El blog del profesor Navarro
publica una entrevista realizada por la Asocicación de Estudiantes
Progresistas de Cataluña sobre la propuesta pactada por el gobierno
Zapatero con el PP de limitar el gasto público. 26 de agosto de 2011
Pregunta (P.) ¿Por qué considera
usted la medida propuesta por el Presidente Zapatero, medida que parece
contar con el apoyo del Partido Popular, como negativa? El argumento que
utilizan los proponentes de tal medida es que un estado no debe gastar
por encima de sus posibilidades. Y de ahí deducen la necesidad de
impedírselo.
Respuesta (R.) El estado español no
gasta por encima de sus posibilidades. Antes al contrario, los datos
muestran que el gasto público por habitante de España está muy por
debajo de tales posibilidades. En realidad, es el más bajo de la UE-15.
Los datos muestran que no es cierto que exista un despilfarro de gasto
público y que haya que frenarlo. La mayoría del gasto público es gasto
público social, es decir, gasto en transferencias públicas como
pensiones y servicios públicos del Estado del Bienestar como sanidad,
educación, servicios domiciliarios a las personas con dependencia,
escuelas de infancia, servicios sociales, ayudas a las familias, y otros
servicios que tienen una enorme importancia en determinar el bienestar y
calidad de vida de la ciudadanía. El gasto público social, que cubre
estas diferentes dimensiones del estado del bienestar español, es muy
bajo, muy por debajo de lo que le corresponde por el nivel de riqueza
del país.
(P.) Pero el Estado está en déficit. ¿No es ello un indicador de que se gasta demasiado?
(R.) No. El déficit público no es un
buen indicador de que el Estado se gaste demasiado. En el déficit se
miden dos dimensiones. Una es el gasto. Pero la otra dimensión son los
ingresos. Cuánto dinero un Estado ingresa en sus arcas determina también
el tamaño del déficit público. Y ahí radica el problema. No es que en
España el gasto sea demasiado grande. Lo que ocurre es que los ingresos
al Estado son demasiado bajos. Representa sólo el 32% del PIB, mucho más
bajo que el promedio de los países de la UE-15, que es el 44%. En
Suecia, el país que tiene el estado desarrollado más avanzado de la
UE-15, el porcentaje es 54% del PIB.
(P.) ¿Y porque es tan bajo? ¿Se debe ello a que los impuestos sean muy bajos?
(R.) La categoría de impuestos es muy
amplia. Para responder a su pregunta hay que conocer y ser conscientes
de quién paga impuestos y qué tipo de impuestos. En España, la mayoría
de la ciudadanía que trabaja y que está en nómina ya paga impuestos
(sobre la renta), en cantidades que, proporcionalmente, son comparables a
las de sus homólogos en el promedio de la UE-15. Fíjese que el
trabajador de la manufactura, por ejemplo, ya paga en impuestos un
porcentaje que es aproximadamente el 74% de los impuestos que pagan
nada menos que sus homólogos en Suecia, el país donde los impuestos son
más elevados. No puede, por lo tanto, decirse que la mayoría de
españoles no pagan suficientes impuestos.
La gran diferencia en España con el
promedio de la UE-15 es, sin embargo, en las rentas superiores, en las
grandes empresas y en la banca. Ahí sí que la diferencia entre lo que
pagan estos colectivos en España y lo que pagan sus homólogos en el
promedio de la UE-15 es muy sustancial. El 1% de la población de renta
superior de España paga sólo el 20% de lo que pagan sus homólogos en
Suecia.
(P.) Pero se nos dice por las
autoridades fiscales que el nivel de progresividad fiscal en los
impuestos sobre la renta en España es semejante al resto de la UE.
(R.) No es cierto. Pero incluso más
importante que las diferencias nominales son las diferencias reales, es
decir, lo que en realidad tributan. Las deducciones y el fraude fiscal
están muy extendidos en estos sectores. El sindicato de los Inspectores
de Hacienda del Ministerio ha publicado recientemente un informe que
muestra claramente el grado de regresividad de la carga fiscal. Las
grandes empresas pagan mucho menos que las medianas y pequeñas empresas,
y las rentas superiores pagan unos porcentajes menores que la mayoría
de la ciudadanía. Y las rentas derivadas del capital tributan en la
práctica sólo el 10%, mucho menos que el promedio de lo que pagan las
rentas del trabajo (entre un 28% y un 32%)
(P.) Entonces no es cierto que no existan recursos. Parece, pues, que sí existen. ¿Qué pasa?
(R.) Que el Estado no los recoge. No
tiene la voluntad política de enfrentarse con estos grupos de presión y
con estos colectivos. El problema de la deuda pública no es un problema
económico o fiscal. Es un problema político.
(P.) No es cierto, pues, que nos estemos gastando más de lo que tenemos.
(R.) No. No es cierto. Y además es fácil
de demostrarlo. El PIB per cápita de España ya es el 94% del promedio
de la UE-15, pero en cambio el gasto público social por habitante es
sólo el 74% del promedio. Si fuera el 94%, el Estado tendría 66.000
millones de euros más. Otro dato, si España tuviera la misma política
fiscal que Suecia, el Estado ingresaría 200.000 millones de euros más de
los que ingresa.
(P.) Otro argumento que se utiliza
es que otros países han constitucionalizado el límite de gasto. Parece
que esta propuesta se está generalizando en la mayoría de países de los
dos lados del Atlántico. En EEUU, los estados, por ejemplo, tienen que
tener sus presupuestos en equilibrio. ¿Por qué no España?
(R.) En primer lugar no es cierto que
todos los países tengan escrito en su Constitución tal propuesta. Al
revés, sólo Alemania lo tiene. Está gobernada por una coalición
conservadora-liberal, que ha aprobado en su Parlamento tal propuesta.
Hoy la Unión Europea está gobernada por las derechas y quiere imponer
estas medidas a todos los estados miembros de la UE a fin de reducir la
dimensión social de la UE. En EEUU tal propuesta de constitucionalizar
un límite de gasto la está haciendo el Partido Republicano, controlado
por el Tea Party, que es una formación de ultraderecha.
(P.) Pero en EEUU, a los Estados no se les permite tener un déficit.
(R.) A los Estados de EEUU no se les
permite tener déficits en gastos corrientes, pero sí que se les permite
endeudarse en inversiones. Aquí en la UE no se hacen estas distinciones.
Todo el gasto público se pone bajo la misma categoría.
Pero mucho más importante que esto es
que los estados de EEUU son estados de un sistema federal que si que
tiene déficit público. Hoy, por ejemplo, es el 8,9% del PIB, más alto
que el que tiene España. Y existe en este estado federal un Banco
Central, el Federal Reserve Board, que compra deuda pública de los
estados, imprimiendo dinero que transfiere a los estados En la UE, el
Banco Central tiene prohibido comprar deuda pública y provee liquidez a
los bancos privados, pero no a los Estados. De ahí que los Estados de la
Eurozona sean muy vulnerables a la especulación de los mercados
financieros, pues no tienen herramientas para defenderse Ello no ocurre
en EEUU. El Estado federal asiste a los estados. California tiene una
deuda semejante a Grecia, y sin embargo, la situación de aquel estado no
es comparable a la de Grecia o España, debido a la existencia del
gobierno federal que la ayuda.
(P.) ¿Cómo es que se hace esta propuesta de limitar el gasto ahora?
(R.) Esta propuesta ha sido una
constante en las propuestas de la derecha española, que siempre ha
intentado reducir el Estado y la protección social para debilitar al
mundo del trabajo. Surge de la percepción equivocada de que el Estado ha
crecido demasiado y es responsable de la crisis actual. Así lo ha dicho
el Sr. Rajoy, presidente del partido Popular, en muchas ocasiones.
Escríbase como se escriba la propuesta final pactada entre Zapatero y
Rajoy, el objetivo central de tales reformas es reducir el rol del
Estado. De ahí que sea hoy la bandera de las derechas neoliberales en
todas partes.
(P.) Pero en España la está proponiendo un gobierno socialista
.
(R.) En España, el que hizo primero esta
propuesta fue el Sr. Rajoy, Presidente de una coalición
conservadora-neoliberal, cuyo liderazgo es muy cercano al pensamiento
del Partido Republicano, hoy controlado por el Tea Party. La derecha en
España y en la Unión Europea se ha ido radicalizando, invadiendo el
terreno de la ultraderecha. Esto está muy claro en las áreas de política
económica. La diferencia entre, por ejemplo, el Canciller Kohl, y
Angela Merkel, es enorme.
En cuanto al PSOE, éste es un partido de
centroizquierda, cuyas bases electorales están más a la izquierda que
su dirección, sobre todo de su equipo económico, el cual tiene
claramente una orientación neoliberal. El gran error del presidente
Zapatero ha sido la elección de sus asesores económicos, la mayoría muy
próximos a la banca o a la gran patronal. Muchos de ellos proceden de
estos grupos y vuelven a integrarse en ellos cuando dejan el poder, tal
como ocurre en EEUU. Hay una puerta giratoria entre los poderes
económicos y financieros y los asesores económicos del gobierno. Ocurre
también en los gobiernos conservadores del PP, pero se nota menos porque
es lo que uno ya espera de un gobierno de derechas. Es más llamativo,
sin embargo, en un gobierno de centroizquierda, y naturalmente, más
preocupante. Todos los miembros del equipo económico, ya sean en el
Ministerio de Economía, ya sean en La Moncloa, han compartido una
ideología neoliberal que domina la cultura económica en nuestro país.
Recuerde la famosa frase del Ministro Solbes, que indicó “que la medida
de la cual él estaba más orgulloso era el de no haber aumentado el gasto
público en España”, dicho por un Ministro de un gobierno socialista, en
el país que tenía, y continúa teniendo, el gasto público, incluyendo el
gasto público social, más bajo de la Unión Europea. De ahí que el Sr.
Rajoy dijera que era el único Ministro del gobierno Zapatero que él
aprobaba. Y ahora, vemos como Rajoy apoya la propuesta de limitar el
gasto público, acentuando y proclamando que él fue el que la había
propuesto, y muy orgulloso de ello.
(P.) ¿Y cómo explica que el gobierno Zapatero haga esta propuesta?
(R.) Se dice mucho que debido a la
presión de los mercados financieros. Y es más que probable que el
gobernador del Banco Central Europeo le pusiera al gobierno español esta
medida como condición de que el BCE comprara deuda pública. Ahora bien,
no hay que olvidar o ignorar que la mayor preocupación que estos
mercados están expresando hoy no es el tamaño del déficit, sino el
estancamiento de la economía. La falta de crecimiento económico es el
mayor problema que existe en España y en Europa. Creerse que la
reducción del déficit y el límite del gasto público estimulará el
crecimiento económico -que es lo que el pensamiento neoliberal asume-
es permitir que el dogma tome prioridad sobre los datos empíricos y el
conocimiento histórico. Nunca antes en el mundo se ha remontado una Gran
Recesión o Depresión sin un aumento significativo del gasto público. Y
existe ahora una clara relación entre recortes de gasto público y caída
de nuevo en la recesión. El caso de Grecia es el más claro, pero no el
único.
(P.) Entonces, ¿cree usted que hay más en lo que ocurre que la famosa “presión de los mercados”?
(R.) Lo que están haciendo las derechas
es utilizar el argumento de “la presión de los mercados” para conseguir
lo que siempre han deseado, es decir, el descenso de los salarios y de
la protección social y la privatización del Estado del Bienestar. No
ignoren que el liderazgo de la avalancha neoliberal lo ofrece la banca
que siempre ha deseado la privatización de la Seguridad Social y de los
servicios públicos del Estado del Bienestar, desde la sanidad a la
educación. De ahí que sea incoherente que un gobierno socialista acepte
como suya tal propuesta.
(P.) Usted ya había predicho que ello ocurriría
(R.) Así es. No hay plena conciencia en
grandes sectores de la intelectualidad española de lo sesgado hacia la
derecha que está el Estado español, resultado del dominio que las
fuerzas conservadoras, herederas del franquismo, tuvieron en el proceso
de la transición. Fíjese lo que ha estado ocurriendo estos días. El
gobierno español ha sido el primero en seguir las instrucciones de
Merkel y Sarkozy y pedir la inclusión de la limitación del gasto público
en su Constitución. No hay ningún otro país que lo haya hecho. Como en
otras ocasiones, el Estado español es el discípulo más aventajado de la
ortodoxia neoliberal. Y, por otra parte, es el último país en considerar
el aumento de los impuestos de los ricos y súper ricos como manera de
reducir el déficit. Por fin lo están considerando cuando todos los demás
ya lo han hecho. Incluso David Cameron y Silvio Berlusconi lo habían
hecho. Y aquí, Elena Salgado dijo hace sólo unas semanas que consideraba
tal medida innecesaria. Hoy la proponen porque otros lo hacen.
(P.) Mientras, se promueve el mensaje de que el sector público está hipertrofiado
(R.) Como ya le he dicho anteriormente,
los datos muestran que, al revés, está muy poco desarrollado. Insisto en
que el gasto público social por habitante es el más bajo de la UE-15.
España está a la cola de la Europa Social. Los datos están ahí para todo
el que quiera verlos (www.vnavarro.org).
En realidad, el hecho de que el debate
se centre en la reducción el déficit en lugar de una reforma fiscal
progresiva que aumente los ingresos al estado es, en sí, el mejor
indicador del poder de los grupos y clases dominantes en España y en
Europa.
(P.) Por último, ¿qué le parece la
propuesta que acaba de salir en la prensa de que se aprobará por Ley que
el máximo déficit tolerable sea el 0.4% del PIB?
(R.) Como bien documenta David Lizoain en su web (lizoain.tumblr.com), y que yo he puesto en mi blog (www.vnavarro.org),
ninguno de los mayores países de la Unión Europea ha tenido ese déficit
en los últimos veinte años. Me parece de un dogmatismo que raya en lo
irreal, que se exija este déficit que imposibilita cualquier política
fiscal. Es el triunfo del dogma neoliberal que alcanza dimensiones
totalmente irreales.
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