miércoles, 26 de noviembre de 2008

GASTAR MENOS EN EL ALUMBRADO PÚBLICO

Una nueva norma tratará de disminuir en un 30% el actual derroche energético y la contaminación de las instalaciones lumínicas exteriores.

El alumbrado público en España consume demasiada energía e ilumina mal, lo que perjudica al medio ambiente y redunda en un gasto económico innecesario. Por ello, el Gobierno acaba de aprobar un Reglamento cuya aplicación permitirá disminuir este consumo en algo más del 30%. Por su parte, el alumbrado festivo y navideño podrá seguir utilizando una iluminación genérica, si bien el Ministerio de Industria ha instado a las entidades locales a que reduzcan las horas de encendido y aumenten su eficiencia.

Diversos datos dejan en evidencia que el alumbrado público no es precisamente brillante en el aspecto medioambiental. El consumo de alumbrado público representa el 1,5% de la energía eléctrica total y crece a un ritmo del 2,6% anual, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). El año pasado, añade este organismo, supuso un consumo de más de tres millones de megavatios de electricidad, de los que un 95% correspondió a instalaciones municipales.

Por su parte, el Comité Español de Iluminación (CEI) asegura que el gasto de estas instalaciones está aumentando a niveles muy superiores a los necesarios, mucho más altos de lo que marca la Unión Europea (UE): en la actualidad se llevan entre el 50% y el 60% del consumo energético total de una ciudad.

El Reglamento de Eficiencia Energética en Instalaciones de Alumbrado Exterior, aprobado recientemente por el Consejo de Ministros, intentará lograr tres objetivos que permitan disminuir el consumo en algo más de un 30%:

Mejorar la eficiencia energética y ahorrar en combustible, de manera que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero. La aplicación de este Reglamento, según el IDAE, supondrá ahorrar entre 150.000 y 230.000 toneladas de petróleo, y evitar así la emisión de entre 450.000 y 690.000 toneladas de C02 al año.

Adecuar los niveles de iluminación en los espacios exteriores y limitar la contaminación lumínica. De esta manera, el cielo ofrecerá un mejor visionado, tanto para la observación astronómica como para la orientación de las aves nocturnas.

Reducir la luz intrusa o molesta. El CEI recuerda que, llegado a cierto límite, el ojo humano no percibe más luminosidad, por lo que lo único que se consigue es un derroche de energía inútil y generar luz intrusa, es decir, una emisión que molesta a las viviendas de alrededor y atrae a los insectos. En algunas zonas europeas son especialmente sensibles a este problema, según esta organización, ya que los dueños de viviendas que invaden con su luz el terreno de sus vecinos pueden ser multados.

Para tratar de lograr dichos objetivos, el reglamento establece los requisitos mínimos de eficiencia energética de las instalaciones; limita sus valores máximos de luminancia media y los valores de emisiones que constituyen el resplandor luminoso o nocturno, así como la luz intrusa; requiere un funcionamiento ajustado a las necesidades reales y dotado de sistemas de regulación precisos y adecuados; determina las características energéticas de las lámparas, luminarias y otros equipos utilizados, así como los sistemas de accionamiento y regulación; y exige un mantenimiento sistemático que se controlará mediante verificaciones e inspecciones periódicas.

La nueva norma entrará en vigor el 1 de abril de 2009 y se aplicará sólo a las nuevas instalaciones que tengan más de mil vatios. Por ello, algunos expertos la consideran limitada, ya que lo ideal hubiera sido su generalización a todo tipo de alumbrado externo.

Alumbrado navideño y festivo

El nuevo reglamento limita las emisiones luminosas hacia el cielo de todo el alumbrado exterior, salvo el festivo y navideño, a los que se permite la iluminación genérica, si bien limitando su potencia por metro cuadrado de calle.

En cualquier caso, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha exhortado a los ayuntamientos y entidades locales, responsables de esta ornamentación, que restrinjan el encendido de las luces navideñas al periodo de la Navidad "en sentido estricto". Asimismo, han instado al uso de luces LED y la limitación del los horarios de encendido.

Madrid gastará 4,6 millones de euros en alumbrado navideño

En este sentido, las previsiones de los ayuntamientos para 2008 apuntan a la reducción de las horas de encendido navideño en un 12,3%. No obstante, todavía se mantendrán 187 horas de media, una cifra "demasiado elevada para hablar de consumo responsable y eficiente", según un estudio de la Asociación Pro Derechos Civiles Económicos y Sociales (ADECES). El informe recoge las estimaciones de gasto previsto por las principales ciudades españolas, como los 4,6 millones de euros de Madrid.

Por ello, los responsables de ADECES solicitan establecer una barrera de 135 horas de encendido del alumbrado navideño; utilizar bombillas eficientes, poco utilizadas en general en este tipo de iluminación; y establecer fórmulas de colaboración con los comerciantes para que también contribuyan a sufragar este gasto.

Por su parte, el Ministerio de Industria también ha recomendado a las instituciones locales que contraten empresas de servicios energéticos. Estas compañías permiten la mejora de la eficiencia energética, asumiendo el riesgo técnico y financiero de las inversiones necesarias.

Un reglamento contra el cambio climático

La aprobación del Reglamento de Eficiencia Energética en Instalaciones de Alumbrado Exterior se enmarca en las seis Líneas Estratégicas de lucha contra el cambio climático, aprobadas por el Gobierno en julio. Asimismo, forma parte de las medidas del Plan de Ahorro y Eficiencia Energética 2008-2011.

Por otra parte, se aplicará en paralelo con el vigente Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (RETB), que establece las condiciones de seguridad de las instalaciones de alumbrado exterior.

Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA - www.consumer.es - Eroski

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