Hasta
el final de la monarquía, el Palacio de Hofburg fue la residencia y el
lugar de trabajo de la familia imperial. Los aposentos del emperador
Francisco José y la emperatriz Elisabeth están accesibles a las visitas.
El recorrido se extiende por 24 habitaciones, desde la escalera
imperial, pasando por las cámaras de audiencias y trabajo, hasta la sala
de estar y los dormitorios de sus majestades. Aquí vivieron el
emperador Francisco José y "Sisi" con sus hijos y el resto de la corte.
Las
salas son de estilo rococó y en ellas pueden verse ricos estucados,
espléndidas arañas de cristal de Bohemia y chimeneas de cerámica. Los
puntos más destacables del recorrido son las salas de ejercicio, los
lavabos y la sala de baño de la emperatriz. Aquí, la emperatriz
comenzaba su jornada a las seis de la mañana, con su acostumbrado ritual
de peluquería. Todavía se encuentran las máquinas de ejercicios que se
instalaron aquí, como la espaldera, la barra y las anillas en los marcos
de la puerta. También resulta impresionante el comedor, con su mesa de
estilo feudal.
MUSEO SISÍ
En
el centro de mira de la exposición está la vida privada de Elisabeth,
su rebelión contra el ceremonial de la corte, su huida al culto a la
belleza, su obcecación por la esbeltez, sus logros deportivos y su
poesía exaltada. La muestra trata de forma especial la vida privada de
Isabel y su rebeldía frente al protocolo de la corte, como también su
intento por refugiarse en la belleza, el esfuerzo deportivo, los viajes y
su entusiasmo por la poesía. El museo explica la vida infatigable de la
legendaria Emperatriz: desde la época despreocupada cuando era una
jovencita en Baviera, pasando por el imprevisto compromiso matrimonial
con el Emperador de Austria, hasta su asesinato en el año 1898 en
Ginebra.
Numerosos efectos personales nos ayudan a hacernos una
idea de cómo fue su vida: prendas originales, las reproducciones del
vestido de la Polterabend (la despedida de soltera de la época)
que llevó la joven novia y del vestido húngaro de coronación, retratos
famosos, un tocador en miniatura con algunos sobres pintados a mano por
la propia Isabel, su estuche de acuarelas, un botiquín de viaje de 63
piezas y una reconstrucción accesible del lujoso vagón imperial de Sisi.
Se podrá ver el arpa que tocaba en su infancia y que trajo desde
Baviera.
Y a través de multitud de Objetos: se puede contemplar,
entre otros, uno de los pocos vestidos de verano que se conservar, la
copia del vestido que llevó a la fiesta celebrada antes de su boda, así
como la copia del vestido húngaro de coronación, retratos famosos, un
secreter en miniatura con algunos sobres pintados a mano por la propia
Elisabeth, la caja de acuarelas de Sisi, un botiquín de viaje compuesto
por 63 piezas y una reconstrucción del lujoso Vagón real de Sisi que se
puede visitar. De su infancia se ha rescatado su arpa, traída desde
Bayern, y también se expone una copia de un traje infantil.
Sus
joyas de luto hechas de ónice y azabache, que comprenden seis piezas y
que Sisi lució tras la muerte de su hijo y príncipe heredero Rodolfo,
junto con su vestido de luto, también se exponen aquí al completo. El
abrigo negro de plumas de garza con el que Sisi se cubrió tras el
atentado en el Lago Leman y que llevó al Hotel Beau Rivage, evocan el
trágico suceso, así como la máscara mortuoria de la emperatriz
asesinada.
LA PLATERÍA DE LA CORTE
En
la Platería de la Corte se exhiben caras porcelanas y vasos de cristal,
espléndidos centros y servicios de mesa, así como también cubertería de
cocina de cobre de lo más sencillo. El objeto de exposición más
impresionante es el centro de mesa milanés de 30 metros de largo,
elaborado con ocasión de la coronación del emperador Fernando I como rey
del reino lombardoveneciano.
También se puede observar porcelana
del oeste asiático, de Sèvres (un regalo del rey Luis XV de Francia a
María Teresa) y de Viena, así como platos con panoramas, fayenzas y
trabajos de orfebrería en plata y oro. Entre ellos se encuentran la
cubertería imperial de plata vienesa y la "vajilla dorada", un
espléndido juego de mesa para 140 personas.
Nuestros compañeros de viaje nos hablaron sobre el Museo Sisí porque les gustaba mucho su historia, así que decidimos ir nosotros también a visitarlo.
Nuestra entrada incluía las tres cosas: los Aposentos Imperiales, el Museo Sisí y la Platería de la Corte.
No se permitía hacer fotos, por lo que todo este lujo se ha quedado en nuestras retinas, es muy bonito, merece la pena visitarlo,
Anina.
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