Viena y su opulencia nos tiene demasiado abrumados, por lo que siguiendo las recomendaciones de nuestro guía Jon, nos animamos a coger el tranvía que nos lleva a Grinzing, situado al norte de Viena.
Anina
"Grinzing es hoy en día un carismático barrio del distrito 19 de la ciudad, pero que guarda un gran encanto e historia propia.
Aunque actualmente es más
conocida por su tradición vinícola y por sus heuriger, locales
donde se venden y se consumen los vinos jóvenes de la región, la colina
de Grinzing ha sido protagonista de batallas y sucesos históricos que
marcaron el destino de Viena y de Europa.
Hoy en día, Grinzing es uno de los rincones preferidos por los
vieneses para disfrutar de animadas veladas en un ambiente bucólico y
alejado de las calles estresantes de la ciudad. Y también un lugar de
descanso para los turistas, gracias a los famosos heuriger.
Los heuriger son en realidad tabernas tradicionales
austriacas que deben su particular nombre al adjetivo ‘heurig’, que
significa en alemán ‘del mismo año’, por el vino joven de la cosecha
anual que se vende en ellos, blanco en su mayoría.
A diferencia de otros bares o restaurantes, los heuriger
tienen una normativa particular. Los propietarios solo pueden abrir sus
locales durante una época determinada del año y solo pueden vender su
propio vino, acompañado por un buffet de platos fríos o calientes. Para
indicar que el establecimiento dispone de vino, los dueños cuelgan una
frondosa rama de pino sobre el dintel de la puerta.
Aunque algunos de los locales se mantienen como estrictos cumplidores de la antigua normativa, la gran mayoría de heuriger se han adaptado a los tiempos y sirven otros tipos de bebidas, además de mantener sus puertas abiertas todo el año".
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