De repente estoy «atrapado en el tiempo», como en esa película de un eterno día de la marmota.
Entre una duda y otra de esas que la pérdida de referencia temporal provoca, la nube de confusión de los músicos en gira va creciendo día a día. Y no es por otra cosa que la carencia de sueño, la carencia de posición horizontal. De esa manera aparece como en un duermevela la duda de si José María Aznar es padre de la criatura que lleva en la tripa la ministra francesa de justicia Rachida Dati, de ascendencia magrebí, como especula la web marroquí 'L'Observateur', que uno sin saber nada hace que sus dos jeroles sean como parecidos, y el duermevela que como todos saben es como una especie de sueño con una leve consciencia me lleva a pensar en la duda de si, por un lado Aznar no es de piedra y si además no tendrá cierta envidia insana de Sarkozy, tan con un pedazo de pibón y tan como él, pero estando él sin el pedazo de pibón, y sin el power de Sarko.
Este hombre es capaz de cualquier cosa, pero a pesar de su connivencia con el 'vinico' no parece tener el perfil de jugársela con su Botella.
Pero estos pensamientos no son míos, sino del duermevela este en que nos mantienen esclavos a los músicos en gira. Por eso me vienen esas imágenes del tipo 'Atrapado en el tiempo', y se me junta la crisis o desaceleración con los pucheritos de mi niña, y el corazón se parte y el alma se llena de niebla, y la niebla se pregunta uno si no se fabrica en Valladolid, o si no las fabrican sus famosos leones vallisoletanos de la estepa toroza.
Y el duermevela que no te da tregua y empieza el desparrame de si te invitan a una fiesta a la que tú de buen rollo dices que sí, y cuando llegas te encuentras nada menos con el funeral de los últimos zombis de la operación triunfo, al Consorcio y a toda una retahíla de la provejez anticipada que a uno le dan ganas de suicidarse en medio de la fiesta, pero no se atreve a hacerlo por respeto a sus amigos.
Y a otra vuelta duermevelosa sale la candidata republicana Sarah Palin y me invita a salir al baile en su convención del partido, y Aznar y la ministra de justicia francesa juegan al mus en Quintanilla de Onésimo, y uno se pregunta si las cosas pueden ir a peor, sabiendo que sí pueden.
Entre una duda y otra de esas que la pérdida de referencia temporal provoca, la nube de confusión de los músicos en gira va creciendo día a día. Y no es por otra cosa que la carencia de sueño, la carencia de posición horizontal. De esa manera aparece como en un duermevela la duda de si José María Aznar es padre de la criatura que lleva en la tripa la ministra francesa de justicia Rachida Dati, de ascendencia magrebí, como especula la web marroquí 'L'Observateur', que uno sin saber nada hace que sus dos jeroles sean como parecidos, y el duermevela que como todos saben es como una especie de sueño con una leve consciencia me lleva a pensar en la duda de si, por un lado Aznar no es de piedra y si además no tendrá cierta envidia insana de Sarkozy, tan con un pedazo de pibón y tan como él, pero estando él sin el pedazo de pibón, y sin el power de Sarko.
Este hombre es capaz de cualquier cosa, pero a pesar de su connivencia con el 'vinico' no parece tener el perfil de jugársela con su Botella.
Pero estos pensamientos no son míos, sino del duermevela este en que nos mantienen esclavos a los músicos en gira. Por eso me vienen esas imágenes del tipo 'Atrapado en el tiempo', y se me junta la crisis o desaceleración con los pucheritos de mi niña, y el corazón se parte y el alma se llena de niebla, y la niebla se pregunta uno si no se fabrica en Valladolid, o si no las fabrican sus famosos leones vallisoletanos de la estepa toroza.
Y el duermevela que no te da tregua y empieza el desparrame de si te invitan a una fiesta a la que tú de buen rollo dices que sí, y cuando llegas te encuentras nada menos con el funeral de los últimos zombis de la operación triunfo, al Consorcio y a toda una retahíla de la provejez anticipada que a uno le dan ganas de suicidarse en medio de la fiesta, pero no se atreve a hacerlo por respeto a sus amigos.
Y a otra vuelta duermevelosa sale la candidata republicana Sarah Palin y me invita a salir al baile en su convención del partido, y Aznar y la ministra de justicia francesa juegan al mus en Quintanilla de Onésimo, y uno se pregunta si las cosas pueden ir a peor, sabiendo que sí pueden.
Jesús Cifuentes - El norte de castilla
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