viernes, 28 de agosto de 2009

LA VIEJA (LABORDETA)

Siempre te recuerdo vieja,
sentada junto al hogar,
acariciando la lumbre,
la cadiera y el pozal.

La tristeza de tus ojos
de tanto mirar,
hijos que van hacia Francia y
otros hacia la ciudad.
Miguel dice que va bueno
y parió la del Julián.
Tú te quedas con tus muertos,
rezándoles sin parar,
pensando que en esta vida
sólo se puede llorar.

Siempre te recuerdo vieja
sentada frente al portal,
repasando antiguas mudas
que ya nadie se pondrá.

Al cierzo de los otoños
vas a buscar
palabras desde la Francia
o desde la ciudad.
Miguel cayó del andamio
y parió la del Julián.
Tú, tus mitos y tus penas
cubren barbecho y erial,
cubren los viejos olivos
con tu densa soledad.

Siempre te recuerdo vieja
zurciendo la eternidad
con tus palabras menudas
ocultando la verdad.

Miguel murió del andamio
y los chicos del Julián
al final de aquel verano
volvieron a la ciudad.
A ti te enterramos pobre,
como debía pasar,
al lado de tu marido,
tus padres y el sacristán,
que loco por las campanas
se desguazó ante el altar.

Siempre te recuerdo vieja
nunca te podré olvidar,
eternamente paciente,
sufriendo sin más ni más.

Que maravilla, es una maravilla de canción,
Anina

El del centro de Los Chichos (CIFU)

Hace nada leí que Bill Gates, el superfelizman de Microsoft, era de los supermillonarios que, aun no pisando el suelo que pisan los humanos, era el tipo que más pasta 'invertía' en ayuda a los países no desarrollados. Está claro que cuando alguien 'invierte' es que le está dando la vuelta a algo, y que si algo desarrolla es su ombligo omnipresente en el decadente mundo informático, del que el tipo ha hecho un feudo sonriendo a diestro y siniestro (sobre todo a 'siniestro').
Motivo por el cual, el que lo convierta en una de las personas más insultantemente millonarias del planeta (y cada vez que digo planeta me acuerdo de la pobre Leyre Pajín) tiene una sospecha que se cierne más allá de las columnas de este periódico. El caso es que el tipo debe tener una recua de súbditos metidos en un collar de perro que le llevan sus negocios por el mundo, y claro, tarde o temprano se cometen los errores propios de echarte una siesta cuando tú mismo debes ser el timonel. Lo que ha sucedido no es algo distinto al 'más de lo mismo de nuestros días', pero es que a veces, cuando las cosas suceden en el escenario apropiado, se convierten en el guión de una novela de lo más trepidante, que tarde o temprano se convertirá en una peli supertaquillera.
El caso (de nuevo) es que los de Microsoft han hecho un anuncio en el que pretenden vender más de lo mismo al mundo, que por motivos aún desconocidos, han hecho que del mismo anuncio para el mundo en general, en Polonia, la presencia de un negro en tal anuncio ('We can') se ha acabado en la presencia de un blanco gracias al Photoshop.
El cuerpo era del negro y el careto era de un blanco que se preguntaba si todos los atributos eran suyos. Si ves la cara del tipo original, con su cuerpo y todo, es casi como si estuviera viendo la usurpación del blanco sobre sí. Es como si a Macaco le 'doblase' Chiquito de la Calzada. Esto me sugiere la posibilidad de que el del centro de los Chichos fuera el presidente de la Junta de Castilla y León; que el alcalde de Valladolid fuera Concha Velasco; que supermán fuera de La Cistérniga; que los Charlines fueran Don Quijote.
Jesús Cifuentes - El norte de castilla-

Malasia: 13.000 personas en espera de que se les azote

El 20 de julio, el Tribunal Superior de la Ley Islámica del Estado malasio de Pahang condenó a Kartika Sari Dewi Shukarno, de 32 años y madre de dos niños, a recibir seis golpes de vara por haber consumido alcohol. Kartika se ha convertido en la cara visible de decenas de miles de personas que han sufrido castigos de flagelación en Malasia en los últimos años, sin que se les haya prestado la misma atención.

La flagelación es una pena común en Malasia entre la población inmigrante. La Ley de Inmigración castiga con hasta seis azotes a las personas que entran en el país de manera irregular. Los latigazos se dan en las nalgas con una vara y normalmente causan heridas y desgarramientos en la piel, dejando cicatrices permanentes.


Desde que en 2002 entró en vigor la reforma de dicha ley, 47.914 migrantes han sido condenados a ser flagelados. Más de 35.000 personas ya han sido sometidas a esta cruel forma de castigo, según los archivos del departamento de prisiones del país, y al resto les espera la misma suerte. Exige la derogacíon de todas las leyes que permiten la flagelación y otras formas de castigo corporal.

¡Actúa!
Por favor, ayúdanos a exigirle al Gobierno de Malasia que derogue todas las leyes que permiten la flagelación y otras formas de castigo corporal.





Muchas gracias por tu defensa de la justicia

Un abrazo
Esteban Beltrán
Director Amnistía Internacional Sección Española