Con las fiestas llega el derroche. Entre comidas, adornos, juguetes y otros regalos, este año los españoles gastaremos de media unos 951 euros en navidades, un 5´1 % más que el año pasado, según un estuido de la consultora Deloitte. A esto debemos añadir el consumo energético que se dispara en estas fechas. Con la mayor concienciación medioambiental, cada vez son más los ayuntamientos que optan por las bombillas de bajo consumo para el tradicional alumbrado navideño. En Nueva York, el icónico árbol de Rockefeller Center se alimentará este año con energía solar. En casa también, sin tener que renunciar a las fiestas, se pueden seguir algunos consejos para unas celebraciones menos derrochadoras.
Aunque es una tradición importada de los países nórdicos y Estados Unidos, el árbol de Navidad ha arraigado, sin duda, en España. El árbol de plástico presenta la ventaja de poder ser reutilizado año tras año; sin embargo, su frabicacijon resulta muy contaminante. Por eso, la asociación WWF-Adena recomienda la compra de abetos de vivero, cultivados exclusivamente para su uso navideños. En cualquier caso, es importante adquirilo con su cepellón completo, lo que es una garantía de que no ha sido arrancado ilegalmente del monte y permite su futura recuperación. En Madrid, la Escuela de Ingenieros de Montes de la Universidad Politécnica pone a la venta abetos procedentes de viveros en su sede de la Ciudad Universitaria.
Acebo protegido
Una vez pasada la Navidad, las organizaciones medioambientales recuerdan que los árboles no se deben replantar en cualquier monte. La mayoría de los Ayuntamientos disponen de un sistema de recogida para que sean recuperados, o se pueden devolver a los viveros en los que se han adquirido. Sin embargo, se calcula que sólo el 20% de los árboles sobrevive a las fiestas. Para que el suyo no acabe en la basura, es importante mantenerlo alejado de los radiadores, a ser posible que le dé el aire, y no olvidarse de regarlo.
Tenga cuidado también con el acebo. Es una especie de gran valor ecológico, protegida por ley y cuya tala está prohibida. En cuanto al musgo, carece de protección oficial, pero es preferible evitar su uso en belenes, dado que contribuye a la formación y conservación de los suelos. Como elementos de decoración alternativos, se pueden usar, por ejemplo, piñas, ramas y hojas secas. Evite también usar los rociadores de espuma, dado que contienen gases inflamables.
Otro elemento que no puede faltar en Navidad es el alumbrado. Procure utilizar bombillas de bajo consumo, microbombillas o hilo luminoso: consumen menos de la mitad que los alumbrados normales. Y recuerde que no es necesario que las luces estén encendidas toda la noche. Puede reservar su uso para los momentos especiales, como cuando se tiene invitados.
A la hora de comprar los juguetes, es preferible que no vengan con pilas incluidas. Éstas pueden estar dañadas por el tiempo de almacenamiento, por lo cual, además de contaminar, resultarían peligrosas para los niños. Lo mejos es reemplazarlas por unas recargables, e incluso, se puede invertir en un recargador solar, cuyo precio ronda los 20 euros. Si va a regalar productos electrónicos, es importante fijarse en el consumo eléctrico indicado en las etiquetas, incluido el standby.
En cuanto a la comida, no deje las compras para el último momento. Con el encarecimiento de los productos alimenticios, la partida destinada a la comida aumenta. Si espera a la segunda quincena de diciembre, el gasto puede dispararse, dado que los precios suben. Sin embargo, los comerciantes cada vez anticipan más la subida, por lo que la Organización de Consumidores y Usuarios recomienda tomarse el tiempo necesario para comparar precios entre diferentes locales y aprovechar las ofertas.
Cuando descongela la comida adquirida por adelanto, para que el alimento recupere todas sus propiedades, es preferible dejarlo en la parte baja del frigorífico. La Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) recomiedna también optar por menús alternativos elaborados con productos que se encarecen menos en estas fechas, como los pescados azules, las aves y la ternera.
Envolver con cabeza
En estas fechas, con el crecimiento del consumo, se producen más residuos, sobre todo teniendo en cuenta que muchos productos se presentan con grandes envoltorios. Mientras que el resto del año cada persona genera de media 1´5 kilos de basura al día, en estas fechas alcanza los dos kilos, de los cuales la mitad es de envoltorios, según cálculos de Ecologistas en Acción.
A la hora de escoger el papel de regalo, es preferible optar por papel que se pueda reciclar con facilidad, por lo que se debe huir de los que contengan plásticos o elementos metalizados. Las asociaciones de consumidores también recomiendan reutilizar el papel en la medida de lo posible.
Como el mejor residuos es el que no se genera, teniendo en cuenta que cada vez más gente está conectada a Internet, esta Navidad puede optar por mandar las tarjetas de felicitación electrónicas, ahorrando así no sólo papel, sino también transporte.
Ana Teruel Soria El País "Tierra" 15-12-07
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