Hoy nos despedimos de uno de mis compañeros, que ya se va a su tierra, y lo hacemos a lo grande en el Restaurante Casa Pita, que ellos ya conocían y les encanta, y no me extraña, porque vaya pasada! cenamos de muerte! todo espectacular y un trato exquisito, ¡lo apuntamos para volver! eso seguro,
Anina.
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