viernes, 19 de agosto de 2011

MUY PUNK (JESUS CIFUENTES)

No acierto a explicarme el catálogo de jóvenes que acuden estos días a la jornada mundial de la juventud, que está haciendo estos días más asfixiante la ya de por sí asfixiante vida en la ciudad de Madrid, cuna de obras infinitas y de todo tipo de manifestaciones y celebraciones que hacen que el tránsito de una vida medianamente sosegada en esta ciudad se convierta en imposible.
La galería fotográfica que muestran los distintos periódicos en sus páginas digitales hablan por si solas de un evento masivo en el que realmente hay que tener fe para acudir, dadas las temperaturas que nos está regalando agosto en estos días, que hace parecer como que el mismo diablo quiere hacer un regalo de su fuego eterno a esta multitud de jovencitos aparentemente piadosos, unidos en último término por la fiesta y el mogollón, que forma parte del escenario posible de las cosas que más les gustan.
Pero dentro de todo lo que representa esta bacanal apostólica, lo que me llama fuertemente la atención es  que el Cardenal Arzobispo de Madrid, Monseñor Antonio María Rouco Varela, ha facultado a todos los sacerdotes en el contexto de las Jornadas Mundiales de la Juventud  a absolver a las fieles que hayan abortado y estén arrepentidas imponiéndoles “una penitencia conveniente”.
Esta medida se adopta para que “todos los fieles que acudan a las celebraciones de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud en Madrid puedan alcanzar más fácilmente los frutos de la gracia divina, que les abra las puertas de una vida nueva”, ha señalado el Arzobispado a través de un comunicado.
Es curioso que sea esa misma manada de jóvenes pro-vida los que se encuentran extasiados en las manifestaciones que contra el aborto ha promovido la iglesia una y otra vez, gritando sus consignas como verdaderos posesos, pero la vida, ya sabemos, es un mar de contradicciones.
Los escenarios que se han montado para hacer esas “confesiones en masa”, creo que en el entorno de la casa de campo, son una suerte de cubículos blancos colocados en hilera, como si fueran las casetas de la feria del libro. En las fotos que sacan del evento se dan los gestos más “peregrinos”, valga la coña, porque buena parte de ellos se encuentran riendo, como si el intercambio de secretillos fuera en realidad que se están contando chistes. La gracia divina debe ser realmente graciosa.
Entre esa misma galería fotográfica se encuentra la estampa de dos tipos con la camiseta de voluntarios, con una cresta al estilo punk de una dimensiones respetables. Como decía la canción de la polla records “moda punky en Galerías, muy punk, muy punk”

Jesús H. Cifuentes.
http://blogs.elnortedecastilla.es/cifu/2011/08/17/muy-punk-j-cifuentes-cifuceltascortos-com/

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