El Fangar es una península de arena de 410 ha.
orientada de NO a SE. Está atravesada por una pista de arena compactada
de unos 3’5 o 4 km por donde se puede caminar hasta el mirador, el Faro o
el extremo norte de la península.
Si vas caminando o en bici, ponte el sombrero en la cabeza. No hay
ninguna sombra y el riesgo de insolación en verano es elevado. En la
época de nidificación es preferible no parar cerca de los polluelos o
nidos, es mejor hacerlo en el observatorio.
Entre el 1 de abril hasta el 15 de agosto, está prohibido entrar en
las «áreas de nidificación», que quedan resguardadas por los cordeles
del borde de la pista.
El área situada en el NW del Faro queda prohibido el marisqueo entre el 1 de junio y el 31 de julio.
Los arenales inmensos predominan en esta zona y lo que tiene más
valor ecológico son las formaciones dunares, ya que son de las mejor
conservadas del litoral catalán. Constituyen un importante refugio de
vida muchos reptiles, insectos, micromamíferos y algún anfibio. Hay dos
tipos de dunas, unas fijadas con vegetación encima y otras móviles sin
vegetación. No se puede pisar ninguno de los dos tipos debido a su
fragilidad. La zona de dunas fijadas más importante se sitúa en la playa
de la Marquesa, a la derecha de la pista que lleva hacia el Fangar.
También hay retales de salobrar muy interesantes en las zonas más
profundas entre las dunas.
También puedes observar la bahía marina o Puerto del Fangar donde
proliferan los moluscos, muestra de ello son las hombreras y el resto de
cultivos marinos y marisqueo que se practican.
En esta zona no se puede cazar (es una reserva natural de fauna salvaje),
pero puedes observar cómo se practica el marisqueo en barca ya pie. Los
mariscadores tienen permisos especiales para entrar en zonas
restringidas.
El pueblo que tienes más cerca es Deltebre, a 8 km.
Nos animamos a caminar por la gigantesca playa del Fangar, ¡relajante! e ¡infinita! ¡no llegamos al final!
Anina.
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