Y después de tantas emociones, jejeje, nos fuimos a celebrarlo con una buena comida en el Restaurante Casa Rafa, en el que mi padre ya había estado hace años y tenía buen recuerdo. Comimos de maravilla, todo estaba muy bueno, comida casera y muy bien cocinada y el trato muy bueno también.
La leche frita ¡espectacular!.
¡Lo pasamos muy bien!
Anina.
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