España cuenta
ya con la primera estación de servicio para recargar coches eléctricos
que no contamina y que no se agota. Sus padres la han bautizado como
fotolinera y convierte la luz solar en electricidad gracias a unas
pérgolas con placas solares a las que se enchufan este tipo de
vehículos.
Este sistema, además de ser una absoluta novedad, añade algo de
coherencia a la incipiente apuesta de las marcas por el coche eléctrico
para apoyar la movilidad sostenible. Coherencia porque generar
electricidad para ponerla a disposición de todos también contamina. Y
solo este sistema es una apuesta realmente verde al nutrirse del sol.
Óscar Suárez Ayala, ingeniero de Sendekia, la madre de la idea, lo explica así: “La fotolinera no es una simple estación de recarga, es una fuente de energía distribuida y limpia que tiene una función de apoyo energético a la red y garantiza que realmente el coche eléctrico pueda penetrar al mercado como una opción energéticamente sostenible. Porque si la energía con que se carga el coche proviene de centrales térmicas solo estamos liberando la ciudad del CO2 pero aumentado los niveles de contaminación en el origen”.
EN ALCALÁ DE HENARES
La primera ha sido instalada en el Real Jardín Botánico Juan Carlos I, en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) hace unas semanas y está abierta a todo el público. Por el momento, su uso es gratuito.
La pregunta que asalta a cualquiera, además del precio de su uso, es el tiempo de recarga. El día de la inauguración se hizo una prueba con un Citroën C-Zero, un modelo eléctrico al cien por cien. Los puestos de recarga cuentan con una aplicación para móviles que informa del tiempo de recarga y la hora de retirada del vehículo, en función del estado de la batería de éste.
“El tiempo de recarga depende de la capacidad de almacenaje de energía de la batería de cada modelo de coche. Un Renault Twizy recarga completo en tres horas y medias, pero otro coche con capacidad estándar puede recargarse entre seis y ocho horas, es decir carga lenta”, calcula el citado portavoz de Sendekia.
No obstante, están preparadas para ser más rápidas. “Este cambio se realizará cuando este modo de carga esté más popularizado en España, que se espera sea muy pronto”, concluye al tiempo que afirma que cuentan con muchas solicitudes.
Óscar Suárez Ayala, ingeniero de Sendekia, la madre de la idea, lo explica así: “La fotolinera no es una simple estación de recarga, es una fuente de energía distribuida y limpia que tiene una función de apoyo energético a la red y garantiza que realmente el coche eléctrico pueda penetrar al mercado como una opción energéticamente sostenible. Porque si la energía con que se carga el coche proviene de centrales térmicas solo estamos liberando la ciudad del CO2 pero aumentado los niveles de contaminación en el origen”.
EN ALCALÁ DE HENARES
La primera ha sido instalada en el Real Jardín Botánico Juan Carlos I, en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) hace unas semanas y está abierta a todo el público. Por el momento, su uso es gratuito.
La pregunta que asalta a cualquiera, además del precio de su uso, es el tiempo de recarga. El día de la inauguración se hizo una prueba con un Citroën C-Zero, un modelo eléctrico al cien por cien. Los puestos de recarga cuentan con una aplicación para móviles que informa del tiempo de recarga y la hora de retirada del vehículo, en función del estado de la batería de éste.
“El tiempo de recarga depende de la capacidad de almacenaje de energía de la batería de cada modelo de coche. Un Renault Twizy recarga completo en tres horas y medias, pero otro coche con capacidad estándar puede recargarse entre seis y ocho horas, es decir carga lenta”, calcula el citado portavoz de Sendekia.
No obstante, están preparadas para ser más rápidas. “Este cambio se realizará cuando este modo de carga esté más popularizado en España, que se espera sea muy pronto”, concluye al tiempo que afirma que cuentan con muchas solicitudes.
Rocío Mendoza - www.madrimasd.org - http://www.innovaticias.com/
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