Al-Nagem Al-Qarhi tenía sólo 14 años cuando murió como consecuencia de un disparo efectuado por militares marroquíes contra el coche en el que viajaba, según ha relatado su hermana. El vehículo, que estaba parado en un control militar, se dirigía con provisiones a un campamento de protesta saharaui.
La familia del niño ni siquiera pudo despedirse de él. Dicen que las autoridades marroquíes le enterraron en secreto y ahora no saben ni dónde descansa su cuerpo.
El gobierno de Marruecos tiene que demostrar que la muerte de este niño de 14 años no se ha producido como consecuencia de un uso excesivo de la fuerza, en un intento por obstruir el acceso al campamento de protesta saharaui, e impedir su abastecimiento.
Desde el 10 de octubre de 2010, millares de saharauis han levantado un campamento en el desierto, a unos 10 o 13 kilómetros al este de la ciudad de El Aaiún, con el fin de exigir mejores oportunidades de trabajo y vivienda. El ejército marroquí mantiene una fuerte presencia en torno a este campamento.
Es cierto que no podemos cambiar el pasado ni devolver la vida a Al-Nagem, pero sí podemos conseguir que se haga justicia y que su trágica historia no se repita. Y eso es lo que espera de nosotros su familia.
Por favor, exige al Gobierno de Marruecos que aclare las circunstancias de la muerte del niño y detenga a los responsables inmediatamente. Además, comparte esta información con todos tus contactos para que nuestra voz de protesta se oiga muy alto.
Recibe de antemano mi más sincero agradecimiento.
Esteban Beltrán
Director Amnistía Internacional – Sección Española
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