Una de las empresas pioneras en este campo es Algasol Renewables SL, ubicada en el ParcBit, y que lleva casi dos décadas investigando en la generación de biocombustibles.
La búsqueda de fuentes alternativas a los combustibles fósiles ha puesto de moda los biocarburantes, productos obtenidos, principalmente a partir de materia prima vegetal, como la soja, la colza o el maíz. Muchos países han visto en ellos una posible solución a su dependencia del petróleo y se han lanzado a su producción en gran escala. Pero las primeras críticas no se han hecho esperar, y no son pocos los que los señalan como responsables del encarecimiento mundial de los alimentos.
Las fuentes de las que se pueden obtener los biocombustibles no tienen porque limitarse a los cultivos alimentarios, existen otros productos que pueden ser muy eficientes y de los que se obtienen los denominados biocarburantes de segunda generación, es decir, aquellos que se elaboran con materia prima que no se emplea en la alimentación. Y en este grupo se incluyen las microalgas.
La iniciativa de elaborar biodiésel a partir del aceite obtenido del cultivo de microalgas ha comenzado a despertar interés en el sector de las energías renovables. Una de las empresas pioneras en este campo es Algasol Renewables SL, ubicada en el ParcBit, y que lleva casi dos décadas investigando en la generación de biocombustibles. Su director, Miguel Verhein, explica que los primeros estudios sobre este tema se realizaron en Estados Unidos, en los años 70, coincidiendo con la primera crisis del petróleo.
Posteriormente, cuando se abarataron los precios del crudo, la investigación perdió todo su interés. En la actualidad, debido a los problemas medioambientales y a la inestabilidad del mercado mundial del petróleo, las microalgas se están consolidando como una alternativa cada vez más viable. Y uno de los principales retos de este sector es el de la producción a gran escala de microalgas con fines energéticos a precios competitivos.
Las ventajas del cultivo de estos microorganismos son numerosas. Una de las más sobresalientes es la de ser sumideros de dióxido de carbono (CO2). Las microalgas captan la energía solar y la acumulan en sus grasas mediante la fotosíntesis, absorbiendo CO2 y desprendiendo oxígeno.
Además, se trata de una fuente renovable e ilimitada que no genera residuos tóxicos ni peligrosos. La tecnología de Algasol Renewables SL es adecuada tanto para el uso en tierra como en mar, pueden crecer en cualquier lugar, incluso en ambientes cerrados y con cualquier climatología, alcanzando rendimientos muy altos.
La compañía Algasol Renewables SL planea construir un fotobiorreactor y una planta piloto de microalgas en 2010. Sus instalaciones, que contarán con este fotobiorreactor único en el mundo, ocuparán una hectárea junto a la central de energía solar del ParcBit.
Baleares, según Verhein, es un lugar adecuado para albergar este tipo de instalaciones energéticas, porque posee sol, agua y dióxido de carbono, que es el oxigeno de las algas. Además, la empresa posee una patente tecnológica que ha abaratado notablemente el costo del fotobiorreactor y de la cosecha de las algas, por lo que el biodiésel obtenido está en disposición de competir directamente con los combustibles fósiles.
Aunque el objetivo principal de la compañía es producir biodiésel, su fotobiorreactor también puede cultivar otras especies de microalgas que producen otros derivados de la biomasa, como los nutrientes, que pueden ser usados en la alimentación animal, y los químicos de alto valor empleados en la industria farmacéutica.
fuente: Elena Soto - www.elmundo.es
La búsqueda de fuentes alternativas a los combustibles fósiles ha puesto de moda los biocarburantes, productos obtenidos, principalmente a partir de materia prima vegetal, como la soja, la colza o el maíz. Muchos países han visto en ellos una posible solución a su dependencia del petróleo y se han lanzado a su producción en gran escala. Pero las primeras críticas no se han hecho esperar, y no son pocos los que los señalan como responsables del encarecimiento mundial de los alimentos.
Las fuentes de las que se pueden obtener los biocombustibles no tienen porque limitarse a los cultivos alimentarios, existen otros productos que pueden ser muy eficientes y de los que se obtienen los denominados biocarburantes de segunda generación, es decir, aquellos que se elaboran con materia prima que no se emplea en la alimentación. Y en este grupo se incluyen las microalgas.
La iniciativa de elaborar biodiésel a partir del aceite obtenido del cultivo de microalgas ha comenzado a despertar interés en el sector de las energías renovables. Una de las empresas pioneras en este campo es Algasol Renewables SL, ubicada en el ParcBit, y que lleva casi dos décadas investigando en la generación de biocombustibles. Su director, Miguel Verhein, explica que los primeros estudios sobre este tema se realizaron en Estados Unidos, en los años 70, coincidiendo con la primera crisis del petróleo.
Posteriormente, cuando se abarataron los precios del crudo, la investigación perdió todo su interés. En la actualidad, debido a los problemas medioambientales y a la inestabilidad del mercado mundial del petróleo, las microalgas se están consolidando como una alternativa cada vez más viable. Y uno de los principales retos de este sector es el de la producción a gran escala de microalgas con fines energéticos a precios competitivos.
Las ventajas del cultivo de estos microorganismos son numerosas. Una de las más sobresalientes es la de ser sumideros de dióxido de carbono (CO2). Las microalgas captan la energía solar y la acumulan en sus grasas mediante la fotosíntesis, absorbiendo CO2 y desprendiendo oxígeno.
Además, se trata de una fuente renovable e ilimitada que no genera residuos tóxicos ni peligrosos. La tecnología de Algasol Renewables SL es adecuada tanto para el uso en tierra como en mar, pueden crecer en cualquier lugar, incluso en ambientes cerrados y con cualquier climatología, alcanzando rendimientos muy altos.
La compañía Algasol Renewables SL planea construir un fotobiorreactor y una planta piloto de microalgas en 2010. Sus instalaciones, que contarán con este fotobiorreactor único en el mundo, ocuparán una hectárea junto a la central de energía solar del ParcBit.
Baleares, según Verhein, es un lugar adecuado para albergar este tipo de instalaciones energéticas, porque posee sol, agua y dióxido de carbono, que es el oxigeno de las algas. Además, la empresa posee una patente tecnológica que ha abaratado notablemente el costo del fotobiorreactor y de la cosecha de las algas, por lo que el biodiésel obtenido está en disposición de competir directamente con los combustibles fósiles.
Aunque el objetivo principal de la compañía es producir biodiésel, su fotobiorreactor también puede cultivar otras especies de microalgas que producen otros derivados de la biomasa, como los nutrientes, que pueden ser usados en la alimentación animal, y los químicos de alto valor empleados en la industria farmacéutica.
fuente: Elena Soto - www.elmundo.es
Me alegra encontrar un artículo mio en un blog con una foto de las Médulas.
ResponderEliminarSaludos