El otro día un vecino de Manzanares el Real (Madrid) simuló un secuestro con atraco que tuvo la osadía de denunciar a la Guardia Civil, (que al igual que la policía, no es tonta) con la intención de ocultar que se había pegado una juerga en una discoteca, en la que conoció a “alguien” y se fundió 300 pavos (me parece casi poco) ante los ojos incrédulos de su mujer. Los guardias, ante un hecho grave de secuestro con intimidación hicieron sus deberes y poco tardaron en descubrir el pastel.
Esa fotografía de situación tan “chistosa” me recuerda a otra en la que sale Zapatero en estos días neoyorquinos que ha pasado reuniéndose con unos y con otros. La primera es con el Rey de Marruecos, allanando el terreno de las controversias melillenses, en la que Mohamed VI que andaba por allí al menos sabía hablarle a Zapatero en nuestro idioma castellano.
Zapatero en la tormenta de flashes fotográficos no se le ocurre otra cosa mejor que decirle a Mohamed, supongo que por considerarlo un rey menor, y además entenderse con él en castellano que "la foto es lo más importante".
Bien saben los políticos que en ocasiones, la foto es lo más importante, pero es que acto seguido la foto de Zapatero es la suya con los dirigentes de Wall Street, los capos del mundo sometiéndolo a un examen del que no sabe responder en su propio lenguaje, el puto inglés que es la maría de este país que como decían los de “Académica palanca”, grupo irreverente donde los haya, “¿desde cuando un español necesita pasaporte?”
Efectivamente, Zapatero como el tipo de Manzanares se lo había fundido todo en una noche, y para que la “mujer” (que somos todos) no lo pillemos ante los picolos (que son los yanquis inversores) agacha las orejas diciendo prácticamente que sí, que el va a seguir adelante con la disciplina impuesta, que seguirá apretando el cinturón de los recortes sociales y que lo de la huelga es una discusión de pareja como las que tienen todas las parejas, pero que no hay problema ninguno. Además lo que comenzaron la crisis al fin y al cabo, fueron los financieros norteamericanos, así que no me vengáis apretando los machos……
Ves la foto del payo expresándose con la vehemencia de sus manos y sus cejas trianguladas, y ves a toda esa calaña de cabrones de la banca escuchándole con los pinganillos del sistema de traducción simultánea y uno se pregunta qué coño entenderán unos de otros, o qué leches hacen allí reunidos.
A la salida del “encuentro”, uno de los más capos, George Soros, dijo que “había sido una agradable charla”. No sé si este hombre, o cualquiera de ellos incluido el presidente sabe situar nuestro país en un mapa.
Jesús H. Cifuentes - el norte de castilla-
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