La mayoría de los niños y niñas romaníes (de etnia gitana) de Eslovaquia son segregados a colegios "exclusivos para romaníes". Otros son escolarizados en centros "especiales", a pesar de que no presentan discapacidad física o mental de ninguna clase.Con frecuencia estos niños reciben una educación de menor calidad y tienen muy pocas oportunidades de proseguir sus estudios. En 2006, de cada 100 romaníes, sólo 3 accedieron a la educación secundaria obligatoria.Mientras no se garantice la plena integración de romaníes en las escuelas, la discriminación del pueblo romaní en Eslovaquia no acabará. Ningún menor debe ser excluido de la enseñanza general de calidad por motivos étnicos o de pobreza.
Firma esta petición dirigida a las autoridades eslovacas para que los derechos de los niños y niñas romaníes sean respetados plenamente. Firmar por una educación sin discriminación es firmar por un mañana más justo.
Esteban BeltránDirector – Amnistía Internacional Sección Española
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