ACABA de ser liberada seis años después de su secuestro la candidata a la presidencia colombiana Ingrid Betancourt en un dispositivo militar que uno ya no sabe si creerse o no, porque como de lo que nos cuentan o lo que nos venden va un abismo hasta la auténtica realidad, o hay tanta falsedad y tantos intereses encubiertos en la 'alta política', que uno ya no sabe qué pensar. Cuesta imaginar seis años después que a las FARC se la metan doblada, aunque nada es imposible, pero entonces ¿por qué no se ha hecho antes?
Habiendo tantos intereses políticos tras los cuales están los económicos, a la población nos han maleado tanto que en determinados sectores la desconfianza sistemática se ha instalado en nuestras vidas. Y es que la vida política global es un ejemplo constante que nos nutre de engaños enormes elaborados por el poder, y que nos son servidos sin derecho a réplica y sin capacidad de maniobra de contestación. No tienen más que ver las maniobras que recordarán de engaño sucio por parte del ex gobierno de Josemari cuando los atentados del 11-M, o cómo accedió Bush al gobierno de pucherazo desbancando a Gore.
A diario somos engañados, estafados e involucrados en situaciones de crisis en las que los verdaderos perdedores somos los ciudadanos de a pie. Ahora nos zambullimos en un proceso de 'crisis' global, de 'desaceleración' de la economía que parece justificar a los gobiernos a la hora de vendernos el desempleo que se avecina, y el incremento mensual de 80 euros en nuestra hipoteca. Somos nosotros los que tenemos que sacrificarnos por la patria para salir del atolladero. ¡Qué pena dan toda esa lista de la revista 'Forbes' en la que figuran por orden de desvergüenza las mayores fortunas personales del planeta!
Lo que se está sembrando con esta comedia es la absoluta desconfianza entre la ciudadanía y la clase política.
De cualquier manera es una alegría para la paz y la razón la liberación de esta mujer que se ha convertido en un icono de la lucha por la vida y el diálogo. No estaría nada mal que de ella aprendieran un poco todos esos falsos políticos fariseos que hacen de su profesión un máster de la falsedad y el desengaño.
Habiendo tantos intereses políticos tras los cuales están los económicos, a la población nos han maleado tanto que en determinados sectores la desconfianza sistemática se ha instalado en nuestras vidas. Y es que la vida política global es un ejemplo constante que nos nutre de engaños enormes elaborados por el poder, y que nos son servidos sin derecho a réplica y sin capacidad de maniobra de contestación. No tienen más que ver las maniobras que recordarán de engaño sucio por parte del ex gobierno de Josemari cuando los atentados del 11-M, o cómo accedió Bush al gobierno de pucherazo desbancando a Gore.
A diario somos engañados, estafados e involucrados en situaciones de crisis en las que los verdaderos perdedores somos los ciudadanos de a pie. Ahora nos zambullimos en un proceso de 'crisis' global, de 'desaceleración' de la economía que parece justificar a los gobiernos a la hora de vendernos el desempleo que se avecina, y el incremento mensual de 80 euros en nuestra hipoteca. Somos nosotros los que tenemos que sacrificarnos por la patria para salir del atolladero. ¡Qué pena dan toda esa lista de la revista 'Forbes' en la que figuran por orden de desvergüenza las mayores fortunas personales del planeta!
Lo que se está sembrando con esta comedia es la absoluta desconfianza entre la ciudadanía y la clase política.
De cualquier manera es una alegría para la paz y la razón la liberación de esta mujer que se ha convertido en un icono de la lucha por la vida y el diálogo. No estaría nada mal que de ella aprendieran un poco todos esos falsos políticos fariseos que hacen de su profesión un máster de la falsedad y el desengaño.
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