Es todo un estigma arraigado en el ser humano la capacidad de aceptar lo irracional como lo racional, la falta de asertividad absoluta ante las situaciones que te hacen arrodillarte y quizá humillarte ante la mirada condenatoria del resto del rebaño, como situaciones de benevolencia y conveniencia para continuar. La condición humana no está habitada por lo común de superhéroes que renieguen a comulgar con ruedas de molino, pero que no sea más habitual el salir del rebaño para tener una mayor perspectiva ante la vida es pobre y desolador.
La tradición talibano-cristiana implantada en este país tan abrazado a esa doble moral por la cual uno nunca sabe si mata o espanta, está cargada de ejemplos históricos por los que una recurrente santa inquisición de turno acaba con las expectativas de cualquier modernidad o avance si es que lo que se está poniendo en juego es la perdurabilidad de la estructura dominante que tiene la sartén por el mango. Así las cosas, numerosos científicos, humanistas, poetas, novelistas, filósofos y artistas han visto mutiladas sus ideas, canciones o descubrimientos por el yugo dominante de lo política o religiosamente correcto, que mantiene ciego al rebaño antes que provocar una posible revuelta que ponga en tela de juicio el por qué de quién maneja el mango de mi sartén.
Leo Bassi, un artista-payaso-bufón, como dice él mismo, es un italiano irreverente que lleva una pila de años removiendo las conciencias de sus espectadores, conocedor de la realidad política y social de este país. Yo lo pude ver en el teatro Zorrilla hace unos años, y después del espectáculo en el teatro se prorrogó en la Plaza Mayor, improvisando el delirio. Resulta que estando programado para el festival Alter-Arte de Murcia, ha sido retirado del cartel por el gobierno feudal que el PP tiene en esa región gobernada por Valcárcel a cuenta de que una semana después de su espectáculo el PP murciano tenía intención de elegir a su presidente, y el espectáculo de Bassi no resultaba ser muy edificante para lo que este partido hace en el ámbito urbanístico y ecológico, sin que nadie les haga sombra ni lo ponga en entredicho.
Esta situación me suena demasiado. ¿Hasta cuándo?
La tradición talibano-cristiana implantada en este país tan abrazado a esa doble moral por la cual uno nunca sabe si mata o espanta, está cargada de ejemplos históricos por los que una recurrente santa inquisición de turno acaba con las expectativas de cualquier modernidad o avance si es que lo que se está poniendo en juego es la perdurabilidad de la estructura dominante que tiene la sartén por el mango. Así las cosas, numerosos científicos, humanistas, poetas, novelistas, filósofos y artistas han visto mutiladas sus ideas, canciones o descubrimientos por el yugo dominante de lo política o religiosamente correcto, que mantiene ciego al rebaño antes que provocar una posible revuelta que ponga en tela de juicio el por qué de quién maneja el mango de mi sartén.
Leo Bassi, un artista-payaso-bufón, como dice él mismo, es un italiano irreverente que lleva una pila de años removiendo las conciencias de sus espectadores, conocedor de la realidad política y social de este país. Yo lo pude ver en el teatro Zorrilla hace unos años, y después del espectáculo en el teatro se prorrogó en la Plaza Mayor, improvisando el delirio. Resulta que estando programado para el festival Alter-Arte de Murcia, ha sido retirado del cartel por el gobierno feudal que el PP tiene en esa región gobernada por Valcárcel a cuenta de que una semana después de su espectáculo el PP murciano tenía intención de elegir a su presidente, y el espectáculo de Bassi no resultaba ser muy edificante para lo que este partido hace en el ámbito urbanístico y ecológico, sin que nadie les haga sombra ni lo ponga en entredicho.
Esta situación me suena demasiado. ¿Hasta cuándo?
Jesús Cifuentes - El norte de castilla