Nada es nunca lo que parece. Este es un dicho que deja en entredicho el que algunas cosas verdaderas sean realmente lo que parecen, de forma genuina y sincera, como un corazón abierto, de tal manera que ser lo que parece que se es, al final es algo mal visto, como si ir con la verdad por delante o con la honestidad que te hace jugarte el pellejo fuera en realidad algo deshonroso o vergonzante.Vivimos tan acostumbrados al mundo de las apariencias y del engaño que cuando la verdad aflora nos sorprende con un formato de bicho raro como si lo excepcional fuera lo consecuentemente normal. Supongo que por esta regla de tres para nada simple, es por la que por extensión, de “nada es lo que parece” se pasa a la de “el futuro es incierto e imprevisible”, que también es un gran axioma repetido por la costumbre de la realidad tan sentenciada. Por eso será que contra todo pronóstico Hillary Clinton ha recibido con sorpresa el subidón del apoyo en New Hampshire, después del desastrito de lo de Iowa. Y ese mismo susto se lo llevaron todas las empresas de “consulting” (12 hermosas empresas 12), de las que ni una sola fue capaz de prever la ascensión imprevisible de Hilaria, después del glamuroso e imprevisible (de nuevo) éxito de Barack Obama, y eso que estamos hablando de EEUU, el mayor macroescenario del mundo montado para el espectáculo electoral. A toro pasado dice el inexpugnable oráculo de los “analistas” , que lo no previsto ha sido la movilización masiva de las mujeres a última hora. Parece que en el yanqui, lo de la toma de decisiones de voto es algo que se hace a última hora, o a cara o cruz, dado su espectro de opciones…..Pero retomando lo de “nada es lo que parece”, esto me lleva a lo que el funcionario Victoriano Ceballos, principal encuestado en el “caso guateque” del entramado en el culebrón del ayuntamiento de Madrid, dijo al oír sus propias palabras grabadas por la Guardia Civil en una conversación telefónica que mantenía con un gestor implicado en la trama. Cuando éste se oyó a sí mismo en la vista del caso diciendo: “Podemos decirle que nos podemos repartir 3000€ " , o cosas del tipo “ En tres días emitimos el informe, le damos la copia y dinero al canto”………….. , lo que se le ocurrió decir en un alarde de brillantez fue: “Eso no es cierto. No me puedo creer que yo haya dicho eso”. Lo dicho. No estamos para nada preparados a nuestra propia incongruencia. Y sino que se lo digan a esa dentista que recientemente a saltado a la prensa vallisoletana por apropiarse de forma indebida de unas botellas de Alión (Vega Sicilia) de su ex marido el ginecólogo, a la que le ha caído un proceso por lo penal, a cuenta de ese desatino irresoluble que es la venganza irracional. ¡Qué bonito es el desamor!!!
Publicado por Cifu en "El Norte de Castilla" el 11-01-2008
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