La Agencia de la Protección Ambiental (EPA) de EE.UU. dio hoy un giro radical a la política del anterior Gobierno de George W. Bush al declarar al CO2 y otros cinco gases como "contaminantes y perjudiciales para la salud".
En un comunicado difundido hoy, la EPA reconoce que, tras una investigación científica ordenada por el Tribunal Supremo en 2007, ha llegado a la conclusión de que "los gases que generan el efecto invernadero contribuyen a la contaminación del aire y suponen un peligro para la salud y el bienestar público".
Con este cambio de postura, el Gobierno de EE.UU. pone en marcha el proceso para regular por primera vez la emisión de los gases a los que se culpa por del calentamiento global.
La administradora de la EPA, Lisa P. Jackson, aseguró en un comunicado que la investigación que se ha llevado a cabo confirma que la contaminación de los gases invernadero "es un problema grave en la actualidad y para las futuras generaciones".
"Afortunadamente -apunta- el estudio se produce después de que el presidente (Barack) Obama haya hecho un llamamiento para reducir las emisiones y haya urgido al Congreso a potenciar legislaciones que favorezcan las energías limpias".
Para Jackson, "combatir este tipo de emisiones puede crear millones de puestos de trabajo y reducir la dependencia del petróleo extranjero y crear una industria de transporte más eficiente".
La EPA, que considera que los hallazgos de la investigación son "apremiantes y abrumadores", ha abierto un periodo de consultas de 60 días, antes de proponer cualquier tipo de regulación sobre la emisión de los gases invernadero.
En los últimos años, Estados Unidos ha sido criticado por exigir a los demás países industrializados que pongan límite a sus emisiones de carbono, pero sin regular sus propias emisiones contaminantes.
Pese a la importancia del anuncio de hoy, la EPA no ha fijado ningún objetivo para la reducción de esos gases, ni nuevos requerimientos para la fabricación de vehículos menos contaminantes, o de nuevas plantas industriales.
El informe de la agencia responde a una decisión que tomó el Supremo hace dos años, en el caso del estado de Massachusetts contra la EPA, en el cual le ordenó que determinara si los gases a los que se atribuye el calentamiento global dañan el medio ambiente y la salud, y si concluía que no, que explicara por qué.
En su primer día en la Casa Blanca, el presidente Obama prometió que se implicaría en este caso.
La EPA ha encontrado que existen seis gases contaminantes y perjudiciales, el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso, el hidrofluorocarbono, los perfluorocarbono, y el hexafluoruro de azufre.
Su estudio revela que la alta concentración de estos gases se debe a la actividad humana, y que de ello se deriva el incremento de las temperaturas y otros cambios que ocurren en el clima de la Tierra.
Entre ellos cita la sequía creciente, las olas de calor y los incendios, las lluvias torrenciales, las inundaciones y el aumento del nivel del mar cada vez más frecuentes, y en definitiva, el daño constante a los recursos hídricos, a la agricultura y a los ecosistemas.
www.yahoo.com - efe
En un comunicado difundido hoy, la EPA reconoce que, tras una investigación científica ordenada por el Tribunal Supremo en 2007, ha llegado a la conclusión de que "los gases que generan el efecto invernadero contribuyen a la contaminación del aire y suponen un peligro para la salud y el bienestar público".
Con este cambio de postura, el Gobierno de EE.UU. pone en marcha el proceso para regular por primera vez la emisión de los gases a los que se culpa por del calentamiento global.
La administradora de la EPA, Lisa P. Jackson, aseguró en un comunicado que la investigación que se ha llevado a cabo confirma que la contaminación de los gases invernadero "es un problema grave en la actualidad y para las futuras generaciones".
"Afortunadamente -apunta- el estudio se produce después de que el presidente (Barack) Obama haya hecho un llamamiento para reducir las emisiones y haya urgido al Congreso a potenciar legislaciones que favorezcan las energías limpias".
Para Jackson, "combatir este tipo de emisiones puede crear millones de puestos de trabajo y reducir la dependencia del petróleo extranjero y crear una industria de transporte más eficiente".
La EPA, que considera que los hallazgos de la investigación son "apremiantes y abrumadores", ha abierto un periodo de consultas de 60 días, antes de proponer cualquier tipo de regulación sobre la emisión de los gases invernadero.
En los últimos años, Estados Unidos ha sido criticado por exigir a los demás países industrializados que pongan límite a sus emisiones de carbono, pero sin regular sus propias emisiones contaminantes.
Pese a la importancia del anuncio de hoy, la EPA no ha fijado ningún objetivo para la reducción de esos gases, ni nuevos requerimientos para la fabricación de vehículos menos contaminantes, o de nuevas plantas industriales.
El informe de la agencia responde a una decisión que tomó el Supremo hace dos años, en el caso del estado de Massachusetts contra la EPA, en el cual le ordenó que determinara si los gases a los que se atribuye el calentamiento global dañan el medio ambiente y la salud, y si concluía que no, que explicara por qué.
En su primer día en la Casa Blanca, el presidente Obama prometió que se implicaría en este caso.
La EPA ha encontrado que existen seis gases contaminantes y perjudiciales, el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso, el hidrofluorocarbono, los perfluorocarbono, y el hexafluoruro de azufre.
Su estudio revela que la alta concentración de estos gases se debe a la actividad humana, y que de ello se deriva el incremento de las temperaturas y otros cambios que ocurren en el clima de la Tierra.
Entre ellos cita la sequía creciente, las olas de calor y los incendios, las lluvias torrenciales, las inundaciones y el aumento del nivel del mar cada vez más frecuentes, y en definitiva, el daño constante a los recursos hídricos, a la agricultura y a los ecosistemas.
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