Vamos a ser claros, sin caer en la demagogia ni en la hipocresía, sin ejercer una doble moral. Como ecologista que toca de pies en el suelo y siendo realista debo recordar a aquellos que no lo saben qué hacen falta muchos años para acabar con los efectos de los elementos radioactivos y los riesgos que estos conllevan.
Hecho este recordatorio, hay que admitir que sin la energía nuclear no podríamos vivir como lo hacemos ahora y lo dice una persona que ha luchado contra la presencia de esta energía en nuestro país. En nuestro país la mitad de la energía producida proviene de las centrales nucleares mientras las energías renovables no llegan aun al treinta por ciento. Hay compromisos adquiridos hace años, como el de llegar a esa cifra (30%) antes del año 2010. De momento son solo eso, compromisos sin resolver que permiten seguir generando energía nuclear para abastecer a la mayoría del territorio.
A parte de los compromisos del gobierno para aumentar la producción energética de renovables tenemos las realidades de la cumbre de Kioto y estas nos dicen que no hemos llegado a los objetivos marcados en su momento que sí han logrado otros muchos países. Y le sumamos el estado de algunas de nuestras nucleares, con permisos de apertura prolongados como en el caso de la de Garoña que no destaca por su buena conservación y niveles de seguridad. O los episodios caóticos y alarmantes generados en la nuclear de Ascó el año pasado a raíz de la visita de una escuela y que acabó con el control de radioactividad obligado a los alumnos que habían visitado estas instalaciones ante una posible pequeña fuga detectada el mismo día de la visita escolar.
A estas asignaturas pendientes hay que sumarles las de futuros cursos políticos que pasan por incrementar la producción de energías como la solar o la eólica si se quiere hablar de un país más sostenible y con un futuro más estable. Me gustaría que entre todos pudiéramos ejercer la presión necesaria pidiendo al gobierno el incremento de producción de esas nuevas energías y, puestos a pedir, me encantaría que liderasen este grupo de presión los habitantes de Ascó contrarios a la energía nuclear. Con ellos como bandera y el resto de sociedad a su lado conseguiríamos que este tema y el debate que genera no se politizasen.
Hay que evitar imágenes como las ofrecidas estos días por ciertos líderes políticos de izquierdas, caso de Puigcercós (ERC) o de Herrera (IC-V), encabezando una manifestación con una postura radicalmente opuesta a la del gobierno que representan en Catalunya. El mismo gobierno que lidera José Montilla, ahora detractor del cementerio y antes, hace tan solo tres años, Ministro impulsor del proyecto.
Las hemerotecas enriquecen la memoria colectiva y gracias a ellas se comprobará que la provincia de Tarragona ha sobrepasado el concepto de solidaridad hace años. Ya tenemos de todo, no queremos que nos impongan aquello que el resto del estado ya ha rechazado. Pedimos que la gente refresque su memoria para recordar que hace 30 años que Tarragona convive con las centrales nucleares.
No se trata de cerrarlas todas de golpe. Hay que buscar alternativas y reducir el uso y consumo de la energía nuclear. Imaginemos por un momento que las clausuramos hoy mismo, sin tener soluciones para abastecer las necesidades energéticas de la población. Si producen el 50 por ciento de la energía de nuestro país supondría que durante medio día nos quedaríamos sin esa energía. ¿Quién se acostumbraría? ¿Quién estaría dispuesto al sacrificio de ese medio día sin energía? ¿Quién rebajaría su calidad de vida a favor de un entorno más limpio?
Marquemos un calendario para desmantelar nuestras nucleares y al mismo tiempo incrementemos la producción de energías alternativas. Construyamos el cementerio nuclear pero hagámoslo a conciencia, sin sacrificar a nadie y sin imposiciones gubernamentales. Seamos políticamente correctos y respetemos a nuestra sociedad sin engaños. Luchemos por ese mundo más limpio que todos deseamos y hagámoslo desde el debate y el dialogo.
Ángel Juárez
Presidente de Mediterrània-CIE
Hecho este recordatorio, hay que admitir que sin la energía nuclear no podríamos vivir como lo hacemos ahora y lo dice una persona que ha luchado contra la presencia de esta energía en nuestro país. En nuestro país la mitad de la energía producida proviene de las centrales nucleares mientras las energías renovables no llegan aun al treinta por ciento. Hay compromisos adquiridos hace años, como el de llegar a esa cifra (30%) antes del año 2010. De momento son solo eso, compromisos sin resolver que permiten seguir generando energía nuclear para abastecer a la mayoría del territorio.
A parte de los compromisos del gobierno para aumentar la producción energética de renovables tenemos las realidades de la cumbre de Kioto y estas nos dicen que no hemos llegado a los objetivos marcados en su momento que sí han logrado otros muchos países. Y le sumamos el estado de algunas de nuestras nucleares, con permisos de apertura prolongados como en el caso de la de Garoña que no destaca por su buena conservación y niveles de seguridad. O los episodios caóticos y alarmantes generados en la nuclear de Ascó el año pasado a raíz de la visita de una escuela y que acabó con el control de radioactividad obligado a los alumnos que habían visitado estas instalaciones ante una posible pequeña fuga detectada el mismo día de la visita escolar.
A estas asignaturas pendientes hay que sumarles las de futuros cursos políticos que pasan por incrementar la producción de energías como la solar o la eólica si se quiere hablar de un país más sostenible y con un futuro más estable. Me gustaría que entre todos pudiéramos ejercer la presión necesaria pidiendo al gobierno el incremento de producción de esas nuevas energías y, puestos a pedir, me encantaría que liderasen este grupo de presión los habitantes de Ascó contrarios a la energía nuclear. Con ellos como bandera y el resto de sociedad a su lado conseguiríamos que este tema y el debate que genera no se politizasen.
Hay que evitar imágenes como las ofrecidas estos días por ciertos líderes políticos de izquierdas, caso de Puigcercós (ERC) o de Herrera (IC-V), encabezando una manifestación con una postura radicalmente opuesta a la del gobierno que representan en Catalunya. El mismo gobierno que lidera José Montilla, ahora detractor del cementerio y antes, hace tan solo tres años, Ministro impulsor del proyecto.
Las hemerotecas enriquecen la memoria colectiva y gracias a ellas se comprobará que la provincia de Tarragona ha sobrepasado el concepto de solidaridad hace años. Ya tenemos de todo, no queremos que nos impongan aquello que el resto del estado ya ha rechazado. Pedimos que la gente refresque su memoria para recordar que hace 30 años que Tarragona convive con las centrales nucleares.
No se trata de cerrarlas todas de golpe. Hay que buscar alternativas y reducir el uso y consumo de la energía nuclear. Imaginemos por un momento que las clausuramos hoy mismo, sin tener soluciones para abastecer las necesidades energéticas de la población. Si producen el 50 por ciento de la energía de nuestro país supondría que durante medio día nos quedaríamos sin esa energía. ¿Quién se acostumbraría? ¿Quién estaría dispuesto al sacrificio de ese medio día sin energía? ¿Quién rebajaría su calidad de vida a favor de un entorno más limpio?
Marquemos un calendario para desmantelar nuestras nucleares y al mismo tiempo incrementemos la producción de energías alternativas. Construyamos el cementerio nuclear pero hagámoslo a conciencia, sin sacrificar a nadie y sin imposiciones gubernamentales. Seamos políticamente correctos y respetemos a nuestra sociedad sin engaños. Luchemos por ese mundo más limpio que todos deseamos y hagámoslo desde el debate y el dialogo.
Ángel Juárez
Presidente de Mediterrània-CIE
Me parece importante, de cara a informar a todo aquel que esté dispuesto a escuchar, publicar los datos resultantes de informe del UNSCEAR 2000 (de Naciones Unidas) con respecto a la dosis de radiación media tota anual en el mundo (los datos está dados en mSv de dosis equivalente):
ResponderEliminarDOSIS NATURAL (ajena a toda actividad humana): 2,4mSv
DOSIS ARTIFICIAL (por actividades humanas): 0,417mSv
- Medicina: 0,4mSv
- Industria, viajes en avión: 0,008mSv
- Pruebas nucleares pasadas y Chernobyl: 0,007mSv
- Energía nuclear: 0,002mSv
La explotación nuclear mundial actual supone un 0,071% de la dosis de la humanidad