La esperada discusión para prohibir el comercio internacional del atún rojo atlántico ha sido despachada con una votación express en el plenario de la principal Conferencia sobre comercio de especies salvajes del mundo, que se está celebrando en Doha (Qatar).
Los representantes de las Partes Contratantes de la Convención CITES, sorprendentemente, han decidido votar inmediatamente esta propuesta y el resultado ha sido desalentador: 72 de los 129 países presentes han votado en contra de la prohibición, 43 a favor y 14 se han abstenido.
“Tras la presentación de una argumentación científica abrumadora y a pesar del gran apoyo político obtenido en los últimos meses, ha resultado escandaloso que las Partes Contratantes no hayan tenido la más mínima oportunidad para debatir sobre la propuesta. Una propuesta que contaba con el respaldo de la mayoría de los países con cuota pesquera sobre esta especie a ambos lados del Atlántico”, ha comentado el Dr. Sergi Tudela, Responsable de Pesquerías en el Programa Mediterráneo de WWF, tras asistir como uno de los observadores que la organización ha destacado en la Conferencia.
El Principado de Mónaco ha podido presentar su propuesta esta misma tarde y cuando sólo unos pocos países habían intervenido, con breves comentarios, Libia ha solicitado una votación inmediata de la misma.
“Tras esta decisión de la Convención CITES y dado que ICCAT (el organismo regional encargado de la gestión del atún rojo) ha fracasado reiteradamente en su obligación de garantizar una gestión sostenible de esta pesquería”. Añadió el Dr. Tudela: “Es hora de que hagamos la mayor presión posible para este organismo cumpla con el objetivo para el que fue creado”.
WWF hará un llamamiento a los restaurantes, minoristas, cocineros y consumidores de todo el mundo para que dejen de servir, vender, comprar y comer esta especie. Una parte del mercado mundial de la pesca, incluyendo grandes distribuidores como Carrefour, ya ha elegido no comerciar con atún rojo del atlántico para darle una oportunidad de recuperarse a las cada vez más agotadas poblaciones de esta especie.
“Ahora más que nunca es importante que la sociedad consiga aquello en lo que nuestros políticos han fracasado, dejar de consumir atún rojo”, dijo Tudela.
El Principado de Mónaco —Parte Contratante de CITES que presentó la propuesta para que la especie fuera incluida en el apéndice I— fue el primer país del mundo en dejar de consumir atún rojo, el año pasado. WWF espera que otros países se sumen a esta iniciativa.
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