sábado, 9 de mayo de 2009

La biomasa podría ser la solución más eficaz para generar electricidad

Un estudio, publicado el 8 de mayo en la revista Science, indica que la biomasa utilizada para generar electricidad podría ser la solución más eficaz.
En este estudio, Campbell, junto con Christopher Field, del Departamento de Ecología Global de la Carnegie Institution, y David Lovell, de la Universidad de Stanford, ambas en EE UU, encontró que la biomasa convertida en electricidad daba lugar a un 81% más de kilómetros recorridos y a un 108% más de bonos de emisiones, en comparación con el etanol.

La biomasa (materia vegetal que se cultiva y utiliza para generar energía) es una de las fuentes de energía alternativa a los combustibles fósiles que estudian los científicos. Existen dos tecnologías basadas en la biomasa en las que intervienen el etanol y la electricidad. La biomasa convertida en etanol, un combustible obtenido del maíz, puede alimentar vehículos de combustión interna. Pero por otro lado, la biomasa convertida directamente en electricidad puede propulsar un vehículo alimentado por una batería eléctrica.

En otras palabras, según Campbell, los vehículos propulsados por biomasa convertida en electricidad “llegaban más lejos en la carretera” que los propulsados por etanol. Como consecuencia, añade Campbell, “llegamos a la conclusión de que transformar la biomasa en electricidad en vez de en etanol es la solución más lógica a dos problemas de gran importancia política: el transporte y el clima”.

Los científicos han basado su estudio en dos criterios: los kilómetros recorridos por unidad de superficie cultivada y los bonos por emisión de gases de efecto invernadero por unidad de superficie cultivada. En ambos casos, los científicos tuvieron en cuenta distintas materias primas (maíz y mijo perenne) y distintos tipos de vehículo (turismo pequeño, turismo mediano, todoterreno pequeño y todoterreno grande).

Primero, observaron la cantidad de kilómetros que podían recorrer los distintos vehículos alimentados con etanol, en comparación con los propulsados con electricidad. Después, analizaron los bonos por emisiones de gases de efecto invernadero para el etanol y la bioelectricidad. El uso de la tierra es un factor importante a tener en cuenta cuando se evalúa cada método.

A escala mundial, la cantidad de terrenos disponibles para cultivar biomasa es limitada. Usar las tierras de cultivo actuales para los biocombustibles podría hacer que el precio de los alimentos aumentase, y la puesta en cultivo de nuevas tierras, o la deforestación, podría tener un impacto negativo en el medio ambiente.

Los autores son precavidos al señalar que su estudio ha evaluado dos criterios, el transporte y los bonos por la emisión de gases de efecto invernadero, pero no ha analizado el rendimiento de la electricidad y el etanol en cuanto a otros factores importantes desde el punto de vista político.

“También tenemos que comparar estas dos alternativas en otros aspectos como el consumo de agua, la contaminación del aire y los costes económicos”, dice Campbell.

El investigador, antes de entrar en la Universidad de California, adquirió notoriedad dentro de su país por otro estudio en el que llegaba a la conclusión de que Estados Unidos podría cubrir el 6% de sus necesidades energéticas con biocombustibles producidos en tierras de cultivo abandonadas o degradadas.

La preocupación por los precios de los combustibles derivados del petróleo y las consecuencias a largo plazo de las emisiones de gases de efecto invernadero han empujado a los científicos a buscar fuentes de energía alternativas renovables para los medios de transporte. Una de las preguntas que surgen es la de cuál debería ser la tecnología más apropiada, un tema en el que se enmarca el trabajo presentado ahora.

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Jane Goodall visitará el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, en Cantabria

La primatóloga y Premio Príncipe de Asturias Jane Goodall, pionera de la etología de primates en libertad y una de las investigadoras más reconocidas a nivel mundial, visitará el Parque de la Naturaleza de Cabárceno el próximo miércoles, 13 de mayo.
La investigadora inglesa, que será investida Doctora Honoris Causa por la Universidad de Alicante, ha querido aprovechar su viaje a España para acercarse a Cabárceno y conocer en persona el recinto de gorilas del parque cántabro, sobre el que tiene un especial interés.

La visita también servirá para estrechar la colaboración ya existente entre el Parque de la Naturaleza de Cabárceno y el Instituto Jane Goodall, cuyo director ejecutivo en España, Federico Bogdanowickz, acompañará a la naturalista. Esta coincide, además, con la celebración en 2009 del 'Año del Gorila'.

El parque cántabro cuenta con el recinto de gorilas más grande que existe en España dedicado a esta especie y uno de los mejores de Europa. En el mismo vive una pareja de primates, Nicky y Nadia, que, desde su llegada, en 2008, se han convertido en una de las grandes atracciones del parque.

Los dos gorilas cuentan con un espacio exclusivo de 14.500 metros cuadrados y viven en un 'hogar' diseñado por el arquitecto cántabro Eduardo Fernández Abascal de más de 800 metros cuadrados y con amplias cristaleras que permiten observar a los animales en su vida cotidiana. El edificio está dividido en varios espacios -zona de alimentación, cocina, dormitorios, enfermería y zona de cuidadores-, mientras que el exterior tiene zonas rocosas y árboles que permiten a los gorilas sentirse en un hábitat cómodo y familiar.

La visita a la casa de Nicky y Nadia se completa con un gran espacio expositivo y didáctico, que acerca al visitante al conocimiento de las costumbres y formas de vida de esta especie, así como con una reproducción de la cabaña en la que trabajaba la zoóloga norteamericana Dian Fossey. Un área monográfica que constituye por sí misma un parque dentro del parque.

UNA VIDA DEDICADA A LOS CHIMPANCÉS DE AFRICA

Jane Goodall (1934) nació en Londres, en el seno de una familia de clase media, criándose luego en la casa familiar de Bournemouth, rodeada de animales y soñando con África. A los 23 años comenzó a hacer realidad su sueño viajando a Kenia, donde trabajó con el famoso antropólogo Louis Leakey, hasta que éste la envió en 1960 a Gombe, Tanzania, con la arriesgada misión de investigar por primera vez a los chimpancés salvajes de la zona.

Los resultados de sus exhaustivas investigaciones de campo revolucionaron a la comunidad científica y fascinaron al mundo entero. Su perseverancia, intuición, empatía y capacidad de observación permitieron echar luz en el hasta entonces desconocido mundo de los chimpancés, revelando su conducta instrumental, estructura social, forrajeo, caza, guerra entre grupos, altruismo, dominancia, crianza, canibalismo, adopción, entre muchos otros aspectos.

Su extenso trabajo, proseguido por investigadores del Instituto Jane Goodall, constituye la investigación de campo más prolongada sobre animales en libertad.

Con más de 23 libros en su haber, innumerables artículos científicos, y cerca de 20 producciones para cine o televisión, sin contar las miles de entrevistas o artículos sobre ella, su trabajo ha sido fundamental no sólo para difundir conocimientos sobre los chimpancés y otras especies, sino también para generar empatía y afianzar su protección y la de sus ecosistemas, además de invitarnos a reflexionar sobre nuestra propia especie y promover un estilo de vida más sostenible en nuestras sociedades.

Jane Goodall es Doctora en Etología por la Universidad de Cambridge y Doctora honoris causa por más de 30 universidades del mundo. Ha sido distinguida con más de 90 premios internacionales, incluido el Premio Príncipe de Asturias de Investigación en el 2003 en España, la Legión de Honor de la República de Francia, y como Dama del Imperio Británico.

Del mismo modo, fue galardonada con la medalla Hubbard del National Geographic Society, el prestigioso Kyoto Prize en Japón, la medalla Benjamin Franklin en Ciencias de la Vida, el premio Gandhi/King por la No Violencia, y la Medalla de Oro UNESCO.

En abril de 2002, el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, nombró a la doctora Goodall como 'Mensajera de la Paz' de Naciones Unidas, y fue confirmada en su misión en 2007 por el Secretario General Ban Ki-moon. En 2009 ha sido nombrada como patrocinadora oficial del Año del Gorila, por la ONU.

En 1977 fundó el Instituto Jane Goodall, cuyos objetivos se centran en la investigación no invasiva de las especies en sus hábitats naturales y en cautividad; la educación y sensibilización, a través del programa de educación ambiental Roots&Shoots (Raíces y Brotes), con más de 9.000 grupos en todo el mundo, incluyendo a España, que impulsa a los jóvenes a actuar en la protección de los seres vivos y a promover el entendimiento entre todas las culturas; y la conservación de las especies y el medio, a través del desarrollo sostenible de las comunidades locales africanas, proveyendo alternativas a prácticas destructivas como la caza furtiva, el tráfico de especies, la deforestación, la contaminación y la mala gestión de los recursos.

El Instituto Jane Goodall trabaja con santuarios de chimpancés en Uganda, Sudáfrica y República del Congo, donde su Centro de Recuperación de Tchimpounga, dirigido por la española Rebeca Atencia, alberga a más de 140 chimpancés huérfanos.

A sus 75 años, la doctora Jane Goodall continúa trabajando incansablemente por la conservación del planeta, viajando 300 días al año para compartir su experiencia de vida, su pasión y su esperanza de que juntos podemos hacer de este mundo un lugar mejor para todos.

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