Greenpeace lanzó el pasado miércoles una campaña viral en la que relacionaba a Nestlé con la deforestación de los bosques de Indonesia. (1) Al tiempo que reconocía los hechos, la reacción de Nestlé el mismo día fue solicitar a Youtube la retirada de la versión inglesa del vídeo, lo que consiguió durante algunas horas. La multinacional de la alimentación respondía así a una campaña de Greenpeace en internet lanzada en más de 25 países.
“Nestlé admite que ha estado utilizando aceite de palma procedente de la destrucción de las selvas de Indonesia”, ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques y Clima de Greenpeace España. “Pero el intento de Nestlé de silenciar a Greenpeace obligando a Youtube a retirar el vídeo ha tenido un efecto boomerang. Ahora cientos de miles de cibernautas han visto o van a ver el vídeo interesados en la denuncia de Greenpeace”
La campaña se basa en un impactante vídeo con el eslogan “Tómate un respiro” y una ciberacción para pedir a Nestlé que rompa relaciones con los proveedores de aceite de palma (empleado en sus chocolates) porque están ocasionando la destrucción de las selvas de Indonesia para extender las plantaciones, expulsando así a las comunidades locales y destruyendo el hábitat del orangután. Además, en varios países europeos se están realizando acciones de denuncia donde activistas con disfraces de orangután reclaman a la empresa Nestlé que deje de ser cómplice de la destrucción forestal en Indonesia.
Greenpeace ha publicado también un informe, “La huella del crimen” (2), donde se expone el ciclo de la deforestación en Indonesia para obtener aceite de palma. El informe muestra cómo la empresa se abastece de aceite de empresas proveedoras como Sinar Mas, el mayor productor de Indonesia de aceite de palma. Sinar Mas está expandiendo sus plantaciones tras talar las selvas tropicales y quemar y drenar las zonas de turberas. Estas actuaciones crean graves problemas sociales, aceleran el cambio climático y destruyen el hábitat de especies amenazadas como el orangután.
"Cada vez que tomamos un Kit Kat, podemos estar dando un mordisco a las selvas tropicales de Indonesia” ha declarado Soto, “Nestlé tiene que dar un respiro a los orangutanes y dejar de usar aceite de palma de proveedores que destruyen su hábitat, por lo que también pedimos a los consumidores que animen a la empresa a que cambie su política de compras”.
El informe demuestra los numerosos intentos de convencer a Nestlé para que cancele sus contratos con el Grupo Sinar Mas. El pasado mes de diciembre, Greenpeace se puso en contacto con la empresa para presentarle evidencias sobre cómo Sinar Mas está violando la ley de Indonesia, haciendo caso omiso de sus compromisos como miembro de la Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible (RSPO), el organismo certificador que trabaja para convertir la industria del aceite de palma en algo más sostenible (3). A la vista de estas prácticas inaceptables para el medio ambiente, varias multinacionales como las gigantes Unilever y Kraft, cancelaron sus contratos con el Grupo (4).
En vísperas del Día Forestal Mundial, que se celebra anualmente el 21 de marzo, Greenpeace recuerda que Indonesia tiene una de las mayores tasas de deforestación del planeta. La destrucción de los bosques para la expansión del cultivo de palma aceitera es la causa más importante (5). Esto sitúa al país asiático como tercer mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero precedido sólo de China y los EE.UU (6).
Greenpeace
La campaña se basa en un impactante vídeo con el eslogan “Tómate un respiro” y una ciberacción para pedir a Nestlé que rompa relaciones con los proveedores de aceite de palma (empleado en sus chocolates) porque están ocasionando la destrucción de las selvas de Indonesia para extender las plantaciones, expulsando así a las comunidades locales y destruyendo el hábitat del orangután. Además, en varios países europeos se están realizando acciones de denuncia donde activistas con disfraces de orangután reclaman a la empresa Nestlé que deje de ser cómplice de la destrucción forestal en Indonesia.
Greenpeace ha publicado también un informe, “La huella del crimen” (2), donde se expone el ciclo de la deforestación en Indonesia para obtener aceite de palma. El informe muestra cómo la empresa se abastece de aceite de empresas proveedoras como Sinar Mas, el mayor productor de Indonesia de aceite de palma. Sinar Mas está expandiendo sus plantaciones tras talar las selvas tropicales y quemar y drenar las zonas de turberas. Estas actuaciones crean graves problemas sociales, aceleran el cambio climático y destruyen el hábitat de especies amenazadas como el orangután.
"Cada vez que tomamos un Kit Kat, podemos estar dando un mordisco a las selvas tropicales de Indonesia” ha declarado Soto, “Nestlé tiene que dar un respiro a los orangutanes y dejar de usar aceite de palma de proveedores que destruyen su hábitat, por lo que también pedimos a los consumidores que animen a la empresa a que cambie su política de compras”.
El informe demuestra los numerosos intentos de convencer a Nestlé para que cancele sus contratos con el Grupo Sinar Mas. El pasado mes de diciembre, Greenpeace se puso en contacto con la empresa para presentarle evidencias sobre cómo Sinar Mas está violando la ley de Indonesia, haciendo caso omiso de sus compromisos como miembro de la Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible (RSPO), el organismo certificador que trabaja para convertir la industria del aceite de palma en algo más sostenible (3). A la vista de estas prácticas inaceptables para el medio ambiente, varias multinacionales como las gigantes Unilever y Kraft, cancelaron sus contratos con el Grupo (4).
En vísperas del Día Forestal Mundial, que se celebra anualmente el 21 de marzo, Greenpeace recuerda que Indonesia tiene una de las mayores tasas de deforestación del planeta. La destrucción de los bosques para la expansión del cultivo de palma aceitera es la causa más importante (5). Esto sitúa al país asiático como tercer mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero precedido sólo de China y los EE.UU (6).
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