Un queso versátil y ecológico en Ordizia fue el primer corte de la temporada al Idiazabal.
«Como decimos en el movimiento Slow Food, este queso es limpio, bueno y justo (por ecológico). Una maravilla», resaltó ayer el cocinero Luis Ángel Plágaro, del restaurante vitoriano 'La Cocina de Plágaro', tras cortar en Ordizia la pieza que simbolizaba la presentación oficial de la nueva temporada del Idiazabal.
El acto central de la decimoquinta edición del Artzain Eguna (Día del Pastor) reunió en el centro D'Elikatuz de la villa guipuzcoana a conocidos restauradores -como Juan Mari Arzak, Pedro Subijana, José Juan Castillo y Atxen Jiménez-, junto a los homenajeados y premiados de este año, responsables de la Denominación de Origen y Cofradía del Queso de Idiazabal de Ordizia y representantes del Ayuntamiento goierritarra, el Gobierno Vasco y Kutxa.
Plágaro añadió que el Idiazabal es un queso generoso, ancestral y ejemplar. Calificativos que justificó por su «versatilidad -cada día más adeptos a nivel mundial y por casar con alimentos dulces y salados-; por ser tan viejo como Euskal Herria y tratarse de un patrimonio que no se puede perder; y porque se trata de un bioqueso, ecológico de por sí, que ya se hacía del mismo modo hace 500 años».
Mañana soleada
Ordizia se vio muy animada durante todo la jornada de ayer que coincidía, como viene siendo habitual, con la tradicional feria semanal de los miércoles. La mañana soleada y los trikitilaris y dulzaineros contribuyeron a realzar la fiesta, que congregó a cientos de ordiziarras y visitantes en las calles, bares y cafeterías del centro.
Ya a primera hora los puestos del mercado, los de expositores de venta de queso y productos del Goierri y los de artesanos de Gipuzkoa animaban las calles. Los vendedores ambulantes peruanos mantenían con precaución cerrados sus hatillos de bolsos y pañuelos, vigilantes ante la presencia de la autoridad.
El concurso-exposición de carneros de raza latxa reunió en la plaza Garagartza a más de 150 cabezas. Unos 150 ejemplares de cara rubia de 45 pastores de Aralar, Ernio, Izarraitz, Gabiria, Azpeitia o Donostialdea, convivían -aunque separados- con otros de cara negra de Urbia, Elgoibar, Legazpi, Ordizia, Zerain u Oñati.
El humo y el olor de los corderos lechales asados al burruntzi por Karlos Ibarrondo y su equipo se expandían por el ambiente y descendían hasta la recogida plaza Goen (Txanketa), donde el bacalao era el rey de las ofertas.
La elaboración del queso y el esquileo manual y mecánico de ovejas fueron otras de las propuestas más atractivas de la jornada.
Fue, con todo, el paso de los rebaños con 2.000 ovejas por las calles del centro de Ordizia el que centró la mayor expectación. Simboliza la antigua trashumancia que los pastores realizaban desde los pastos bajos a la sierra de Aralar una vez concluido el periodo invernal. Una tradición que los nuevos tiempos y las nuevas posibilidades de transporte han ido dejando en el olvido.
Ya por la tarde el cocinero Iker Martínez, del restaurante Kuko de Ormaiztegi, mostró en el centro D'Elikatuz la preparación de diversas recetas elaboradas con queso Idiazabal.
Javier Meaurio - www.diariovasco.com
No sé como estará este queso, seguro que buenísimo, porque tengo que decir que el queso más rico que he probado yo, es el idiazabal ahumado!! ummmmmm!! está buenísimo!!
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