El centro de reproducción y cría en cautividad de urogallos del parque de Redes ultima los preparativos para empezar a funcionar a pleno rendimiento, tras un período de chequeo de las instalaciones en el que se han empleado gallinas y faisanes.
El Principado espera recibir los primeros huevos de urogallo «en días» para formar una comunidad reproductora integrada por 18 ejemplares (6 hembras y 12 machos). El resto de las aves que nazcan en el centro de cría de Sobrescobio (medio centenar de polluelos al año según la previsión del Gobierno regional) se destinará a repoblar y reforzar las comunidades de urogallo cantábrico, una especie en peligro de extinción.
El periplo de los huevos que lleguen al centro se iniciará en el laboratorio, donde serán sometidos a un proceso de desinfección, así como de medición y pesado. El huevo pasará entonces a la incubadora, donde permanecerá por un período de entre 20 y 25 días, según la fecha en que fue recogido de su entorno. En el momento en que el huevo esté próximo a su eclosión, se trasladará a la nacedora, una máquina similar a la incubadora y ubicada en una sala anexa. Cuando el urogallo nazca estará 24 horas bajo una lámpara de calor que le ayudará a regular su temperatura corporal. Después, antes de ser trasladado al exterior, pasará tres semanas en un pequeño corral.
Las instalaciones externas del centro de Sobrescobio dispone de seis unidades de cría que alojarán a una hembra y a dos machos cada una. Separada de estas estancias existe una jaula de cuarentena dedicada a albergar temporalmente a los ejemplares adultos que lleguen de fuera o a aquellos que puedan sufrir algún tipo de enfermedad. Esta unidad cuenta con un suelo elevado y perforado en su base para facilitar las tareas de desinfección. Además, el centro de cría dispone de paneles solares para garantizar su suministro energético.
www.lne.es
El Principado espera recibir los primeros huevos de urogallo «en días» para formar una comunidad reproductora integrada por 18 ejemplares (6 hembras y 12 machos). El resto de las aves que nazcan en el centro de cría de Sobrescobio (medio centenar de polluelos al año según la previsión del Gobierno regional) se destinará a repoblar y reforzar las comunidades de urogallo cantábrico, una especie en peligro de extinción.
El periplo de los huevos que lleguen al centro se iniciará en el laboratorio, donde serán sometidos a un proceso de desinfección, así como de medición y pesado. El huevo pasará entonces a la incubadora, donde permanecerá por un período de entre 20 y 25 días, según la fecha en que fue recogido de su entorno. En el momento en que el huevo esté próximo a su eclosión, se trasladará a la nacedora, una máquina similar a la incubadora y ubicada en una sala anexa. Cuando el urogallo nazca estará 24 horas bajo una lámpara de calor que le ayudará a regular su temperatura corporal. Después, antes de ser trasladado al exterior, pasará tres semanas en un pequeño corral.
Las instalaciones externas del centro de Sobrescobio dispone de seis unidades de cría que alojarán a una hembra y a dos machos cada una. Separada de estas estancias existe una jaula de cuarentena dedicada a albergar temporalmente a los ejemplares adultos que lleguen de fuera o a aquellos que puedan sufrir algún tipo de enfermedad. Esta unidad cuenta con un suelo elevado y perforado en su base para facilitar las tareas de desinfección. Además, el centro de cría dispone de paneles solares para garantizar su suministro energético.
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