domingo, 24 de febrero de 2008

CADENA PERPETUA (FRANK DARABONT, 1994)


Acusado del asesinato de su mujer, Andrew Dufresne (Tim Robbins) es enviado a la prisión de Shawshank para ser encerrado de por vida. Con el paso de los años conseguirá ganarse la confianza del director del centro y el respeto de sus compañeros presidiarios, especialmente de Red (Morgan Freeman), el jefe de la mafia de los sobornos.
En las nominaciones a los Oscars de 1994 apareció una "desconocida" película con 7 nominaciones, dirigida por un novato y con un reparto sin estrellas. Pero ese año "Forrest Gump" arrasó con todo y este drama carcelario se fue de vacío. Desde entonces ha habido una constante reivindicación de la calidad y del conjunto de valores que encierra esta entrañable y entretenidísima historia sobre la amistad. El guión (basado en el relato de Stephen King "Rita Hayworth and Shawshank Redemption") te atrapa poco a poco en un crescendo magistral, regalando uno de los finales más bellos de las últimas décadas. Robbins nunca ha estado mejor, provocando con su contenida interpretación una empatía que me recuerda a Gregory Peck en "Matar a un ruiseñor". Y por último está Morgan Freeman, con una mirada tierna y sincera que te sentencia a quererlo a perpetuidad, sin necesidad de cadenas. Todavía cumplo condena. (Pablo Kurt: FILMAFFINITY)
"Un clásico del cine carcelario que huye del espectáculo barato para ahondar en la amistad de la pareja protagonista" (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
Una película muy hermosa sobre la amistad y sobre las injusticias carcelarias, aunque quizás demasiado bonito para ser verdad...
Anina

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