Al venir de O Cebreiro, mi madre se acordó de que igual ya estaba funcionando la Feria de la Cerámica, así que paramos en Ponferrada y después de tomar un cafetito con Bea, dimos una vuelta por la Feria, no compramos nada, pero a mi siempre me gusta verla, ¡hay cosas tan bonitas!.
Anina.