Hace nada leí que Bill Gates, el superfelizman de Microsoft, era de los supermillonarios que, aun no pisando el suelo que pisan los humanos, era el tipo que más pasta 'invertía' en ayuda a los países no desarrollados. Está claro que cuando alguien 'invierte' es que le está dando la vuelta a algo, y que si algo desarrolla es su ombligo omnipresente en el decadente mundo informático, del que el tipo ha hecho un feudo sonriendo a diestro y siniestro (sobre todo a 'siniestro').
Motivo por el cual, el que lo convierta en una de las personas más insultantemente millonarias del planeta (y cada vez que digo planeta me acuerdo de la pobre Leyre Pajín) tiene una sospecha que se cierne más allá de las columnas de este periódico. El caso es que el tipo debe tener una recua de súbditos metidos en un collar de perro que le llevan sus negocios por el mundo, y claro, tarde o temprano se cometen los errores propios de echarte una siesta cuando tú mismo debes ser el timonel. Lo que ha sucedido no es algo distinto al 'más de lo mismo de nuestros días', pero es que a veces, cuando las cosas suceden en el escenario apropiado, se convierten en el guión de una novela de lo más trepidante, que tarde o temprano se convertirá en una peli supertaquillera.
El caso (de nuevo) es que los de Microsoft han hecho un anuncio en el que pretenden vender más de lo mismo al mundo, que por motivos aún desconocidos, han hecho que del mismo anuncio para el mundo en general, en Polonia, la presencia de un negro en tal anuncio ('We can') se ha acabado en la presencia de un blanco gracias al Photoshop.
El cuerpo era del negro y el careto era de un blanco que se preguntaba si todos los atributos eran suyos. Si ves la cara del tipo original, con su cuerpo y todo, es casi como si estuviera viendo la usurpación del blanco sobre sí. Es como si a Macaco le 'doblase' Chiquito de la Calzada. Esto me sugiere la posibilidad de que el del centro de los Chichos fuera el presidente de la Junta de Castilla y León; que el alcalde de Valladolid fuera Concha Velasco; que supermán fuera de La Cistérniga; que los Charlines fueran Don Quijote.
Motivo por el cual, el que lo convierta en una de las personas más insultantemente millonarias del planeta (y cada vez que digo planeta me acuerdo de la pobre Leyre Pajín) tiene una sospecha que se cierne más allá de las columnas de este periódico. El caso es que el tipo debe tener una recua de súbditos metidos en un collar de perro que le llevan sus negocios por el mundo, y claro, tarde o temprano se cometen los errores propios de echarte una siesta cuando tú mismo debes ser el timonel. Lo que ha sucedido no es algo distinto al 'más de lo mismo de nuestros días', pero es que a veces, cuando las cosas suceden en el escenario apropiado, se convierten en el guión de una novela de lo más trepidante, que tarde o temprano se convertirá en una peli supertaquillera.
El caso (de nuevo) es que los de Microsoft han hecho un anuncio en el que pretenden vender más de lo mismo al mundo, que por motivos aún desconocidos, han hecho que del mismo anuncio para el mundo en general, en Polonia, la presencia de un negro en tal anuncio ('We can') se ha acabado en la presencia de un blanco gracias al Photoshop.
El cuerpo era del negro y el careto era de un blanco que se preguntaba si todos los atributos eran suyos. Si ves la cara del tipo original, con su cuerpo y todo, es casi como si estuviera viendo la usurpación del blanco sobre sí. Es como si a Macaco le 'doblase' Chiquito de la Calzada. Esto me sugiere la posibilidad de que el del centro de los Chichos fuera el presidente de la Junta de Castilla y León; que el alcalde de Valladolid fuera Concha Velasco; que supermán fuera de La Cistérniga; que los Charlines fueran Don Quijote.
Jesús Cifuentes - El norte de castilla-
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