sólidos urbanos es el objetivo de un proyecto perteneciente al Programa CENIT del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, desarrollado por el grupo de investigación de Rafael Bilbao para la empresa URBASER, perteneciente al Grupo ACS.
Esta empresa nacional será la encargada de la gestión del ecovertedero de Zaragoza. Su actividad se centra en la gestión de residuos sólidos urbanos. Este proyecto del I3A se plantea aprovechar el proceso de tratamiento de basuras para aprovechar al máximo los residuos y llevar la menor cantidad posible al vertedero. “Hay una serie de materiales que en estos momentos no se aprovechan y es allí donde nuestro grupo de investigación interviene, a través del proceso de gasificación, con la consiguiente generación de gases valiosos como el hidrógeno”, explica este científico, que detalla el triple objetivo de este proyecto aprobado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo: minimizar los residuos destinados al vertedero, diversificar energéticamente y producir energía eléctrica, “Estudiamos este proceso de gasificación a partir del material que nos suministran. Vemos los gases que se obtienen y cómo resolver los problemas que se presentan”, concluye este investigador. Los resultados de este proyecto CENIT no se desvelarán hasta dentro de unos meses, tras finalizar los cuatro años de duración del proyecto.
Este es el proyecto de más envergadura desarrollado por este grupo del I3A, que también está llevando a cabo otros proyectos de aprovechamiento de residuos a través de gasificación de biomasa, con diversas empresas como Taim, empresa de maquinaria para minería y obras públicas; Saica, empresa lider en España en fabricación y venta de papel para cartón ondulado; o Cadagua, empresa nacional pionera y líder en el mercado de la ingeniería y construcción de Plantas de Tratamiento y Depuración de Aguas.
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