A veces uno se asombra de la ironía que en verdad ocultan las hojas un periódico, que como reflejo de la realidad, envuelve en el amasijo de sus páginas y del universo de sus letras el azar reunido de una situación imposible. Entre las noticias conviven como una comunidad de vecinos la guerra y el asesinato, la opulencia y la pobreza, las inundaciones y la sequía, el invierno y el verano, el PP y el PSOE, Esperanza y Gallardón, y todos ellos conteniendo su odio mutuo, como si el papel fuera un territorio imposible para su guerra.Así que de este modo me encuentro ojeando la prensa cuando ese azar irónico, por el cual la beatificación o santificación de Wojtila convive en la página siguiente con la noticia de un cura que ha sido llevado al banquillo por estafar a una anciana una cantidad estimada en unos 600.000 € .Benedicto XVI destaca las “cualidades sobrenaturales” del Papa anterior, al que me entero de repente que le han asignado ya un milagro, (¡Dios mío, si se ha muerto antes de ayer¡) por el cual le quitó de encima a una monja francesa el malengue del Parkinson al haber rezado por él dos meses después de su muerte. Una situación curiosa de tal beatificación es que dependa exclusivamente de la iglesia Parece ser que el hecho milagroso de que te liberen del marrón de la enfermedad depende de que hagas una ofrenda al santo en cuestión, o sea, que los milagritos no salen del todo gratis, y además me lleva a poner en duda la santidad de tales santos, dada su egolatría.De todas maneras otra situación engañosa es que el certificado de que una situación milagrosa lo sea de verdad depende de la decisión del Papa y los médicos del Vaticano, que claramente se inclinan a favor de tal situación, dado el beneficio que la iglesia obtiene a cambio. Estamos a punto de presenciar la ascensión al mundo del “merchandising” a Juan Pablo II.Al otro lado de la página está otro hombre con sotana, pero éste, en vez de blanca como el Papa la tiene negra. Es toda una premonición que en el otro extremo pero tan cercano está el “demonio” en forma de tentación, porque eso es lo que no pudo soportar Benigno Moure, presidente de una fundación llamada San Rosendo (no será el famoso rockero, no) que parece tener un pedazo de patrimonio increíble (¡milagro¡) en forma de residencias de ancianos, hoteles y balnearios. Esta entidad “sin ánimo de lucro” a través de este señor cura, parece que se ha acigüetado todo un dineral perteneciente a una pobre anciana que sufría demencia senil, de la que Moure se hizo con un documento firmado por la anciana que le convertía en el dueño y titular de sus cuentas. Sin duda a este otro hombre, el del lado oscuro lo beatificarán en el infierno.
Publicado por Cifu en "El Norte de Castilla" el 4-04-2008