El Parque Natural
Señorío de Bértiz tiene una superficie aproximada de 2.052 hectáreas,
estando la mayoria cubierta de arbolado. Es un bosque autoctono, una de
las mejores muestras de bosque mixto atlántico de Navarra en el que,
sobre el resto de especies arboreas predomina el haya.
El "Señorío de Bértiz" ha sido durante la mayor parte de su larga
historia una finca privada. Ello le ha mantenido al margen de una
explotación intensa en contraste con su entorno más humanizado.
La
primera referencia de propiedad del Señorío se remonta al año 1392. Su
titular, Pedro Miguel Bértiz, fue nombrado merino de las montañas, juez
de amplia jurisdicción, por el rey Carlos III el noble.
El Señorío continuó en manos de la antigua familia
Bértiz hasta el siglo XIX, en que se sucedieron diversos propietarios.
En 1898 la adquirieron Don Pedro Ciga y su esposa Dª Dorotea Fernandez.
Don
Pedro Ciga, mandó reconstruir diversos elementos arquitectónicos y
ornamentales entre los que destaca el jardín, con fuentes, estanques,
pérgolas y cenadores con claras influencias románticas y modernistas.
En
1949 Don Pedro Ciga legó por testamento de puño y letra el Señorío a
Navarra y en su nombre a la Diputación Foral, con la exigencia de
conservarlo sin variar sus características. En tal sentido debe
entenderse su declaración como Parque Natural en 1984 por el Gobierno de
Navarra a propuesta del Departamento de Agricultura, Ganadería y
Montes. Éste Departamento fue el responsable de la gestión del Parque
que actualmente recae en el Departamento de Medio Ambiente, Ordenación
del Territorio y Vivienda
El jardín de Bértiz, con más de 100 años de antigüedad, es quizá el
mayor tesoro del Parque Natural. Está conformado por un bello entramado
de caminos y senderos sinuosos rodeado de grandes árboles de muy
diversos tipos,setos, arbustos y mazizos florales; existe una nutrida
representación de especies autóctonas así como gran cantidad de plantas
exóticas. Destacan por su porte o bien su rareza los liquidámbares,
tejos, hibas, ciprés de los pantanos, cefalotejo, secuoyas, cedros,
gynckos, limoneros, camelias, azaleas, hortensias, glicinas, bambúes...
Además de su riqueza botánica sobresale por la calidad de sus
entornos paisajísticos que crean peculiares ambientes, conseguidos
gracias a la existencia de varios estanques, pequeños puentes,
glorietas, y otros elementos de gran belleza como el mirador y la
capilla, joyas del Art Nouveau, que dan a este conjunto una referencia
de belleza exclusiva de los años de cambio entre los siglos XIX y el XX.
El Palacio, antigua residencia del matrimonio formado por D. Pedro Ciga y Dª Dorotea Fernández, es hoy lugar de jornadas, encuentros, reuniones y actividades formativas, fines para lo cual fue rehabilitado.
También,
en su planta baja, se ubica una Sala de Exposiciones que programa
muestras temporales sobre temas de naturaleza, cultura etc.
Llegamos un poco tarde, pero nos dio tiempo a visitar el Jardín Botánico, ¡una maravilla! queda pendiente volver a disfrutar del bosque, que tiene que ser espectacular ¡hay tanto que ver en Navarra!
Anina
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