Comenzamos el día desayunando a lo grande en el precioso Café Iruña, en la Plaza del Castillo.
La Plaza del Castillo está en el centro
neurálgico de la ciudad. Se trata de un cuadrilátero imperfecto de
14.000 metros cuadrados que ha sido y sigue siendo escenario de los
principales acontencimientos de la idea de Pamplona: corridas de toros
hasta 1844, batallas, torneos, mercado, paradas militares,
concentraciones políticas y populares...
De esta plaza surgen
muchas de las callejuelas estrechas del Casco Viejo de Pamplona. Está
rodeada por casas que en su mayoría datan del siglo XVIII en las que
destacan balconadas, torretas, áticos y ventanales. El kiosko está
situado en el centro de la plaza y fue instalado el 28 de junio de
1943. Sustituyó a otro de madera de 1910, que sustituía a su vez a la
fuente dieciochesca de la Beneficiencia, obra de Luis Paret, cuyo
ornamento principal era la estatua de la Mariblanca, hoy en la Taconera.
Ha sido restaurado recientemente. La
Plaza del Castillo es un típico lugar de reunión para los pamploneses:
para ir de compras, de copas, para sentarse a leer o a mirar pasar la
gente. Le llaman "el cuarto de estar de los pamploneses". Alberga
numerosas terrazas y cafés, algunas de ellas emblemáticas, como el Café
Iruña, el Casino Principal o el Casino Eslava.
El Monumento a los Fueros en Pamplona, realizado tras la Gamazada se levantó por suscripción popular como símbolo de la libertad navarra, situándolo en frente del Palacio de la Diputación Foral de Navarra.
Desde 2002 el Parlamento de Navarra, también
conocido como Cortes, cuenta con una sede propia y permanente.
Anteriormente ubicado en el Palacio de Navarra, ahora ocupa un renovado
edificio construido a finales del siglo XIX bajo el diseño del
arquitecto municipal Julián Arteaga.
Enfrentado al Palacio de
Navarra, justo en el otro extremo del Paseo Sarasate, es el edificio más
monumental y el único oficial del conjunto de seis manzanas que forman
el Primer Ensanche de Pamplona. Originalmente fue concebido para acoger
la Audiencia Territorial de Navarra. Construído entre 1892 y 1897,
constituye uno de los ejemplos más representativos de la denominada
arquitectura ecléctica.
Se ha respetado la fachada histórica y
la crujía de la antigua Audiencia, de ladrillo rojo y piedra de Tafalla.
Sin embargo, por dentro se ha vaciado dejando sitio a un gran patio
acristalado que alberga el Salón de Plenos y el Atrio. El edificio
cuenta con 11.300 metros cuadrados distribuidos en cuatro niveles más
garaje.
Cada una de las plantas tiene un uso diferente: la planta
baja se utiliza para la atención al público; la planta primera está
reservada para la presidencia, y la planta segunda alberga los grupos
parlamentarios y las salas de comisiones. Por último, en la planta
semisótano se encuentran el acceso al salón de plenos y al atrio.
Baluarte, Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra, nació de la
voluntad de generar un gran espacio capaz de aunar ciencia, aprendizaje,
arte y cultura. A causa de tener unificadas las funciones congresual y
cultural, se trata de uno de los más grandes auditorios y palacios de
congresos de España, con una superficie de 63.000 metros cuadrados. Fue
construido por el Gobierno de Navarra y diseñado por el arquitecto
Francisco J. Mangado.
El Baluarte está situado en el centro mismo
de la ciudad, entre la Avenida del Ejército y las calles Yanguas y
Miranda, General Chinchilla y Padre Moret. Baluarte goza de un
emplazamiento privilegiado de encrucijada entre la zona comercial y de
ocio más dinámica de la ciudad y la monumentalidad de la Ciudadela. Su
propia configuración, en forma de "L", se proyecta además hacia una
extensa plaza peatonal de 10.000 metros cuadrados que se abre a la
ciudad.
La Ciudadela y la Vuelta del Castillo, cinturón verde que rodea la
primera, son el gran pulmón vegetal de la ciudad y su referencia
urbanística principal. Se trata de 280.000 metros cuadrados de arbolado y
praderas que se entrelazan con una construcción levantada entre 1571 y
1645 para la defensa de Pamplona. Sus pabellones, fosos, baluartes,
rebellines y glacis son hoy lugares públicos de ocio, deporte y cultura.
El interior de la Ciudadela constituye un agradable parque público
solo abierto a peatones, con amplias praderas cruzadas por sendas, una
plazoleta central con una fuente, bancos para el descanso, una pequeña
zona de ocio infantil y una treintena de especies arbóreas.
Cuenta con espacios expositivos gestionados por el Ayuntamiento.
El Monumento al Encierro, situado en la Avenida Roncesvalles, cerca de la Plaza de Toros, por Rafael Huerta (2007)
Esta escultura
de bronce supone una ampliación de la escultura del encierro que ya
existía, en la que aparecían dos corredores y un toro. El escultor
recrea un instante de la carrera en el hay cuatro corredores delante de
los astados, varios caídos en el suelo mientras avanza la manada y dos
mozos corren a la derecha de los morlacos.
El Monumento a Ernest Hemingway de Luis Sanguino (1968) está situado junto a la Plaza de Toros, con
este busto el Consistorio rindió homenaje a este escritor
norteamericano que catapultó el nombre de Pamplona a todo el mundo a
través de su obra. Habitual de los Sanfermines, el monumento representa
al nóbel en actitud de presenciar una corrida de toros, apoyado en la
barrera del callejón.
La Catedral de Santa María con fachada neoclásica de Ventura Rodríguez, es un templo gótico de
los siglos XIV y XV que encierra joyas de arte como el mausoleo de Carlos
III de Navarra y Leonor de Castilla, o el delicado claustro gótico,
considerado uno de los mejores de Europa. La catedral de Pamplona
presenta un ábside poligonal con deambulatorio, característico de las
iglesias de peregrinación
El Rincón del Redín es la parte más alta de las murallas y desde aquí puede disfrutarse de
unas vistas extraordinarias de los fosos y de la ciudad extramuros. Aquí
se encuentra el Mesón del Caballo Blanco, un antiguo palacio y
posterior hospedería de peregrinos. La calle que conduce a la Catedral
es uno de los rincones con más encanto de Pamplona.
La Ronda Barbazana es un paseo que discurre paralelo al lienzo más antiguo de todo el
conjunto amurallado (XVI), entre el Bastión del Labrit y el del Redín.
Es una de las zonas más bellas de la ciudad, en la trasera del Palacio
Episcopal y del conjunto catedralicio.
Desde el Bastión del Redín puede verse el portal más antiguo de la
ciudad, el Portal de Francia, también llamado Portal de Zumalacárregui (1553). Muestra un
escudo tallado con el águila bicéfala y las armas imperiales. Los
peregrinos desde antaño, después de atravesar el Arga, acceden por aquí
hasta el barrio medieval de la Navarrería.
La Iglesia de San Lorenzo inaugurada en el XIII, del templo medieval sólo se conserva una torre. Aquí
se encuentra la famosa Capilla de San Fermín con el busto-relicario del
santo patrono de la ciudad y primer obispo de Pamplona. Junto a esta
iglesia está la Plaza de Recoletas o de los Ajos, con una fuente
neoclásica de Luis Paret y el Convento de las Agustinas Recoletas.
La Ruta Jacobea pasa por la Plaza del Ayuntamiento, uno de los
escenarios más importantes de las fiestas de San Fermín. En el balcón
central de su fachada barroca estalla cada seis de julio el Chupinazo,
el cohete con el que dan comienzo los Sanfermines. Con la unión de los
tres burgos de la ciudad (1423) se estableció en este sitio la
constucción del primer ayuntamiento.
Calle de la Estafeta
Comimos en el Bar Ulzama estupendamente
El Parque de la Taconera es un parque romántico francés, construido sobre un baluarte de la muralla. Es
el más antiguo de la ciudad (1830) y cuenta con un zoo en el interior
de sus fosos, con ciervos, cabras, patos, cisnes, conejos y pavos reales
en semilibertad. Posee un arbolado variado y exótico, con algunas
especies muy antiguas. Junto a un espectacular ejemplar de Sófora
Japónica está el Café Vienés, con una extensa carta de cafés y tés. El
paseo muestra diferentes elementos escultóricos: la famosa Mari Blanca
(XVIII), el monumento al tenor Gayarre, el Portal de San Nicolás (1666) o
la arquería gótica de Teobaldo II.
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